(Zenit/InfoCatólica) Kilgraston School, una institución privada de Perthshire, ha anunciado su cierre repentino, justo un año después de evitar por los pelos un destino similar. La decisión, calificada de «desgarradora» por el consejo de administración de la escuela, se produce a raíz de los graves problemas financieros y los cambios políticos que se avecinan.
En una carta fechada el 13 de agosto, el consejo de Kilgraston detalla los factores que han llevado al cierre, entre ellos un importante déficit financiero, una deuda a largo plazo y el impacto previsto del plan del Partido Laborista británico de introducir el IVA en las tasas de los colegios independientes a partir del año que viene.
La escuela, que iba a acoger de nuevo a alumnos este mes, permanecerá cerrada. Kilgraston, el último internado católico de Escocia, cobraba aproximadamente 39.000 libras anuales a los alumnos internos y 23.000 libras a los externos. A pesar de los esfuerzos por asegurar el futuro de la escuela, incluida una propuesta de compra por Achieve Education, el acuerdo fracasó cuando el proveedor de educación retiró su apoyo financiero.
Fundada en 1930, Kilgraston ha tenido que hacer frente a un descenso del número de alumnos matriculados, que este año han sido 173, muy por debajo de los 210 necesarios para cubrir gastos. Además, la escuela soportaba la carga de 3,4 millones de libras en préstamos y compromisos financieros a largo plazo.
El consejo expresó su profundo pesar por el cierre, reconociendo la conmoción y decepción que causaría a los estudiantes, padres, antiguos alumnos y personal. «Hemos agotado todas las opciones posibles para mantener la escuela abierta, pero la falta de liquidez y la retirada de nuestro último inversor viable nos han dejado sin elección», dice el comunicado de la junta.
El anuncio marca el final de un período turbulento para Kilgraston, que había evitado el cierre en 2022 después de recaudar 2 millones de libras en un esfuerzo de rescate de última hora.
Sin embargo, las presiones financieras resultaron insuperables esta vez. «El año pasado fue increíblemente difícil para Kilgraston», explicó un portavoz de la junta. «Achieve Education intervino para proporcionar ayuda financiera a corto plazo y planeó comprar la escuela.
Por desgracia, cambios inesperados dentro de Achieve Education les llevaron a reconsiderar su inversión, dejándonos con una situación financiera insostenible.» El consejo escolar se ha comprometido a dar prioridad al bienestar del personal y los alumnos durante el cierre, ofreciendo ayuda a los padres para encontrar escuelas alternativas para sus hijos.
«Lamentamos profundamente no poder seguir gestionando una escuela que significa tanto para todos nosotros», concluye el consejo. El cierre de Kilgraston deja tras de sí un legado de casi un siglo de educación, pero también pone de relieve las crecientes presiones financieras que sufren las escuelas independientes del Reino Unido, agravadas por los cambios políticos y la incertidumbre económica.