(Orthodox Times/InfoCatólica) En la carta, que responde a una comunicación anterior del Patriarca de Alejandría, el Patriarca Ecuménico Bartolomé subraya el grave peligro que supone el etnofletismo (*) para la Iglesia. Afirma que la Iglesia está hoy «internamente enferma y agotada en una introversión catastrófica, enfrentada al cáncer mortal, cada vez mayor, de la ideología nacionalista».
El Patriarca Ecuménico destaca el creciente desprecio por el orden eclesiástico y eclesiológico, señalando que esta cuestión se ha hecho evidente no sólo dentro de los círculos ortodoxos, sino también para la comunidad internacional.
Refiriéndose a la intrusión de la Iglesia rusa en los límites canónicos del Patriarcado de Alejandría, el Patriarca Bartolomé subraya que los jerarcas del Patriarcado de Moscú serán responsables ante Dios de sus graves ofensas eclesiásticas y del daño infligido a la Iglesia de Alejandría, en particular a las almas de miles de nuevos conversos que buscan la salvación en la Iglesia ortodoxa.
En duros términos, el Patriarca Ecuménico describe las acciones ilegales de la Iglesia rusa en África, acusando a los jerarcas rusos de comportarse como una turba y de dar prioridad al dominio racial sobre la unidad eclesiástica. «No obedecen al humilde Cristo, sino al poderoso oro», afirma Bartolomé. Y continúa: «Declaran descaradamente que primero son rusos y luego ortodoxos. Desde antaño, alteran el orden eclesiástico que les fue entregado genuinamente, los ornamentos, incluso la offikia y las tradiciones, para dejar claro a todo el mundo que difieren y sobresalen.»
La carta también aborda la guerra de Rusia en Ucrania y la postura de la Iglesia Ortodoxa Rusa. «Hoy bendicen con gusto las armas sagradas, las asesinas, contra los ucranianos ortodoxos que defienden la integridad territorial de su país», escribe Bartolomé.
Concluyendo su carta, el Patriarca Ecuménico asegura al Patriarca de Alejandría que la Iglesia de Alejandría no está sola frente a estos desafíos.
(*) El filetismo o etnofletismo (del griego ἔθνος ethnos «nación» y φυλετισμός phyletismos «tribalismo») es el principio de nacionalidades aplicado en el ámbito eclesiástico: en otras palabras, la fusión entre iglesia y nación. El término etnofletismo designa la idea de que una iglesia autocéfala local debe basarse no en un criterio local ( eclesial ), sino en uno nacional o lingüístico. Se utilizó en el Santo y Gran Sínodo pan-ortodoxo (Μείζων Meizon «ampliado») en Constantinopla el 10 de septiembre de 1872 para calificar el «nacionalismo filletista (religioso)», que fue condenado como una herejía eclesial moderna: la iglesia no debe confundirse con el destino de una sola nación o una sola raza.