(InfoCatólica) El Papa inició su reflexión hablando del gesto de ofrecer, ejemplificado por el muchacho que entregó sus cinco panes y dos peces. Subrayó que este gesto simboliza el reconocimiento de que todos tenemos algo bueno que aportar, aunque parezca insignificante frente a las inmensas necesidades del mundo.
«En la Misa, el sacerdote ofrece el pan y el vino, y cada uno de nosotros se ofrece a sí mismo, su propia vida», explicó Francisco, destacando cómo Dios transforma estos pequeños gestos en grandes milagros, haciendo posible su presencia entre nosotros para la salvación del mundo.
Dar gracias: Reconocimiento humilde y alegre
El segundo gesto, dar gracias, fue resaltado por el Papa como una expresión de humildad y alegría ante los dones recibidos de Dios. «Todo lo que tengo es don tuyo, Señor, y para agradecértelo solamente puedo devolverte lo que Tú me has dado primero», dijo Francisco, animando a los fieles a reconocer y agradecer los dones divinos, por pequeños que parezcan.
Compartir: Comunión y gracia
Francisco habló sobre el gesto de compartir, que en la Misa se manifiesta en la Comunión. Este momento, señaló, es una enseñanza para vivir cada acto de amor como un don de gracia, tanto para quien da como para quien recibe. «El momento de la Comunión es un momento muy hermoso que nos enseña a vivir cada gesto de amor como un don de la gracia», añadió el pontífice.
Reflexión y llamado a la acción
El Papa invitó a los fieles a reflexionar sobre su capacidad para donar, agradecer y compartir, preguntándose si realmente creen tener algo único que ofrecer a los demás y si viven el compartir como un encuentro y enriquecimiento mutuo.
Para concluir, el Pontífice pidió la intercesión de la Virgen María para que los fieles vivan cada Celebración eucarística con fe y reconozcan los milagros de la gracia de Dios en sus vidas diarias.