(InfoCatólica) El cardenal empieza su carta recordando los hechos:
«Durante una enfermedad grave e incurable, en Pellevoisin, Estelle Faguette experimentó la presencia de la Virgen María que en diversas ocasiones le hablaba del amor de Jesucristo. Su curación, fuera de toda explicación natural, ha sido confirmada como milagrosa por el Arzobispo de Bourges, el 8 de septiembre de 1893, con la anuencia del Santo Oficio».
Y añade:
«Los relatos impresionan por su sencillez, claridad y humildad. Antes de la primera aparición, ella narra el sufrimiento que le causaba su enfermedad. No hace alardes de espíritu cristiano de resignación. Al contrario, explica su resistencia interior ante una enfermedad que trastornaba su proyecto de vida
El cardenal Fernández constata que «los relatos de Estelle son breves y más lo son las palabras que María le dirige:
«No tengas miedo, ¿tú sabes bien que eres mi hija?» (App. 1).
«No temas, tú eres mi hija» (App. 4).
«Si quieres servirme sé sencilla» (App. 5).
«Tranquila, hija mía, ten paciencia, lo pasarás mal, pero yo estoy aquí» (App. 6).
«Me gustaría que estuvieras aún más tranquila […] Necesitas descansar» (App. 8).
«Que recen y confíen en mí» (App. 11).
«Elijo a los pequeños y a los débiles para mi gloria» (App. 13).
«Ánimo» (App. 14)
«Estaré invisiblemente cerca de ti […] No tienes nada que temer» (App. 15)».
Por otra parte, Estelle evita todo lo que pueda despertar la curiosidad. Entiende que hay detalles que eran muy personales y su prudencia le permite advertir que ella no debía comunicarlos a otros: «Yo guardo silencio sobre lo que Nuestra Señora me dijo en privado» (App. 2). «Ella […] me dice algo para mi» (App. 14).
El Prefecto del Dicasterio para la doctrina de la Fe asgura que «la experiencia de Pellevoisin es mariana, pero al mismo tiempo es fuertemente cristológica. En realidad, el gran pedido que la Virgen hace a Estelle es que difunda el escapulario con la imagen del Corazón de Cristo, y el gran mensaje de María es la invitación a volverse a ese Corazón amante del Señor. Al mostrar a Estelle el escapulario del Sagrado Corazón de Cristo María dice: «Los tesoros de mi Hijo hace tiempo que están abiertos […] Me encanta esta devoción» (App. 9)».
Y añade:
«De especial importancia es una preciosa escena donde María evita que se entienda que las gracias derramadas son suyas. Cuenta Estelle que «la Santísima Virgen extendió sus manos; cayó una lluvia abundante, y en cada una de esas gotas me pareció ver escritas gracias como: piedad, salvación, confianza, conversión y salud». Pero la Virgen agregó: «Estas gracias provienen de mi Hijo» (App. 15)».
El purpurado argentino concluye dando el visto bueno al nihil obstat:
Su Excelencia, no sólo puedo decir que no hay objeciones doctrinales, morales u otros aspectos críticos con respecto a este acontecimiento espiritual y que los fieles «pueden dar su asentimiento de forma prudente» (Normas art 22 §1), sino que en este caso la devoción, ya florecida, es especialmente recomendable para quienes libremente quieran adherir a ella. Encontrarán en ella un camino de sencillez espiritual, de confianza, de amor, que probablemente les hará mucho bien. Usted puede emanar entonces el correspondiente decreto de “nihil obstat” que nos ha propuesto. Será ciertamente un bien para toda la Iglesia.
Historia de las apariciones
Estelle Faguette, una mujer de 32 años, estaba gravemente enferma y los médicos la habían desahuciado. En este contexto de desesperación, en la noche del 14 al 15 de febrero de 1876, Estelle experimentó la primera de quince apariciones de la Virgen María. Durante estas apariciones, que se prolongaron hasta diciembre de 1876, la Virgen le transmitió varios mensajes.
Mensajes de la Virgen
La Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Misericordia, consoló a Estelle y le dijo que sus sufrimientos estaban destinados a expiar pecados. Además, le pidió que fomentara la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Uno de los mensajes más importantes fue la invitación a que las personas confiaran en la misericordia de Dios y a que se orara mucho por la conversión de los pecadores.
Curación milagrosa
Después de la quinta aparición, Estelle experimentó una recuperación inesperada y completa de su enfermedad, algo que los médicos no podían explicar. La Iglesia reconocío que había sido un milagro