(kath.ch/InfoCatólica) En mayo aparecía un estudio que mostraba que la mayoría de los sacerdotes jóvenes alemanes rechazan las heterodoxias del camino sinodal. Nikita Katsuba quiso comprobar si las conclusiones eran ciertas. Y para «su desgracia» lo eran.
Los curas son conservadores y proceden de buenas familias católicas: ése es el tópico, dice. Esto también es cierto, afirma el científico social Nikita Katsuba, de Bochum en una quejosa entrevista para kath.ch. El investigador ve una brecha creciente hacia el centro de la sociedad. En el fondo, como la burra de Baalam dice la verdad sobre el papel del sacerdote, aunque para él sea malo.
Según el científico social Nikita Katsuba, el estudio sobre los sacerdotes de Bochum confirma lo que él llama «estereotipos clásicos»: «Familias de origen católicas y monodenominacionales, educación religiosa eclesiástica, impresiones formativas de la Iglesia durante la fase decisiva de socialización, ideas conservadoras - por no decir anticuadas - sobre la labor sacerdotal y sobre el propio papel como sacerdote», afirma el investigador de Bochum en una entrevista concedida el viernes al portal «kath.ch». «Hay casos atípicos que no se ajustan a este patrón, pero son minoría».
«La mayoría de los sacerdotes con su habitus católico tradicional representan cada vez menos el centro de la sociedad -como ocurría hace unas décadas- y cada vez más una franja conservadora, demográficamente envejecida y cada vez más reducida», continuó Katsuba. Así, las opiniones de importantes representantes de la Iglesia y la sociedad - «incluidos los católicos - sobre una amplia gama de temas de actualidad en política, moral e Iglesia» son cada vez más divergentes.
Haría bien el investigador en una inmersión de realidad como la que sufrió Mons. Bätzing, que se sorprendió de que los jóvenes no se hagan «sus» grandes preguntas.
Convencionales o conservadores
El estudio publicado en mayo por el «Centro de Investigación Pastoral Aplicada» (zap), con sede en Bochum, encuestó a sacerdotes ordenados entre 2010 y 2021. Reveló que en su mayoría procedían de familias con muchos hijos y se habían socializado en un entorno eclesiástico tradicional. Además, la mayoría tenía una orientación convencional o conservadora.
Las cuestiones relativas a la reforma de la Iglesia no recibieron mucho apoyo por parte de los jóvenes sacerdotes: las preguntas sobre la admisión de mujeres a la ordenación o una mayor participación de los laicos en las decisiones eclesiásticas sólo recibieron una aprobación de entre el 25% y el 36%. Más del 80%, en cambio, opina que una reforma de la Iglesia requiere más ofertas con profundidad espiritual; alrededor del 76% considera crucial una mayor atención a la comunicación del contenido de la fe. Los responsables ven en los resultados del estudio una gran necesidad de un cambio de rumbo en la pastoral vocacional y en la formación de los sacerdotes.