(ACN/InfoCatólica) Marta Petrosillo conoce de cerca la realidad de la persecución religiosa y la importancia de la defensa del derecho fundamental de la libertad religiosa.
¿Cómo valoras el reconocimiento de este día por parte de la ONU, hace ahora 5 años?
Se trata de un primer paso importante hacia una mayor concienciación sobre la cuestión de la libertad religiosa, en general, y los actos de violencia basados en creencias religiosas en particular. Al establecer este día, los estados miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Reconocieron la necesidad urgente de prestar más atención a esta cuestión. Es importante en este día que reconozcamos el sufrimiento de las víctimas por motivos religiosos. Muy a menudo en nuestro trabajo, lo primero que nos piden las personas perseguidas es que no les olvidemos y que su sufrimiento no sea desconocido en el mundo.
¿Ha servido la conmemoración de este día para crear más conciencia o dar a conocer que millones de personas en el mundo son perseguidas por su fe?
Sin duda ha contribuido a sensibilizar. Por desgracia la persecución religiosa siempre ha sido un tema un tanto marginal en la agenda mediática y pública. El establecimiento de un día dedicado a las víctimas de este tipo de violencia, fomenta el debate y la reflexión. Es esencial que hablemos de ello y que lo hagamos con la mayor frecuencia posible. Tomar conciencia de estos actos de violencia que siguen ocurriendo en muchos países del mundo es un paso importante en la defensa de la libertad religiosa.
A nivel internacional, ¿qué acciones concretas se pueden llevar a cabo para acabar con la persecución religiosa?
Es necesaria una acción coordinada a nivel internacional para acabar con la persecución religiosa. Las Naciones Unidas, los gobiernos y los actores políticos deben asegurar el respeto del derecho humano de la libertad religiosa. Hay que garantizar que se investiguen y procesen todos los actos de violencia por motivos religiosos y debemos asegurarnos de que las víctimas y los supervivientes reciban la asistencia que necesitan.
ACN ha presentado el Informe Libertad Religiosa ante la ONU como el principal texto que documenta la situación de la libertad religiosa en el mundo. ¿Qué opinan los estados miembros sobre este informe y lo que revela?
El profesor Heiner Bielefeldt, ex-relator especial de las Naciones Unidas para la libertad religiosa o de creencias, declaró que este informe es importante para recordarnos las atrocidades que ocurren en tantas partes del mundo. En realidad, el informe de ACN es el único, junto con el del Departamento de Estado de Estados Unidos, que analiza la situación de la libertad religiosa en todos los países y para todos los grupos religiosos. Por lo tanto, como también confirman otras instituciones y diversos representantes de estado, también es una valiosa herramienta a nivel institucional para abordar cuestiones relacionadas con este importante derecho. Además, al publicarse desde hace 25 años, este informe permite observar cómo evoluciona la tendencia de respeto a la libertad religiosa en el mundo.
Como fundación que conoce bien esta realidad, ¿qué otras acciones puede llevar a cabo ACN que influyan en la toma de medidas contra la persecución por causa de la fe?
Durante más de 75 años, ACN no solo ha apoyado miles de proyectos de la Iglesia en todo el mundo, sino que también ha seguido denunciando las violaciones de la libertad religiosa y de la persecución cristiana en particular. Además de realizar una labor constante de investigación, información y sensibilización, ACN lleva a cabo una labor esencial de incidencia a nivel nacional e internacional. Esto va a continuar y reforzarse.
¿Cómo es hoy la persecución religiosa y cuáles son las principales tendencias de este fenómeno que estáis estudiando con el Informe Libertad Religiosa?
Lamentablemente la situación de la libertad religiosa en el mundo ha empeorado en muchos aspectos. Hace unos días recordábamos la violencia que las minorías religiosas de Irak sufrieron hace 10 años, a manos del Estado Islámico. Hoy, todo esto no ha cesado. Hay un fundamentalismo religioso que sigue produciendo numerosas víctimas a causa del odio a la fe. Especialmente en África, donde parece que se ha desplazado el centro del extremismo. En Pakistán y otros países, las minorías religiosas se ven privadas de sus derechos y muchas niñas víctimas de matrimonios y conversiones forzadas. También hay estados que siguen negando la libertad religiosa, como por ejemplo Corea del Norte.