El Papa anima a los obispos de las regiones árabes: «¡Mantened encendida la esperanza!»

Han estado en Roma desde el lunes hasta el jueves

El Papa anima a los obispos de las regiones árabes: «¡Mantened encendida la esperanza!»

Del 26 al 29 de agosto de 2024, los Obispos Latinos de las Regiones Árabes (CELRA) se reunieron en Roma para deliberar sobre la evolución de los asuntos eclesiásticos y la situación política en la región y para discutir los planes de colaboración futura.

(LOR/Infocatólica) En la mañana del lunes 26 de agosto, los miembros de la Conferencia, presidida por Su Beatitud el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, se reunieron con S.E. el Cardenal Claudio Gugerotti, Prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, acompañado por S.E. el Arzobispo Michel Jalakh, Secretario del Dicasterio para las Iglesias Orientales.

Su Beatitud el Cardenal presentó a los miembros de la Conferencia a Su Eminencia el Cardenal Gugerotti, destacando sus posiciones actuales y le proporcionó el contexto de la reunión de la Conferencia en Roma.

A continuación, tuvo lugar un intercambio de experiencias y opiniones, especialmente sobre el papel de la Iglesia Latina y su presencia en Oriente.

Al final de la reunión, los asistentes recitaron la oración del Ángelus pidiendo a Nuestra Señora que les ayude a cumplir la voluntad de Dios y para que la paz se manifieste en el mundo, especialmente en Oriente Medio. En su discurso de clausura, el Cardenal Gugerotti deseó éxito a la Conferencia en su misión.

El miércoles 28 de agosto, S.S. el Papa Francisco recibió a los miembros de la CELRA en el Aula Pablo VI. Su Santidad señaló que la extrema tensión en Oriente Medio está causando la muerte de miles de personas inocentes y muchos sufrimientos innecesarios. Instó al Consejo a esforzarse por trabajar por la paz, diciendo:

«Hoy tengo la oportunidad de expresar directamente mi cercanía a vosotros y a las Iglesias que representáis. Que el Señor os dé siempre la fuerza para dar testimonio de la fe en Él, también a través del diálogo respetuoso y sincero con todos. ¡Mantened encendida la esperanza! Sed vosotros mismos, para todos, signos de esperanza, una presencia que fomenta las palabras y los gestos de paz, fraternidad y respeto».

 

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