(Kath/InfoCatólica) Kröning explica en «Die Welt» que en Kerpen (Renania del Norte-Westfalia) se iba a crear una llamada «habitación protegida» para niños en una guardería católica. En esta sala, los niños deberían poder «descubrirse y satisfacerse físicamente», ya que -según la información de la página web de esta guardería- la sexualidad «contribuye al desarrollo sano de los niños». La oficina de protección de menores responsable puso fin a estos planes. El año pasado, la Oficina de Bienestar Juvenil de Baja Sajonia también prohibió una «sala de exploración corporal» en una guardería de la Asociación de Bienestar de los Trabajadores de Hannover, alegando que pondría en peligro el bienestar de los niños.
Josefine Barbaric, fundadora de la asociación «No, no hagas eso», criticó en una entrevista a Die Welt que tales programas de educación sexual supondrían el desmantelamiento de las zonas de protección para los niños. Pide que «se garantice la calidad en la aplicación a escala nacional de los llamados conceptos de educación sexual», ya que actualmente estos conceptos sirven sobre todo para derribar los límites naturales de vergüenza de los niños. Además, explica que los niños se enfrentan a mundos de adultos:
«En última instancia, ahora se puede introducir a los niños en los llamados juegos de médicos en un entorno supuestamente educativo. A menudo, los padres ni siquiera se enteran».
Barbaric advierte que el Centro Federal de Educación para la Salud (BZgA) utiliza «frases casi idénticas» a las declaraciones del fallecido educador sexual Helmut Kentler en sus programas marco de 2011 y 2016. Sin embargo, Kentler fue el psicólogo que colocó a niños de acogida con hombres pedófilos durante más de 30 años y exoneró a delincuentes pedófilos como perito, recuerda Barbaric.