(NCR/InfoCatólica) Desde Kenia hasta Camerún, Ghana y Tanzania, los obispos informan que trabajadores de ONGs occidentales, funcionarios gubernamentales e incluso turistas están promoviendo una ideología sobre la sexualidad y la persona humana que es incompatible no solo con los valores culturales africanos, sino también con las enseñanzas bíblicas y tradicionales de la fe católica.
Aspectos de esta tendencia son consistentes con lo que el Papa Francisco ha criticado como «colonización ideológica,» donde gobiernos occidentales presionan a naciones menos desarrolladas para que cambien sus políticas públicas. Los prelados africanos advierten que la promoción de causas como la normalización de la actividad homosexual está siendo impulsada por esfuerzos casi evangelísticos.
Este proselitismo ideológico lo llevan a cabo desde trabajadores de ONG promoviendo ideologías sexuales en las aulas hasta activistas reclutando jóvenes africanos para fiestas de sexo gay.
Las organizaciones pro-LGBTQ a menudo niegan estas afirmaciones, calificándolas de alarmismo propagado por cristianos conservadores.
Por su parte, el episcopado católico de África está dando testimonio de su experiencia en la lucha contra lo que consideran una amenaza moral y espiritual grave.
El arzobispo Charles Palmer-Buckle de Cape Coast, Ghana, señala que los turistas blancos que visitan las playas de Ghana están promoviendo algo muy diferente entre su gente.
El prelado dice ademásque ha tratado frecuentemente con trabajadores de ayuda extranjera que promueven temas como la homosexualidad en escuelas y otros espacios, a pesar de que este activismo esté prohibido por los estatutos o reglas fundamentales bajo las cuales operan las ONGs.
En la archidiócesis de Mwanza, Tanzania, la preocupación sobre la explotación sexual de los jóvenes llevó a la creación de un grupo de trabajo archidiocesano para instruir a los jóvenes sobre cómo responder si se les invita a participar en actividades sexuales inmorales.
El arzobispo Nkwande de Tanzania también mencionó que las ONG occidentales distribuyen lubricantes utilizados en el sexo gay en su arquidiócesis, un esfuerzo que, según él, se detuvo durante la administración de Trump, pero ha aumentado durante los casi cuatro años de la administración de Joe Biden.
En Kenia, el clero informa que el personal asociado con ONG promueve la homosexualidad en las aulas e incluso brinda apoyo financiero a jóvenes que adoptan un estilo de vida gay, lo que a su vez atrae a otros jóvenes.
Los valores occidentales también están siendo importados a África a través de las redes sociales, especialmente en lugares como Kenia, donde más del 60% de los residentes tienen smart phones (teléfonos móviles/celulares) .
El arzobispo Maurice Muhatia Makumba de Kisumu hace una clara distinción entre el mensaje traído por los evangelizadores en décadas pasadas y los mensajes de secularización y hedonismo promovidos en Kenia por las plataformas de redes sociales de hoy.
La proscripción ideológica en África a nivel personal y cultural se está moviendo en conjunto con la colonización ideológica a nivel de políticas públicas, algo que el Papa Francisco ha dicho que «destruye la personalidad humana.»
En Camerún, por ejemplo, el aborto es ilegal, pero se informa que las ONG occidentales otorgan subvenciones a abortorios en Camerún para realizar abortos gratuitos, que son tolerados por el gobierno local.
En Obala, el obispo Sosthène Léopold Bayemi Matjei dijo que el contenido en redes sociales de países como Francia, el antiguo colonizador de este país centroafricano, está provocando una transformación dramática de los valores entre la juventud camerunesa.
Además de los cambios en el lenguaje y la vestimenta, el obispo Bayemi dijo que ahora tiene conocimiento de informes que indican que jóvenes están organizando grupos sexuales después de haber sido expuestos a la idea a través de videos en línea.
«Son cosas que nunca imaginé», dijo. «Pero ahora vemos que están llegando».
En cuanto a la homosexualidad, varias naciones africanas han respondido al empuje ideológico occidental redactando medidas estrictas para frenar la propagación de la ideología LGBTQ. Algunas de estas leyes hacen ilegal identificarse públicamente como gay, mientras que otras imponen severas penas para las relaciones homosexuales.
En Tanzania, el arzobispo Nkwande señala el testimonio de San Carlos Lwanga, uno de los primeros africanos subsaharianos canonizados, como un testigo para el momento presente. El santo de Uganda y sus compañeros fueron martirizados en 1886 después de resistir los avances sexuales inmorales de un rey y negarse a renunciar a su fe católica.