(Episkopat/InfoCatólica) La exhortación se incluye en la Carta Pastoral escrita para la XIV Semana de la Educación, que comenzará el domingo 8 de septiembre bajo el lema «Eduquemos juntos».
El objetivo de la dicha, aseguran los obispos, es «apoyar a la Iglesia, la familia y la escuela en sus esfuerzos conjuntos en torno a la educación de los niños y jóvenes». Señalan, además, que «los padres tienen el derecho de educar religiosamente y moralmente a sus hijos de acuerdo con sus propias convicciones. Esto está garantizado por la Constitución de la República de Polonia».
Los prelados indican que, además de las esferas psicológica, intelectual y física, el proceso educativo también debe abarcar la esfera espiritual. «La relación con Dios es una necesidad natural del ser humano», subrayan.
Los obispos señalan que «la cooperación en el proceso educativo es un gran bien, cuyo valor se percibe en el contexto de los difíciles desafíos educativos actuales». «Llevar a cabo conjuntamente el proceso educativo requiere el reconocimiento del derecho a la diversidad y el derecho a mantener la identidad, de acuerdo con las propias convicciones y creencias religiosas. Se necesita respeto para esos valores en los que los padres desean educar a sus hijos. Esto no se puede destruir de ninguna manera. Los padres cristianos tienen el derecho de educar a sus hijos de acuerdo con la fe que profesan», añaden.
«Queridos Padres, asegúrense de que sus hijos participen en las clases de religión en la escuela. El día del santo bautismo, tomaron la decisión de que ellos caminaran por el camino de la fe», apelan los obispos. Señalan que, desde el punto de vista de la eficacia educativa, «sería catastrófico que existiera una contradicción entre los valores transmitidos por la escuela y aquellos que transmiten los padres. Y eso ocurriría si un niño educado en una familia cristiana fuera persuadido en el entorno escolar de algo completamente opuesto a la fe en Dios, porque en la escuela se implementaría un programa educativo basado en valores que se oponen al mensaje del Evangelio».
Por último, recuerdan que «los padres, cuyos impuestos también sostienen la escuela, tienen el derecho de exigir que la escuela, a través de las clases de religión que se imparten en ella, eduque al niño en armonía con el sistema de valores transmitido en la familia y la Iglesia».