(CNA/InfoCatólica) La dictadura nicaragüense cerró otras 169 organizaciones no gubernamentales y sin fines de lucro, incluidas algunas organizaciones católicas, varias iglesias evangélicas y una asociación musulmana.
El cierre de estas organizaciones -con lo que suman 5.664 las organizaciones sin fines de lucro clausuradas desde 2018 por la dictadura del presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, en Nicaragua, según el diario La Prensa- fue anunciado el 29 de agosto a través del diario oficialista La Gaceta.
La cancelación de la personería jurídica de este nuevo grupo de organizaciones sin fines de lucro por no reportar estados financieros de dos a 30 años, entre otras razones, fue decidida mediante el acuerdo ministerial 40-2024-OSFL del Ministerio de Gobernación, firmado por la ministra de Gobernación, María Amelia Coronel Kinloch.
Según el diario Mosaico, hay un total de 92 organizaciones religiosas sin fines de lucro que han sido canceladas esta vez, como la Asociación de Comisiones de Justicia y Paz de la Diócesis de León y la Iglesia Morava, presente en Nicaragua desde 1849.
Otras organizaciones sin fines de lucro que cerraron el jueves son, por ejemplo, la Asociación Cultural Islámica Latina, la Asociación Ministerio de Avivamiento Evangelístico Voz de Dios, la Asociación San Francisco de Asís, la Asociación Iglesia Libre Apostólica, la Iglesia Cristiana Reformada de Nicaragua, la Asociación Religiosa Renovación Carismática San José Matagalpa, la Asociación de Empresarios Cristianos de Nicaragua y la Asociación de Ganaderos de Jinotega.
Estas clausuras se producen apenas 10 días después del cierre, ordenado también por la dictadura, de 1.500 organizaciones sin ánimo de lucro en Nicaragua, anunciado el 19 de agosto. De ese grupo, 678 eran organizaciones católicas y evangélicas.
Martha Patricia Molina, autora del informe «Nicaragua: ¿Una Iglesia Perseguida?», que cita 870 ataques de la dictadura contra la Iglesia católica de 2018 a 2024, escribió en X: «Mi solidaridad [y] oración con todos los miembros de la Iglesia Morava. Una iglesia con 175 años de existencia en nuestro país y más de 120 mil feligreses. Hoy la dictadura canceló su personería jurídica, pero el amor de Dios no depende de un documento ilegal ni del temperamento de dos delincuentes [Ortega-Murillo]».
«El amor de Dios está en nuestros corazones y espíritus. La dictadura sigue mostrando su odio y persecución a la libertad religiosa y a los pueblos Miskitu, Afro y Mayagna. Nuestra iglesia RESURGIRÁ», añadió.