(Opoka/InfoCatólica) La manifestación comenzará a las 13:00 en la Plaza del Castillo. «Invitamos cordialmente a todas las personas que se oponen a las restricciones en el acceso a la educación religiosa impuestas por el Ministerio de Educación Nacional (MEN) a unirse a nosotros», escribe la Asociación de Catequistas Laicos, que organiza la protesta. Este es el primer gran evento relacionado con los cambios en la enseñanza de la religión en el que pueden participar padres y otros laicos.
Opoka ha señalado repetidamente los problemas con el reglamento de la ministra de educación Barbara Nowacka respecto a las clases de religión. Este establece que a partir del 1 de septiembre de 2025, en las escuelas públicas, la religión se enseñará solo una hora a la semana, y será la primera o la última clase del día. También será posible agrupar a los niños de diferentes grados en una sola clase: grados 1-3, 4-6 y 7-8. El Defensor del Pueblo, Marcin Wiącek, protestó recientemente contra las propuestas de Nowacka. Varios juristas también han señalado que introducir tales cambios sin las consultas requeridas por la ley con las asociaciones religiosas es inconstitucional.
Los organizadores de la protesta del miércoles están alentando a firmar una petición dirigida a la ministra Nowacka. Una de las peticiones la publican conjuntamente los principales semanarios católicos. En ella se lee:
«No estoy de acuerdo con la posibilidad de agrupar a estudiantes de diferentes clases y niveles educativos en las clases de religión. Esta medida es una manifestación de desigualdad y trato injusto hacia los estudiantes y maestros de religión. Viola los derechos del estudiante, quebranta principios psicológicos, pedagógicos y didácticos.
No estoy de acuerdo con la decisión del Ministerio de Educación Nacional de reducir arbitrariamente el número de clases de religión a una por semana.
No estoy de acuerdo con la decisión del Ministerio de Educación Nacional de que la calificación de religión no se incluya en el promedio de notas. Esto atenta gravemente contra los principios básicos de la didáctica. Un niño no puede entender por qué su esfuerzo en las clases de religión no es valorado de la misma manera que en otras materias. La decisión se tomó sin acuerdo con los representantes de la Iglesia Católica en Polonia y sin consultar a los padres.
No estoy de acuerdo con la disposición del Ministerio de Educación Nacional de colocar obligatoriamente las clases de religión solo al principio y al final de la jornada escolar. Esto discrimina a las personas creyentes y perjudica a los alumnos y a sus padres. También atenta contra los derechos básicos de los maestros de religión, establecidos, entre otros, en la Carta del Maestro.»