(Catholic Herald/infoCatólica) Los artistas se han manifestado a través de mensajes en las redes sociales y en comentarios a la prensa. Así desmontan la explicación ofrecida por el comité organizador de los Juegos Olímpicos de París de que la polémica escena era una «interpretación del dios griego Dionisio [que] nos hace conscientes de lo absurdo de la violencia entre los seres humanos».
La drag queen y rapera francesa conocida como Piche, del programa Drag Race France, declaró a los medios de comunicación franceses que su intención era crear un retablo de la Última Cena.
«He recibido muchos mensajes de apoyo y gente muy contenta de que estuviera allí y muy sorprendida de que hubiera drag queens en la ceremonia de apertura», dijo, añadiendo que la oposición a la actuación indica que «hemos tenido éxito y hemos hecho lo que había que hacer, que hemos sido justos y representativos».
«El arte siempre divide. Mientras no conmueva a la gente, para mí no es arte», dijo, argumentando que la parodia de la Última Cena «no es una provocación», ya que «es una representación bíblica que se ha reutilizado en la cultura pop durante décadas y nunca ha sido realmente un problema».
«No hubo provocaciones reales ni nada que fuera verdaderamente obsceno. No nos burlamos de la pintura en absoluto... lo que realmente molesta es que sean los maricas y las drag queens quienes utilicen esa representación», afirmó.
Del mismo modo, Barbara Butch, la lesbiana que se puso un tocado con una corona de aureola plateada y un vestido escotado mientras representaba la figura de Jesús en lla parodia de la Última Cena, dijo que la ceremonia de inauguración pretendía unir a la gente.
Según su perfil de Instagram, Butch es «una activista del amor, Dj y productora afincada en París. Mi objetivo es unir a la gente, reunir a los seres humanos y compartir el amor a través de la música para que todos bailemos y hagamos latir nuestros corazones (¡al unísono!). La música suena mejor con todos nosotros».
Butch publicó en su cuenta de Instagram una captura de pantalla de su actuación en la parodia de la Última Cena sobre una imagen del cuadro original de Da Vinci con el comentario: «¡Oh, sí! ¡Oh sí! El nuevo testamento gay!».