Dieciocho parejas se dieron el «sí quiero» ante el altar en San Sebastián de los Reyes

Primera macroboda en España

Dieciocho parejas se dieron el «sí quiero» ante el altar en San Sebastián de los Reyes

El jueves 29 de agosto, 18 parejas participaron en una macroboda en San Sebastián de los Reyes. La ceremonia religiosa se celebró en la parroquia San Sebastián Mártir durante las fiestas patronales.

(ArchiMadrid/InfoCatólica) Puntualísimas. Así llegaron las 18 novias protagonistas de la macroboda de San Sebastián de los Reyes, el jueves 29 de agosto, a la parroquia San Sebastián Mártir. Habían salido cinco minutos antes de las 20:30 horas, cuando estaba prevista la boda, del complejo parroquial situado a las espaldas de la Iglesia, en una plaza cubierta con paraguas que formaban la bandera de España porque la localidad está de fiestas patronales. «Viva la novia», se oía al paso de esta pecualiar comitiva de mujeres, en fila, blancas y radiantes, con sus ramos de rosas de diferentes tonalidades, paniculata blanca y rosa y hojas de eucalipto.

Expectación mediática máxima pero Javier Sánchez-Cervera, el párroco, les había dicho a las futuras esposas poco antes de empezar que no perdieran de vista lo nuclear: «Pongamos el foco en lo importante; lo grande es que Dios va a venir y va a santificar vuestra relación». «Señor -les invitó a rezar-, que no nos despistemos, que estemos contigo y con ese hombre que has elegido, y con el que vas a hacer un milagro de amor».

Milagro de amor de Jorge y Marta, David y Alejandra, Edwin y Nora, Marcos y Sheila, Enrique y Karina, Julián y Ángela, Daniel y Ceindy, Javier y Daniela, Javier y Graciela, Daniel y Joana, Lufred y Janesa, Alejandro y Jennifer, Lester y Jackeline, Silvia y César, Luis y Neila, Javier y Giovanna, Andrés y Amalia, y Felipe y Margarita. Todos, sabiéndose privilegiados y escogidos por un Dios del que tenían sed. «En todos», confirma el párroco, estaba «latente ese deseo de Dios», manifestado en el deseo de casarse por la Iglesia, después de años de convivencia y, en la mayoría de los casos, hijos en común.

Como Marta, a la que le ayudaban a vestirse sus hijas, Joselyn, «voy para 14», y Zaida, de 6 años. La mayor, casi más emocionada que su madre, y la pequeña, una princesita de blanco, como su mamá, que desde que aprendió a hablar preguntaba en casa «¿cuándo os vais a casar?». Este último mes se lo ha pasado tachando días en el calendario. «¿Hoy es la boda?», se entusiasmaba cada mañana.

Jorge, su padre y futuro esposo de Marta, espera a la novia en la entrada de la iglesia. Está tan emocionado que apenas se le escucha; eso, y el tumulto de la alegría contenida de los 400 invitados que van llegando. Para Jorge es un día especial. Aún no se lo cree. No solo va a recibir el sacramento del Matrimonio, también la Eucaristía. Las parejas iban con el traje de fiesta por fuera y por dentro, después de haberse confesado todos, contaba el párroco hace unos días, la semana pasada durante el ensayo general.

Salón parroquial reconvertido en salón de belleza

Hacia las 17:00 horas habían comenzado a llegar las primeras novias al salón parroquial, que el jueves hizo las veces de salón de belleza. Allí estaba Pilar, que se enteró de la macroboda por el programa El Espejo de Madrid de COPE y no dudó en trasladarse a la localidad para maquillar. «Si una tiene un don, es la mejor manera de dar gloria a Dios». Y esperaba, ya vestida, feliz, Jennifer, quien supo de la macroboda en los avisos de la Misa, un domingo, en el que casualmente «estábamos enojados» Alejandro y ella. Pero cuando el párroco lo comunicó, se miraron y dijeron «aquí nos vamos».

Otro milagro de amor, el de Neila y Luis, 59 años la novia y 25 casados por lo civil. Y ahora, con su recogido en el pelo, su tocado ya listo, maquillada y mientras se pone su vestido de novia, un calado de guipur blanco puro, no puede parar de sonreír. Dios ha entrado en sus vidas, les dirá el padre Javier en la homilía, y, como en las bodas de Caná, transformará el poquísimo vino que les quedaba a estos novios en vino del bueno y que corre en abundancia.

Porque, «¿qué necesidad hay de todo esto?», comenzaba preguntando el párroco. «Es fácil que hayáis escuchado comentarios de este tipo, para qué casarse por la Iglesia, si yo te quiero, tú me quieres, qué necesidad tenemos de Dios, qué cambia…». «¡Cambia todo! Jesucristo vino a cambiar todo». Los novios de Caná, «como vosotros, invitaron a Cristo a su boda, y aquí está la salvación», continuó.

«Jesús está aquí en medio y hace el milagro de transformar el agua en vino», explicó. Esto es «lo que va a hacer en vosotros: va a entrar en vuestro amor y vuestro amor se va a volver sagrado. Cuando os deis un beso, Dios os va a besar; cuando os deis un abrazo, el Señor os abrazará; cuando os pidáis perdón, el Señor dará misericordia a vuestros corazones». Y « cuando no podáis más, Jesucristo os va a fortalecer».

Lluvia y fuegos artificiales

El equipo de flores (uno de los muchos, porque ha habido entre 40 y 50 voluntarios para la macroboda), con Angie a la cabeza, había adornado el templo para la ocasión «con mucho amor y super bello». Prepararon el arco que daba acceso al pasillo central, los ramitos de los bancos, los prendidos de los novios y los ramos de novia, que dejaron en el «salón de belleza», a los pies de la Virgen, para que ellas los recogieran antes de la celebración. Y aprovecharon los adornos florales que la Hermandad del Cristo de los Remedios había encargado para la Misa solemne y procesión del día anterior.

Sentados en las primeras filas, las parejas fueron acercándose de una en una al altar para darse el «sí, quiero». El intercambio de anillos y arras lo hicieron en el pasillo central. Alianzas brillantes en manos nerviosas de manicura impecable (las novias también tuvieron sesión de uñas) que se entrelazaban durante la ceremonia, en el consentimiento, al volver de comulgar.

Del brazo, en fila, salieron los novios cuando todo había concluido a las puertas del templo, recibidos por una petalada de rosas a cargo de la Hermandad del Rocío y con fuegos artificiales gracias al Ayuntamiento de San Sebastián, muy implicado en la macroboda. «Vuestra felicidad es la nuestra», les había dicho a las novias la alcaldesa, Lucía Fernández, antes de la ceremonia.

Hubo brindis con champán, corte de tarta y regalos: la bendición apostólica del Papa Francisco, una estampa con una oración a la Sagrada Familia y unas sandalias con el nombre de cada uno de la pareja realizadas por las clarisas de Cantalapiedra (Salamanca) para que los ya esposos «se ayuden a caminar».

Y llovió, sí. La tarta la cortaron chispeando, unas gotas que fueron cogiendo fuerza. Pero, como dice el refranero popular, «novia mojada, novia afortunada».

 

20 comentarios

Anonimo
Es triste pero conozco muchas parejas que estarían casadas por la Iglesia, pero no quieren organizar la boda.

Y si, es perfectamente factible celebrar el sacramento de forma sencilla, pero este tipo de celebraciones ( por otra parte habituales en bautizos, comuniones y confirmaciones) pueden ayudar a dar el paso a muchas parejas.

Bendito sea Dios si parejas "arrejuntadas" han arreglado su situación
31/08/24 10:25 AM
Feligres
Que vivan los novios y el santo sacramento del matrimonio.
Que alegria y bendicion para ellos pero para toda nuestra iglesia.
Bendiciones y aplausos al Parroco por tan excelente iniciativa.
31/08/24 10:30 AM
teista
Y ahora toca procrear santamente muchos hijos y bautizarlos y educarlos como Dios manda. El futuro de España no está en la inmigración sino en la procreación santa y cristiana de los hombres y mujeres de España.
31/08/24 10:59 AM
Micaela
de verdad, qué narices es esto de una macroboda???? qué será lo próximo, bodas con el cura vestido de Elvis??? Bendiciones a lo Fiducia para parejas homoafectivas, cursilos prematrimoniales donde el cura obvia el tema de condones y píldoras porque no hay que juzgar, matrimonios católicos de misa diaria y comunión en la boca usarios de anticonceptivos, si solo se salvan los opusinos y los kikos; los demás, diocesanos, jesuitas, etc. unos fariseos.

O se asume de verdad el Santo Matrimonio o del pagano matrimonio católico solo vendrán desgracias.
31/08/24 12:31 PM
Jaime Z
¿Ahora vamos a imitar al reverendo Moon y sus bodas multitudinarias? El sacramento del matrimonio es muy serio como para prestarse a estas cosas.
31/08/24 12:47 PM
Maximiliano
Amar para ser amado,
Querer para ser querido,
Pero quién quiere por
Querer y ama por amar
sin querer ser correspondido

Solo TU, puedes amar y querer
en plenitud,
Solo TU
puedes conquistar la PAZ
Amado CRISTO mío.

Yo solo puede agarrar
tu Mano Santa
Y sentirme correspondido.
31/08/24 1:01 PM
ChemaV
En gran medida, me alegro como algo positivo el que parejas y matrimonios civiles regularicen su situación. Sobre todo me alegro por la intención con que se hace, de parte del párroco, involucrando a toda la parroquia, contando con ayuda del pueblo, que apoya y se alegra. Ya el hecho de que se alegre la gente porque alguien se case, es para tomar en cuenta... La forma de hacerlo, varios a la vez, no me convence mucho, pero si eso facilita la unión, bendito sea Dios.
Un par de comentarios a hacer, sin quitarle méritos, desde luego, a la iniciativa.
- no sé si acompaña algún itinerario de fe a estás parejas, porque es evidente que si ya convivían juntos, no es que tuvieran una fe muy madura. Y un Sacramento sin fe, no es algo mágico. Entiendo que esto es algo posterior, pero no hay que olvidarlo.
- si la idea de la que se parte es que la gente no se casa porque no tienen la capacidad para la organización de la fiesta con lo que supone, hay que tener cuidado que estas iniciativas no sé conviertan en un espectáculo, y que sea peor el remedio que la enfermedad. Pero entiendo que siempre algún riesgo tiene cualquier cosa que hagamos.
En términos generales, está bien, y que Dios bendiga al párroco por la iniciativa, a toda la parroquia por el apoyo, ya los nuevos matrimonios en su nueva etapa de convivencia junto a Dios.
31/08/24 2:07 PM
Jesús
Sin criticar, ni juzgar el acto en sí, en este caso me gustaría saber la opinión del acreditado y experimentado en tantas lides, el sacerdote católico Javier Luzon Peña, autor del libro de inexcusable lectura ¿quo vadis Iglesia?, que aborda la ya endemica enfermedad de los sacramentos católicos celebrados bajo mil excusas en falso, víctimas de abusos, dislates, teatralizaciones y falta de sentido, conocimiento, cultura, voluntad y preparación previa y seguimiento posterior del fiel en esa iglesia romana, tras el Sacramento recibido.
31/08/24 2:43 PM
M.M.T.
Esto lo había visto yo en misiones en Perú, donde tuve la oportunidad de estar hace un tiempo, ya que allí apenas llega la civilización ni material, ni espiritual, pero en España donde podemos acceder tanto a la eucaristía como a la confesión diariamente y a todos los demás sacramentos sin problema, ya es mucha dejadez espiritual por falta de las personas que no se casen por la Iglesia, pero bueno como dice el refrán, nunca es tarde cuando la dicha es buena.
Felicidades al sacerdote por buscar las ovejas descarriadas y felicidades a los que se han casado, porque ahora están en gracia de Dios.
31/08/24 3:01 PM
Marilo
Genial idea!!
Felicidades y enhorabuena a los novios!!
Igualmente , felicidades al Párroco…
31/08/24 3:04 PM
madre
¡¡Gloria a Dios!!
31/08/24 3:25 PM
pipo
¿Se puede saber, si hay datos disponibles, cuántas de estas parejas al contraer nauseas salieron de la provisión de los Amores de Leticia #303? Dicho más directamente, cuantas dejaron de pecar porque era lo que Dios les estaba pidiendo y era lo máximo que podían ofrecerle en sus concretísimas circunstancias porque les era imposible realizar el "ideal" (sic) de casarse?.
P.S., para el que no entendió escribí "nauseas" a propósito.
31/08/24 4:09 PM
Trieste
Mucho “ show “ y poco sacramento.
31/08/24 5:17 PM
Jem Nys
La notici es excelente, y muy bien narrada. Pero, aunque ya hace tiempo me propongo no mirar comentarios para no entristecerme, esta vez también, pese a lo positivo de la noticia y su enfoque, no deja de haber de esa gente, discípulos del "acusador" y "padre de la mentira", que se permiten enojarse con la iniciativa, aprovechar para hablar de la "Amoris Laetitia" y, en general, ofrecer su estiécol interior a los católicos que lean la noticia.
Tres sacramentos, penitencia, eucaristía y matrimonio, para 18 parejas que vivían irregularmente, es motivo de regocijo, pues, como JEsucristo ha dicho, con un solo pecador que se convierta ya hay gran alegría en el cielo. Dios quiera que sus enemigos, incluso esos que escriben aquí para escandalizarse, se conviertan de su odio y su estupidez.
31/08/24 8:56 PM
Jem Nys
Micaela, Jaime Z y Trieste, hacéis de forma patética vuestro servicio al maligno
31/08/24 8:59 PM
Anónimo
Trieste.

¿Lo de poco sacramento de donde te lo sacas?

Porque estás negando a la Iglesia la capacidad de conferir los sacramentos

Las parejas han recibido formación, se han confesado y han celebrado su matrimonio en forma y materia. ¿Que ha sido una celebración comunitaria? , pues si, como bautizos, comuniones, confirmaciones, ordenaciones y en muchos casos unción de enfermos.

Si sabes algo que los demás no sabemos y hace nulos esos matrimonios es tu obligación comunicarlo.

Si no lo haces no eres más que un "perro del hortelano" que ni come ni deja comer y parece que se alegra con que esas parejas vivieran en pecado
31/08/24 10:47 PM
clara
Me parece fenomenal. Que el Señor y la Virgen los acompañe cada día en su matrimonio.
¡Viva los novios!
31/08/24 11:08 PM
Català
Jaime Z, qué opina de que se ordenen varios presbíteros a la vez? Qué problema hay en que se haga lo mismo, pues, con una boda?
"Ordenar varios a la vez, a ver si vamos a ser como los nestorianos".
1/09/24 1:19 PM
Raquel
Veo que muchos se sorprenden de que varias parejas se casen en una misma celebración del sacramento.
Pero antes se daban muchos casos así. El día de mi bautizo bautizaron a muchos más bebés que yo, también en la comunión y en la confirmación habia muchas personas recibiendo el sacramento, de eso estamos más acostumbrados. Pero parece ser que hagamos una excepción con el sacramento del matrimonio.
En la boda de los padres de mi esposo, en Cuba, casaron a varios matrimonios. Entonces lo importante es el sacramento, no la exclusividad.
1/09/24 2:05 PM
Luis Fernando
Quien vive amancebado pero se arrepiente y decide casarse por la Iglesia debe ser recibido con GRAN ALEGRÍA por todos. Y no hay más que hablar. Solo faltaría que pongamos pegas a lo que ha pasado con esas parejas.

FIN
2/09/24 6:35 PM

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