(ForumLibertas/InfoCatólica) José Neto, exentrenador de la selección femenina de baloncesto de Brasil, comunicó su renuncia a finales de junio mediante un mensaje en sus redes sociales en el que explicaba que tomaba esta decisión con el fin de defender «los principios y valores de mi fe, a los que debo todo lo que soy y tengo».
La razón de haber tomado esta decisión tan radical fue para demostrar apoyo al preparador físico del equipo, Diego Falcão, a quien despidieron por compartir mensajes sobre defensa de la vida en sus redes sociales.
Todo inició cuando Falcão fue expulsado de su cargo tras compatir su postura sobre el proyecto de ley 1904/2024, que equipara el aborto después de las 22 semanas de gestación al delito de homicidio, con una pena de hasta 20 años de prisión. Falcão había afirmado que «cualquier país que acepte el aborto no está enseñando a su gente a amar, sino a utilizar cualquier violencia para conseguir lo que quiere».
Cuando consultó sobre el hecho de su despido, señaló que la directora del baloncesto femenino de la Confederación Brasileña de Básquetbol (CBB), Roseli Gustavo, justificó su despido con el argumento de que la verdadera causa de su despido fue la atmósfera creada con las jugadoras por este tipo de comentarios.
Explica sobre lo que sucedió: «Ella me lo confirmó, me dijo que estaba fuera de la CBB por la atmósfera que creé. El único argumento en mi contra fue la publicación que hice. “Las chicas ya no se sienten cómodas trabajando contigo y por eso te despedimos”. Le respondí: “Roseli, ir por este camino es muy difícil, porque la intolerancia religiosa le está ganando al profesionalismo. Creo que ni en el deporte ni en Brasil puede ser así”».
En su mensaje en el que anunciaba su renuncia, José Neto expresó su agradecimiento a la CBB, en particular al presidente Guy Peixoto y al vicepresidente Marcelo Souza, por permitirle cumplir el sueño de representar a Brasil y por la confianza depositada en su trabajo durante los últimos seis años. «Agradezco inmensamente a la CBB, específicamente al presidente Guy Peixoto y al vicepresidente Marcelo Souza, que me permitieron realizar una vez más el sueño de representar a mi país y confiaron en mi trabajo durante los últimos seis años como entrenador de la selección femenina de básquetbol de Brasil», dijo Neto.
Finalizó su mensaje con una frase que ha marcado todos sus años de trabajo: «En la vida no hay recompensa y no hay castigo. ¡Lo que existe es una consecuencia! ¡La plantación es gratis, pero la cosecha es obligatoria! Que Dios bendiga inmensamente a cada uno de ustedes. ¡Sigamos avanzando!».