(Asia News/InfoCatólica) Uttar Pradesh, el estado más poblado de la India -cuyo gobierno local está dirigido por el monje hindú Yogi Adityanath (en la foto), uno de los miembros más destacados del BJP, el partido nacionalista del primer ministro Narendra Modi- ha endurecido aún más su ley anticonversión. Una medida que preocupa profundamente a las comunidades cristianas locales, debido a los numerosos episodios de intolerancia e intimidación por parte de las franjas más extremistas del movimiento Hindutva que acompañan a este tipo de normativas.
La Ley de Prohibición de Conversiones Ilegales de Religión (Enmienda) de Uttar Pradesh, de 2024, prevé penas más duras, incluida la cadena perpetua, para las conversiones fraudulentas o forzadas. Fue aprobado por la Asamblea del Estado el 30 de julio. El Consejo Nacional de Iglesias de India (NCCI, por sus siglas en inglés) se posicionó en contra de la nueva ley, en una nota firmada por su secretario general, el reverendo Asir Ebenezer. «Aumenta la pena máxima de 10 años a cadena perpetua, permite a cualquier persona presentar una denuncia y complica el proceso de puesta en libertad bajo fianza -escribe-. Nos oponemos a esta ley porque viola las disposiciones de la Constitución india. La conversión en sí misma no es un delito, a menos que sea inducida por influencia indebida, tergiversación o coacción, que sólo la víctima puede alegar».
El Consejo Nacional de Iglesias de la India señala también cómo esta ley concede «una amplia autoridad a los funcionarios y a cualquier tercero que podría utilizarse indebidamente para perseguir a personas o comunidades específicas sobre la base de prejuicios religiosos». Esto crea «el riesgo de que aumente el acoso y la criminalización de prácticas religiosas pacíficas, incluido el bautismo cristiano». En general, crea «un clima de desconfianza y división, que amenaza con agravar las tensiones entre comunidades y socavar la armonía religiosa». De ahí el llamamiento al gobierno de Uttar Pradesh para que «reconsidere esta ley», porque «es esencial defender los valores de libertad, igualdad y respeto de todas las personas, independientemente de su afiliación religiosa».
Desde Benarés, el padre Anand Mathew, sacerdote católico y militante de los derechos humanos, comentó también a AsiaNews: «Esta medida es muy inquietante. En la ley anterior, sólo la víctima o sus familiares podían presentar una denuncia ante la policía. Ahora cualquiera con una denuncia falsa puede poner entre rejas a cualquier cristiano, incluso de por vida». Actualmente, en Uttar Pradesh hay al menos 28 cristianos, en su mayoría pastores evangélicos, que languidecen en las cárceles a causa de su fe.