(InfoCatólica/Asia news) La Escuela de la Sagrada Familia en Gaza es una institución educativa católica fundada en 1789. Forma parte de la red de escuelas católicas en Tierra Santa, administrada por la Custodia Franciscana de Tierra Santa.
La escuela ha enfrentado numerosos desafíos debido al conflicto en la región, incluyendo bombardeos y cierres temporales, pero ha mantenido su compromiso con su misión educativa. Antes de que la guerra pusiera fin a sus actividades haituales, ofrecía un currículo académico riguroso que abarca ciencias, matemáticas, humanidades y artes. Además de la instrucción académica, la escuela apoyaba a la comunidad local mediante programas de asistencia y actividades comunitarias, proporcionando un espacio seguro para que los niños y jóvenes puedan aprender y crecer.
Al parecer el objetivo del ataque era Ihab al-Ghusain, viceministro de Trabajo de Hamás.
Comunicado de Prensa
El Patriarcado Latino de Jerusalén sigue con gran preocupación las noticias de los ataques, aparentemente lanzados por el ejército israelí contra la Escuela de la Sagrada Familia en Gaza esta mañana. Las imágenes y los informes de los medios de comunicación del lugar incluyen escenas de víctimas civiles y de destrucción en el complejo.
Aunque propiedad del Patriarcado Latino de Jerusalén, la Escuela de la Sagrada Familia ha sido, desde el comienzo de la guerra, un lugar de refugio para cientos de civiles. No hay personal religioso que resida en la escuela.
El Patriarcado Latino condena en los términos más enérgicos los ataques contra civiles o cualquier acción beligerante que no garantice que los civiles permanezcan fuera de la escena del combate.
Seguimos orando por la misericordia del Señor y esperamos que las partes lleguen a un acuerdo que ponga fin de inmediato al horrible baño de sangre y a la catástrofe humanitaria en la región.
El ataque a la escuela católica de la Franja no es el único que ha tenido como objetivo una institución educativa durante el fin de semana que acaba de terminar. Según fuentes de Al Yazira, el 6 de julio, misiles israelíes alcanzaron la escuela Al Jawni de Nuseirat, gestionada por Naciones Unidas (UNRWA), donde se alojaban palestinos desplazados que habían huido de la Franja, matando al menos a 16 personas. El ataque afectó al campo de refugiados y sumió en el caos al hospital de los Mártires de Al Aqsa en Deir el-Balah, con capacidad para 200 personas y que debe atender a más de 600 pacientes. Los dirigentes del ejército afirmaron que en el asalto a la escuela de la ONU el objetivo eran los «terroristas» que operan en la zona. Por otra parte, la agencia palestina Wafa informó de que el edificio se utilizaba como refugio para desplazados y albergaba a cientos de personas, principalmente mujeres y niños, mientras que Hamás negó que sus combatientes estuvieran presentes en las instalaciones.
«Otro día. Otro mes. Otra escuela golpeada», escribió ayer el jefe de la Unrwa, Philippe Lazzarini, en X. La portavoz de la agencia de la ONU para los palestinos, Juliette Touma, dijo a Afp que 190 instalaciones, más de la mitad de las que gestiona la Unrwa en la Franja, habían sido atacadas desde el 7 de octubre, algunas de ellas «más de una vez», y que al menos 196 trabajadores habían muerto, dos de ellos durante el pasado fin de semana. «Cuando empezó la guerra cerramos las escuelas y se convirtieron en refugios», prosiguió la portavoz, y hay al menos «450 incidentes» relacionados con edificios de la agencia, con daños en las instalaciones «sin precedentes en la historia de Naciones Unidas».
Hamás calificó el asalto a la escuela de Al Jawni de «masacre odiosa», mientras que Israel afirma que tuvo como objetivo «un escondite y una infraestructura operativa desde la que se llevaron a cabo ataques» contra sus tropas.