(Agencias/InfoCatólica) El tribunal indica que la exención de los ultraortodoxos “genera una discriminación grave” respecto a quienes sirven obligatoriamente en el ejército, especialmente «en estos días, en medio de una guerra grave», cuando «la carga de la desigualdad es más aguda que nunca y requiere promover una solución sostenible a este asunto».
La fiscal general ha ordenado el reclutamiento «inmediato» de 3.000 judíos ultraortodoxos, el máximo permitido en el 2024
No piensan acatar la sentencia
En Bnei Brak, ciudad de 185.000 habitantes considerada la capital de los ultraortodoxos (jaredíes) de Israel, la ciudadanía no tiene la menor intención de acatar la sentencia y de formar parte del ejército.
Según informa El País, el periodista Shilo Freid, el diario Yediot Aharonot, no es probable que el gobierno israelí quiera forzar el reclutamiento:
«Habrá muchas manifestaciones, huelgas y traslados a la cárcel si el ejército intenta reclutar a los ultraortodoxos por la fuerza»
Además, los partidos Shas y Judaísmo Unido de la Torá (UTJ, por sus siglas en inglés),rechazan por completo el reclutamiento de estudiantes de seminarios religiosos y han amenazado con abandonar la alianza gubernamental si eso llegara a efectuarse.
Moshe Gafni, uno de los líderes de UTJ, aseguró que «no hay un solo juez que entienda el valor del estudio de la Torá y su contribución al pueblo de Israel», mientras que el jefe de Shas, Aryeh Deri –estrecho aliado de Netanyahu que integra el círculo que decide sobre el curso de la invasión en Gaza–, ha prometido que «no hay poder en el mundo que impida al pueblo de Israel estudiar la Torá y el que lo intentó en el pasado, fracasó estrepitosamente».