(ACIPrensa/InfoCatólica) La semana pasada, una familia en Colorado presentó una demanda contra el estado en relación con una ley que permitía a una escuela secundaria participar en la transición de género de su hija sin notificar a sus padres.
Un consejero escolar había conectado a la adolescente de 14 años con un terapeuta especializado en cuestiones de género, quien recomendó tratamiento hormonal y cirugía sin el consentimiento paterno.
La Ley de Cambio de Nombre de Colorado obliga a usar los nombres y pronombres que los estudiantes con disforia de género prefieren, mientras que una política del distrito escolar prohíbe informar a los padres sobre la transición social del estudiante sin su autorización.
En la demanda presentada el 7 de agosto, los padres, identificados como John y Jane Doe, alegan que su hija de 14 años, conocida como «A.D.», quien cursa su primer año de secundaria, estaba enfrentando ansiedad y depresión cuando buscó la asistencia de un consejero en la escuela secundaria Brighton para cambiar su identidad a una masculina.
La denuncia sostiene que la escuela mantuvo en secreto la transición de género de la estudiante frente a los padres, llamándola por su nombre femenino en las comunicaciones con ellos, mientras que en el entorno escolar se usaba el nombre masculino que ella prefería.
El consejero escolar conectó a la hija con un terapeuta transgénero sin informar a los padres, quien discutió tratamientos hormonales y una mastectomía. Aunque los padres sabían que su hija tenía problemas de salud mental, no se les informó que la escuela estaba apoyando su transición social. Los padres comenzaron a sospechar de la transición social de su hija en primavera.
Asimismo, señalan en la denuncia que, tiempo después de estar recibiendo la asesoría del terapeuta, su hija confesó que «cambiar quién es no fue la respuesta» y que «se arrepiente de querer hacer la transición».
Además, alegan que «la transición social es una forma poderosa de tratamiento psicológico», recordando que dicho procedimiento en menores «sólo se puede hacer bajo la supervisión vigilante de un profesional de la salud mental capacitado y con una estrecha participación de los padres en cada paso del camino».
Eric Sell, el abogado de los padres, declaró mediante una publicación en X: «Los distritos escolares de todo Colorado están facilitando un tratamiento psicológico importante para los niños sin el conocimiento o consentimiento de sus padres».
El abogado asegura que dicha «práctica peligrosa puede generar mayores tasas de ansiedad, depresión y tendencias suicidas en el futuro para estos niños. Son los padres, no las escuelas, quienes deberían tomar estas decisiones importantes».
El Center for American Liberty y el bufete Gessler Blue están representando a los padres en la demanda. Ellos argumentan que la 14ª Enmienda da a los padres el derecho a estar informados sobre decisiones importantes en la escuela.
Solicitan que el tribunal anule la Ley de Cambio de Nombre y la Política de Exclusión de los Padres, y que impida su aplicación durante la demanda.