(NCRegister/InfoCatólica) «Liderar la Marcha por la Vida ha sido el honor y la oportunidad de mi vida, algo por lo que estaré eternamente agradecida. Ha habido innumerables momentos destacados durante mi tiempo como presidenta de la Marcha por la Vida, incluyendo el trascendental derrocamiento de Roe v. Wade», dijo Mancini, quien ha dirigido la organización pro-vida durante los últimos 12 años.
«Estoy convencida de que construir una cultura de vida a través de un testimonio público compasivo de la dignidad inherente del no nacido y sus madres es tan crucial hoy como lo fue el trágico día en que se legalizó el aborto en los Estados Unidos, o en cualquier otro momento desde entonces», afirmó.
«Estoy más que encantada de ver cómo la organización seguirá creciendo bajo el liderazgo de Jennie Bradley Lichter».
Desde 1974
La activista católica pro-vida Nellie Gray fundó la Marcha por la Vida en Washington, D.C., en 1974, tras la decisión de Roe v. Wade en 1973, que legalizó el aborto a nivel nacional.
La organización, que ahora presenta su marcha como la manifestación anual de derechos humanos más grande del mundo, celebró su 51º aniversario con la reunión de este año, que tuvo lugar a finales de enero y atrajo a decenas de miles de personas.
Mancini fue la segunda persona en ocupar el cargo de presidente de la Marcha por la Vida, después de la propia Gray, quien falleció en 2012. Los 12 años de mandato de Mancini estuvieron marcados por un «crecimiento consistente y extraordinariamente fructífero», según el grupo, que incluye el establecimiento de un programa estatal de marchas «en rápida expansión», presente ya en 16 estados.
Otros hitos importantes bajo el liderazgo de Mancini incluyen la primera vez que un vicepresidente y un presidente en funciones de los Estados Unidos participaron en la Marcha Nacional en 2020, así como la histórica decisión de la Corte Suprema en 2022 en el caso Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization, que devolvió a los estados la potestad para legislar sobre el aborto.
Mancini afirmó que la marcha anual sigue siendo una parte vital del movimiento pro-vida por varias razones: como una participación en la historia, como un testimonio de la importancia de cuidar a las mujeres embarazadas a través de centros de embarazo pro-vida y otros medios, y como un reconocimiento de que el movimiento pro-vida aún tiene trabajo por hacer, especialmente en los 10 estados que tienen el aborto en la boleta electoral este año.
«Sin duda hemos tenido algunas duras derrotas en las urnas en los últimos años, pero estamos viviendo lo que percibo como el terremoto cultural de la derogación de Roe, que es una temporada y pasará», señaló Mancini.
«Aunque esta temporada muestra la profunda necesidad de educar y cambiar corazones y mentes sobre la naturaleza destructiva del aborto tanto para la madre como para el bebé, de ninguna manera significa que la derogación de Roe fue un error», añadió.
«Consideren que casi la mitad de los estados han promulgado leyes de protección a la vida antes del tiempo de viabilidad, algo que no podía suceder bajo el régimen de Roe».
Litcher
Lichter, quien recientemente se desempeñó como consejera general adjunta en la Universidad Católica de América en Washington, D.C., aporta una amplia experiencia legal y política en los sectores público, privado y sin fines de lucro, incluyendo en «los más altos niveles del gobierno federal», según la Marcha por la Vida. También ha trabajado como expecialista legal senior en el Instituto de Libertad Religiosa.
Además de ser una «marchante de largo tiempo», Lichter es madre casada con tres hijos y fundó una iniciativa en la Universidad Católica de América, el Proyecto Guadalupe, para proporcionar recursos tangibles y apoyo a las madres embarazadas y sus hijos.
Esta semana, dijo que «espera con ansias liderar el compromiso de la Marcha por la Vida en conversaciones sobre estrategia legal».
«Cuando comencé a asistir a la Marcha Nacional como estudiante universitaria hace más de 20 años, nunca hubiera imaginado que algún día tendría el honor de liderarla», dijo Lichter.
«Siempre me ha encantado el espíritu positivo de la Marcha, la juventud, la energía, el espíritu de cuerpo, la tenacidad que se requiere de aquellos que se presentan a finales de enero sin importar el clima», expresó.
«Aunque mi perspectiva en la Marcha Nacional cambiará, llevaré conmigo el espíritu de una marchante de largo tiempo en mi nuevo rol. Y estoy emocionada por seguir marchando junto a tantos otros que están comprometidos a dar testimonio de la dignidad de cada vida humana».
El mandato de Lichter como presidenta comenzará en febrero de 2025. Mancini continuará sirviendo en el consejo directivo de la Marcha por la Vida, según informó el grupo.
«Los vientos políticos y culturales pueden y de hecho cambian, pero sin importar lo que ocurra en las boletas electorales, en los tribunales o en la conversación nacional este año o en cualquier otro, habrá aún miles y miles de estadounidenses que seguirán buscando orientación en la Marcha por la Vida. Buscando liderazgo. Buscando esperanza. Buscando un testimonio gozoso», continuó Lichter.
«Y, sobre todo, buscando una oportunidad para estar juntos —en Washington D.C., en enero, cada año, o en las capitales estatales por todo el país— y demostrar que los estadounidenses pro-vida seguimos aquí, seguimos motivados, y nunca, jamás nos cansaremos de dar testimonio juntos de la belleza, la dignidad y la inmensa preciosidad de la vida humana. En mi mente, eso es lo más poderoso de esta organización. Es un honor tener la oportunidad de liderarla. Estoy ansiosa por comenzar».