(La Croix/InfoCatólica) A raíz de estos nuevos testimonios, algunos de los cuales se refieren a hechos que podrían considerarse violaciones o involucran a menores, la Fundación Abbé-Pierre anunció su decisión de cambiar de nombre. Además, Emmaús informó que el lugar conmemorativo dedicado al sacerdote, ubicado en Esteville (Seine-Maritime), será cerrado definitivamente.
«Hoy en día es posible identificar al menos a 17 personas adicionales que sufrieron violencia» por parte del Abbé Pierre, fallecido en 2007, según el informe del gabinete especializado Egaé, encargado en julio por ambas organizaciones de recoger posibles nuevos testimonios.
La mayoría de estos testimonios menciona contactos «no solicitados en los pechos», «besos forzados», pero también «contactos sexuales repetidos con una persona vulnerable», «actos repetidos de penetración sexual» o «contactos sexuales con una niña».
Más de 50 años abusando
Los hechos denunciados se remontan a un periodo comprendido entre los años 1950 y 2000, la mayor parte del tiempo en Francia, pero también en Estados Unidos, Marruecos y Suiza. Las personas que han testificado son o han sido voluntarias de Emmaús, empleadas de lugares donde el Abbé Pierre residió, miembros de familias cercanas al sacerdote o personas que lo conocieron en eventos públicos, según detalla Egaé.
Entre los testimonios está el de una mujer que envió una carta a la Comisión Independiente sobre Abusos Sexuales en la Iglesia (Ciase), en la que dice haber «tenido que presenciar masturbaciones del Abbé Pierre y haber sido obligada a realizar felaciones en un apartamento en París» en 1989.
«Algunas hablaban por primera vez»
La familia de otra mujer, hoy fallecida, informó que ella había sido «obligada a masturbar» al Abbé Pierre en Rabat, Marruecos, en 1956. Otra mujer testificó haber sufrido en 1974 y 1975 en Île-de-France «besos forzados» y «contactos» no deseados cuando tenía entre 8 y 9 años. Según otro testimonio, el Abbé Pierre también habría impuesto contactos físicos no deseados en 1951, cuando era diputado en la Asamblea Nacional.
«Algunas hablaban por primera vez de lo que les había ocurrido y revivían los hechos a medida que los relataban», declaró Caroline De Haas, directora asociada de Egaé.
La primera ola de testimonios contra el Abbé Pierre, icono y defensor incansable de las personas sin hogar y mal alojadas, que se inició el 17 de julio, causó un gran impacto en Francia. Tras estas revelaciones, impulsadas por el movimiento Emmaús y la Fundación Abbé-Pierre, la Conferencia Episcopal de Francia (CEF) expresó su «dolor» y su «vergüenza».
Las primeras acusaciones generaron preguntas sobre el conocimiento que estas instituciones tenían al respecto. «El informe indica que algunas personas podrían haber estado informadas a título individual, pero no como movimiento», afirmaba a principios de agosto Adrien Chaboche, delegado general de Emmaús Internacional, en La Vie.
Cambio de nombre
En un comunicado conjunto publicado el viernes, la Fundación Abbé-Pierre, Emmaús Francia y Emmaús Internacional reafirmaron su «apoyo total a las víctimas», elogiaron «su valentía» y aseguraron que están «a su lado».
Además del cambio de nombre de la Fundación Abbé-Pierre y el cierre definitivo del lugar conmemorativo en Esteville, la mención «fundador Abbé Pierre» del logo de Emmaús Francia también podría ser eliminada próximamente. Se creará además una comisión independiente encargada de «explicar los fallos que permitieron al Abbé Pierre actuar de la manera en que lo hizo durante más de 50 años».
El Abbé Pierre «representaba una voz, un impulso que generó olas de solidaridad, y la importancia de su acción es un hecho histórico», pero «ahora enfrentamos el dolor insoportable que causó», escribieron las organizaciones.
«Nuestras decisiones son imperativas por respeto a las víctimas que hablaron, pero también por los voluntarios, los empleados, las compañeras y compañeros del Movimiento, los simpatizantes y los donantes, cuyo trabajo cotidiano quedaría manchado por un profundo malestar si no se tomaran medidas», añadieron.
El dispositivo de escucha y acompañamiento, implementado en julio, permanecerá «abierto y disponible hasta finales de año».