(Infocatólica) Aunque Hezbolá ha negado ser autora del ataque, Israel ha mostrado restos de los cohetes, que son los habitualmente usados por la milicia chiita proiraní.
El Ministro de Exteriores de Israel, ha asegurado que «el ataque de Hezbolá cruzó todas las líneas rojas, y la respuesta será acorde. Nos estamos acercando al momento de una guerra total contra Hezbolá y el Líbano»,
La Asamblea de Ordinarios Católicos de Tierra Santa (AOCTS) ha emitido el siguiente mensaje de condolencia en respuesta a esta tragedia.
Mensaje
«12 niños fueron trágicamente asesinados en un ataque en un parque infantil en Majdal Shams el sábado. Estas vidas inocentes, llenas de esperanzas y sueños, fueron arrebatadas en un acto de violencia indescriptible, causando un profundo dolor a todos los que valoran la vida.
Extendemos nuestras más sinceras condolencias a las familias y seres queridos de las víctimas y a toda la comunidad drusa en Tierra Santa. La pérdida de estos niños es una tragedia indescriptible, dejando un impacto profundo en todos nosotros. Las palabras no pueden expresar completamente el dolor y la indignación que sentimos ante tal acto abominable de violencia.
En este tiempo de duelo, debemos honrar sus recuerdos renovando nuestro compromiso con la paz y rechazando todas las formas de violencia. El ciclo de violencia debe terminar. Instamos a todas las partes a buscar el entendimiento y el respeto mutuo, porque el futuro de nuestros hijos y comunidades depende de ello. ¡Basta de violencia, odio y desprecio!
Suplicamos sinceramente a todas las partes que abandonen el camino del conflicto y las armas, y busquen el entendimiento y el respeto mutuo. El futuro de los niños y el bienestar de nuestras comunidades dependen de nuestra capacidad para trascender el odio y abrazar los principios de compasión y coexistencia. ¡Nada se resolverá con la maldad de las armas y la guerra! ¡No nos dejemos vencer por el mal, sino venzamos el mal con el bien! (Carta de San Pablo a los Romanos 12:21).
Que el Señor conceda consuelo y fortaleza a las familias de las víctimas, y que sus recuerdos nos recuerden la preciosidad de la vida y la urgente necesidad de paz».