(La Voz de Michoacán/InfoCatólica) Durante una homilía el prelado aseguró «que va quedando cada vez más claro, que fue una elección de Estado, con tantas irregularidades como nunca se había visto». Señaló que si en México hubiera estado de derecho, «esa elección inmediatamente debería haber sido anulada».
El obispo habló de compras de votos, «sobre todo en los lugares donde hay más miseria. Yo aquí, en Apatzingán, me di cuenta que a mil o mil quinientos pesos (ndr: 50/75€) cada voto».
El prelado aseguró que en una reunión en Morelia con otros obispos, señalaron que en el sureste los votos se compraban por cinco mil pesos (ndr:250€) y cuestionó de dónde salió ese dinero. Igualmente denunció la presencia del crimen organizado el día de la elección «en muchos lugares, obligando al voto por un partido X».
Mons. Ascencio advirtió de «la inminente llegada del comunismo» que definió como «una ideología atea que va mermando las libertades y, sobre todo, la libertad de conciencia y la libertad religiosa.
«Todavía tenemos presidenta virtual, todavía no ha sido ratificada su presidencia, pero yo felicito a los cristianos, a los católicos, que siguen orando e invitando a rezar el rosario, con fe, ante la llegada del comunismo», dijo. Y añadió
«Yo felicito a los que están y estamos orando por México, por no perder el México en libertad, el México que sea capaz de mostrar su fe y su amor, y un México que haga opción por la paz y la libertad, no para vivir en la eterna mentira, engañados».
El prelado exhortó a los fieles a luchar desde su fe:
«Digamos no a la dictadura y sí a la libertad, porque la libertad es para que tengamos vida. Luchemos desde nuestra fe para que el mundo que nos rodea deje de ser un flujo de injusticia y un flujo constante de sangre».
Luto por la violencia
El obispo de Apatzingán dijo también que en vez de celebrar en el Zócalo el quinto aniversario de haber llegado al poder, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, debería celebrar un día de duelo nacional y reconocer que en el país hay más violencia ahora que hace cinco años.
El obispo aseguró que le duele contemplar su diócesis «tan lacerada» y señaló que «mientras algunas autoridades dicen que todo está bien, los que vivimos aquí, y un servidor, sabemos que no está bien».:
«Curiosamente, ayer, nuestro primer mandatario celebraba el quinto aniversario de haber llegado al poder... Y él nos prometió que su principal objetivo era poner la paz en nuestro país.
Yo digo, en vez de haber celebrado festivamente en el zócalo, por qué no celebrar un día de luto, de duelo nacional. No solo por los fieles de mi diócesis que han perdido la vida, por tantos hermanos de México. Celebrar un día de duelo y reconocer que en nuestro país hay más violencia que hace cinco años».
Recientemente, Apatzingán ha sido escenario de enfrentamientos entre grupos del crimen organizado, que han obligado el desplazamiento de cientos de personas.