(PRC/InfoCatólica) La emigración ha crecido de manera constante en las últimas décadas. Hoy en día, más de 280 millones de personas, o el 3,6% de la población mundial, son migrantes internacionales, lo que significa que viven fuera de su país de nacimiento.
Los cristianos constituían aproximadamente el 47% de todas las personas que vivían fuera de su país de origen en 2020, el último año para el que se disponen de cifras globales, según un nuevo análisis del Pew Research Center basado en datos de las Naciones Unidas y en 270 censos y encuestas.
Los musulmanes representaban el 29% de todos los migrantes, seguidos por los hindúes (5%), los budistas (4%) y los judíos (1%).
Las personas sin afiliación religiosa, es decir, aquellas que dicen no tener religión o que se identifican como ateas o agnósticas, representaban el 13% de todas las personas que han abandonado su país de nacimiento y ahora viven en otro lugar.
En los últimos treinta años, el número total de personas que viven como emigrantes internacionales ha aumentado en un 83%, superando el crecimiento de la población mundial, que ha sido del 47%.
Este informe se centra en el «stock» de emigrantes en lugar de los «flujos». Se cuenta a todos los adultos y niños que ahora viven fuera de sus países de nacimiento, sin importar cuándo se fueron. No se trata de estimar cuántas personas se mudan en un solo año.
Aunque la composición religiosa de los flujos migratorios puede cambiar drásticamente de un año a otro debido a guerras, crisis económicas y desastres naturales, el total de emigrantes cambia más lentamente, reflejando patrones que se han acumulado a lo largo del tiempo.
La composición religiosa de todos los migrantes internacionales se ha mantenido relativamente estable desde 1990.
El análisis revela:
- Los cristianos constituyen una proporción mucho mayor de los emigrantes (47%) que de la población mundial (30%). México es el país de origen más común para los emigrantes cristianos, y Estados Unidos es su destino más habitual.
- Los musulmanes representan una proporción ligeramente mayor de los emigrantes (29%) que de la población mundial (25%). Siria es el país de origen más común para los emigrantes musulmanes, y estos suelen trasladarse a lugares en la región de Oriente Medio y África del Norte, como Arabia Saudita.
- Las personas sin religión constituyen un porcentaje menor de los emigrantes (13%) que de la población mundial (23%). China es el país de origen más común para los emigrantes sin afiliación religiosa, y Estados Unidos es su destino más habitual.
- Los hindúes están marcadamente subrepresentados entre los migrantes internacionales (5%) en comparación con su proporción en la población mundial (15%). India es tanto el país de origen más común como el principal destino para los emigrantes hindúes.
- Los budistas representan el 4% de la población mundial y el 4% de sus emigrantes internacionales. Birmania (también llamada Myanmar) es el país de origen más común para los migrantes budistas, mientras que Tailandia es su destino más habitual.
- Los judíos forman una proporción mucho mayor de emigrantes (1%) que de la población mundial (0,2%). Israel es el país de origen más frecuente entre los emigrantes judíos y también su principal destino.
De todos los principales grupos religiosos, los judíos son, con diferencia, los más propensos a haber emigrado. Uno de cada cinco judíos reside fuera de su país de nacimiento, en comparación con menores porcentajes de cristianos (6%), musulmanes (4%), hindúes (1%), budistas (4%) y personas sin afiliación religiosa (2%).
Cómo se relaciona la religión con la migración
Las personas se trasladan internacionalmente por muchas razones, como encontrar trabajo, obtener una educación o reunirse con sus familiares. Sin embargo, la religión y la emigración a menudo están estrechamente relacionadas.
Muchos emigrantes se han trasladado para escapar de la persecución religiosa o para vivir entre personas que comparten sus creencias religiosas. A menudo, las personas se mudan y llevan su religión consigo, contribuyendo a cambios graduales en la composición religiosa de su nuevo país. Sin embargo, en algunos casos, los emigrantes abandonan la religión con la que crecieron y adoptan la religión mayoritaria de su nuevo país de acogida, otra religión o ninguna religión.
Aunque los patrones migratorios de los grupos religiosos difieren, los grupos en este análisis también tienen mucho en común. Por ejemplo, los emigrantes frecuentemente se dirigen a países donde su identidad religiosa ya es prevalente: muchos musulmanes se han trasladado a Arabia Saudita, mientras que los judíos han gravitado hacia Israel. Cristianos y emigrantes sin afiliación religiosa tienen los mismos tres principales destinos: Estados Unidos, Alemania y Rusia.
Independientemente de su religión, los emigrantes a menudo se trasladan de lugares relativamente pobres o peligrosos a países donde esperan encontrar prosperidad y seguridad.
Estos son algunos de los hallazgos clave del análisis del Pew Research Center sobre migrantes internacionales en todo el mundo. El estudio forma parte del proyecto Pew-Templeton Global Religious Futures, que busca comprender el cambio religioso global y su impacto en las sociedades.