(Church Times/InfoCatólica) En la última década, se han establecido aproximadamente 900 «nuevas iniciativas» en 11 diócesis, sin que ninguna emplee el término «iglesia» como descriptor principal. Estas iniciativas utilizan términos como «adoración», «congregación» y «comunidad», lo que refleja una variedad de enfoques eclesiológicos que podrían estar fragmentando la identidad y unidad de la Iglesia.
El informe, publicado por el Centro de Teología e Investigación de Plantación de Iglesias en Cranmer Hall, Durham, se basa en entrevistas realizadas entre noviembre de 2022 y junio de 2023. Señala que cada diócesis trabaja con una «eclesiología única», con diferencias notables en cuanto a la importancia de las formas eclesiales tradicionales, como el culto y los sacramentos. Solo una diócesis utiliza un término arraigado explícitamente en fuentes anglicanas.
El informe plantea una preocupación fundamental: si las iglesias locales difieren en su autocomprensión esencial, ¿es posible mantener la cohesión dentro de la Iglesia de Inglaterra? Además, el rápido surgimiento de este «nuevo lenguaje eclesial» está influyendo en la teología operativa de la Iglesia, y podría estar impulsando una redefinición de lo que significa ser una iglesia en este contexto.
Este cambio también se relaciona con la Visión y Estrategia nacional para la década actual, que prioriza una «ecología mixta» en la iglesia, buscando que cada persona en Inglaterra tenga acceso a una comunidad de fe enriquecedora. En 2021, se anunciaron planes para establecer más de 10,000 nuevas comunidades de adoración en la próxima década, con una inversión de al menos 82.7 millones de libras. .
Sin embargo, el informe critica la falta de una reflexión teológica profunda detrás de estas nuevas iniciativas. Mientras algunos sectores de la Iglesia se centran en la fidelidad a las formas y prácticas eclesiales tradicionales, otros buscan un impacto sustantivo sin una base teológica clara. Esta división ha dejado a ciertos sectores de la Iglesia sintiéndose excluidos del debate sobre la creación de nuevas iglesias.
Además, el informe destaca que solo cinco de las 900 iniciativas pertenecen a la tradición católica, lo cual no sorprende, ya que este movimiento ha sido impulsado principalmente por la teología evangélica. Esto plantea un desafío para aquellos de tradición católica, que pueden tener dificultades para involucrarse en un movimiento que redefine lo que significa ser una iglesia de una manera menos estricta.
Finalmente, el informe concluye que, sin raíces teológicas sólidas, el marco conceptual de la Iglesia podría depender demasiado de teorías empresariales y de gestión, en lugar de fundamentos religiosos. Por lo tanto, es crucial que la Iglesia de Inglaterra se pregunte cuáles son los «fines» de iniciar nuevas iglesias y cómo estos difieren de los objetivos del mundo contemporáneo, especialmente dentro del contexto capitalista de libre mercado. Se necesita una mayor coherencia teológica para asegurar que las actividades de la Iglesia se alineen con sus afirmaciones teológicas fundamentales.