(ForumLibertas/InfoCatólica) En una rueda de prensa celebrada el 16 de julio el director ejecutivo de la organización pro-eutanasia The Last Resort, Florian Willet, compartió la noticia de que Suiza se encuentra muy próxima a implementar por primera vez su cápsula suicida portátil.
Según Willet, el creciente número de solicitudes para usar el Sarco hace que sea muy probable que esta innovadora forma de eutanasia se lleve a cabo en breve. Willet describió la cápsula como una «hermosa manera» de fallecer, un comentario que ha suscitado preocupaciones entre el público.
El Sarco, cuya denominación se deriva de «sarcófago», se relaciona a la imagen de los ataúdes de los antiguos faraones egipcios, adaptándolo a un contexto «futurista y distópico». Esta cápsula fue fabricada mediante impresión 3D y la presentaron oficialmente al público hace algunos años, provocando un intenso debate desde el primer momento de exposición.
Philip Nitschke, conocido como el «Dr. Muerte» por su intento de «romantizar» el suicidio y la eutanasia, es el fundador de Exit International. Este activista, que se destacó en los años 90 por asistir a cuatro pacientes terminales a suicidarse utilizando su «máquina de salvación»—un dispositivo que administraba una droga letal a través de una infusión intravenosa activada por un botón en un ordenador portátil—ha sido una figura controvertida en el debate internacional sobre la eutanasia.
Nitschke también es autor de «La píldora pacífica», un libro que ofrece orientación sobre el suicidio y que fue prohibido en su país natal, Austria. En 2015, la Asociación Médica de Austria le prohibió ejercer, por lo que Nitschke empezó a buscar otras alternativas y decidió mudarse a los Países Bajos y luego a Suiza, país en el que la eutanasia sí es legal.
En una reciente entrevista, Philip Nitschke detalló el funcionamiento de la cápsula Sarco. Según Nitschke, antes de que la persona dentro de la cápsula active el proceso, se le hacen preguntas para confirmar su identidad, ubicación y comprensión del mecanismo de activación. La muerte puede ser desencadenada por un botón, un gesto, control de voz o incluso un parpadeo, lo que permite su uso por personas con graves limitaciones de comunicación o movilidad. Al activar el proceso, la cápsula se llena de nitrógeno, reduciendo el nivel de oxígeno al 0,05% en menos de 30 segundos, lo que induce inconsciencia y lleva a la muerte en aproximadamente cinco minutos.
La cápsula Sarco, que se estrenará en Suiza a finales de 2024, permite a los usuarios optar con mucha facilidad por la eutanasia al presionar un botón tras una evaluación psiquiátrica. Aunque Willet describe el proceso como pacífico y hermoso, el dispositivo no ha sido probado en animales y enfrenta críticas sobre su efectividad y ética. La controversia se intensifica aún más tras un caso reciente en EE.UU., donde la asfixia con nitrógeno resultó en una agonía prolongada.
La vida humana es incalculablemente valiosa y cada ser humano merece recibir protección y dignidad. Es importante y esencial evitar este tipo de prácticas que hacen ver la muerte como una simple opción y niegan el milagro de la vida y la posición de autoridad de Dios como el único que puede otorgarla o retirarla.