El documento «El Obispo de Roma» propone reinterpretar las enseñanzas del Concilio Vaticano I sobre el papado

Texto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos

El documento «El Obispo de Roma» propone reinterpretar las enseñanzas del Concilio Vaticano I sobre el papado

El Cardenal Prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos ha presentado y explicado el documento ecuménico titulado «El Obispo de Roma». El pupurado opina que el ministerio del Sucesor de Pedro ya no es visto por las demás Iglesias sólo como un problema, sino como una oportunidad para una reflexión común sobre la naturaleza de la Iglesia y su misión en el mundo.

(Vatican.news/InfoCatólica) «El Obispo de Roma» es un documento del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos: recoge el fruto de los diálogos ecuménicos sobre el ministerio del Papa en respuesta a la invitación formulada hace casi treinta años por Juan Pablo II a raíz de los pasos dados desde el Concilio Vaticano II. Se trata de buscar una forma de ejercicio del primado que sea compartida por las Iglesias que vivieron en plena comunión en los primeros siglos. Aunque no todos los diálogos teológicos «han tratado el tema al mismo nivel o con la misma profundidad», sí es posible señalar algunos «nuevos enfoques» de las cuestiones teológicas más controvertidas.

Releer los textos petrinos

Uno de los frutos de los diálogos teológicos es una lectura renovada de los «textos petrinos», que históricamente se han convertido en un obstáculo para la unidad entre los cristianos. «Se ha desafiado a los participantes en el diálogo a evitar proyecciones anacrónicas de desarrollos doctrinales posteriores y a considerar de nuevo el papel de Pedro entre los apóstoles». Por ejemplo, «se ha redescubierto una diversidad de imágenes, interpretaciones y modelos en el Nuevo Testamento, mientras que nociones bíblicas como episkopé (el ministerio de supervisión), diaconía y el concepto de «función petrina» han ayudado a desarrollar una comprensión más completa de los «textos petrinos».

El origen de la primacía

Otra cuestión controvertida es la concepción católica de la primacía del Obispo de Roma como una institución de derecho divino, mientras que la mayoría de los demás cristianos la entienden sólo como una institución de derecho humano. «Las clarificaciones hermenéuticas», se lee en el documento, «han ayudado a poner esta dicotomía tradicional en una nueva perspectiva», considerando la primacía tanto de derecho divino como humano, es decir, «como parte de la voluntad de Dios para la Iglesia y mediada a través de la historia humana». Los diálogos hicieron énfasis en la distinción «entre la esencia teológica y la contingencia histórica de la primacía» y pidieron «una mayor atención y evaluación del contexto histórico que ha condicionado el ejercicio de la primacía en diferentes regiones y épocas».

El Vaticano I

Según indica Vatican News, un obstáculo importante son las definiciones dogmáticas del Concilio Vaticano I. Varios diálogos ecuménicos han hecho «progresos prometedores al emprender una «relectura» o «re-recepción» de este Concilio, abriendo nuevas vías para una comprensión más precisa de su enseñanza», también a la luz de los contextos históricos y de la enseñanza del Vaticano II. Así, se dio una lectura diferente a la definición dogmática de la jurisdicción universal del Papa, «identificando su extensión y sus límites». Asimismo, se pudo aclarar «la formulación del dogma de la infalibilidad e incluso acordar algunos aspectos de su finalidad, reconociendo la necesidad, en determinadas circunstancias, de un ejercicio personal del ministerio de la enseñanza, dado que la unidad de los cristianos es una unidad en la verdad y en el amor». A pesar de estas aclaraciones, reconoce el documento, «los diálogos siguen expresando preocupaciones sobre la relación de la infalibilidad con la primacía del Evangelio, la indefectibilidad de toda la Iglesia, el ejercicio de la colegialidad episcopal y la necesidad de la recepción».

Este es el resumen de lo que dice el documento sobre esta cuestión:

Definiciones Dogmáticas del Concilio Vaticano I:

Primacía de Jurisdicción:

  • El Concilio Vaticano I definió que el Papa, como sucesor de San Pedro, posee una autoridad suprema y completa sobre toda la Iglesia. Esta autoridad se extiende no solo a cuestiones de fe y moral, sino también a la disciplina y el gobierno de la Iglesia universal.
  • La primacía de jurisdicción implica que el Papa tiene el derecho y el deber de intervenir en asuntos eclesiásticos en cualquier parte del mundo, si lo considera necesario para el bien de la Iglesia.

Infalibilidad Papal:

  • El Concilio también proclamó el dogma de la infalibilidad del Papa en su magisterio, es decir, que cuando el Papa declara ex cathedra (desde su posición de autoridad máxima) una enseñanza sobre fe o moral, está libre de error. Esta infalibilidad se considera un don del Espíritu Santo y está limitada a situaciones específicas de definición dogmática.
  • La infalibilidad no implica que el Papa esté exento de error en todas sus opiniones o acciones, sino únicamente cuando habla ex cathedra sobre doctrina.

Enfoque Hermenéutico y Desafíos:

Contexto Histórico del Concilio:

  • El Concilio Vaticano I se llevó a cabo en un contexto de creciente nacionalismo y secularización en Europa, lo que llevó a la Iglesia a reafirmar su autoridad espiritual frente a los desafíos políticos y sociales.
  • La declaración de la infalibilidad papal también respondía a la necesidad de fortalecer la unidad y la autoridad dentro de la Iglesia en un período de agitación y división.

Distinción entre Intención y Expresión:

  • Se hace una distinción entre las intenciones originales del Concilio al definir estos dogmas y la forma en que estas intenciones han sido interpretadas y aplicadas posteriormente.
  • Esta distinción es crucial para entender cómo el Concilio pretendía reforzar la autoridad del Papa sin contradecir el papel colegial de los obispos y la diversidad dentro de la Iglesia.

Interpretación de los Dogmas:

  • Se ha desarrollado una hermenéutica de los dogmas, que busca interpretar y aplicar las enseñanzas del Concilio Vaticano I de manera que sean coherentes con el desarrollo doctrinal y las necesidades pastorales contemporáneas.
  • Esto incluye una reflexión sobre cómo la infalibilidad y la primacía del Papa pueden ser ejercidas en un espíritu de servicio y comunión, más que de dominio.

Perspectivas Ecuménicas:

Reevaluación de la Primacía:

  • En el contexto de los diálogos ecuménicos, se ha discutido cómo el primado del Papa puede ser comprendido y aceptado por otras tradiciones cristianas.
  • Se ha propuesto una visión de la primacía como un servicio de amor y unidad, en lugar de un mero ejercicio de poder.

Diálogo con otras Iglesias:

  • El Concilio Vaticano I y sus definiciones sobre el papado siguen siendo un punto de debate en el diálogo con otras iglesias cristianas, que a menudo tienen diferentes interpretaciones de la autoridad y el papel del Papa.
  • Estos diálogos buscan encontrar formas de reconciliar estas diferencias a la luz de una comprensión renovada y mutua del ministerio de Pedro.

Primacía y sinodalidad

En muchos diálogos se reconoce que el primer milenio de la historia cristiana no debe, sin embargo, «idealizarse ni recrearse sin más», también porque una primacía a nivel universal debe responder a los desafíos contemporáneos. Por lo tanto, se identificaron algunos principios para el ejercicio de la primacía en el siglo XXI: «Un primer acuerdo general es la interdependencia mutua de la primacía y la sinodalidad en todos los niveles de la Iglesia y la consiguiente necesidad de un ejercicio sinodal de la primacía. Otro acuerdo se refiere a la articulación entre «la dimensión «comunitaria» basada en el sensus fidei de todos los bautizados; la dimensión «colegial», expresada sobre todo en la colegialidad episcopal; y la dimensión «personal» expresada por la función primada». Una cuestión crucial es la relación entre la Iglesia local y la Iglesia universal, que tiene importantes consecuencias para el ejercicio de la primacía. Los diálogos ecuménicos han ayudado a ponerse de acuerdo «sobre la simultaneidad de estas dimensiones, insistiendo en que la relación dialéctica entre la Iglesia local y la Iglesia universal no puede separarse».

Papel de las conferencias episcopales

Muchos diálogos subrayaron «la necesidad de un equilibrio entre el ejercicio del primado a nivel regional y universal, señalando que en la mayoría de las comuniones cristianas el nivel regional es el más relevante para el ejercicio del primado y también para su actividad misionera». Algunos diálogos teológicos con comuniones cristianas occidentales, constatando una «asimetría» entre estas comuniones y la Iglesia católica, piden un refuerzo de las conferencias episcopales católicas, también a nivel continental» y una descentralización inspirada en el modelo de las antiguas Iglesias patriarcales.

Tradiciones y subsidiariedad

A continuación, se subraya la importancia del principio de subsidiariedad: «ningún asunto que pueda tratarse adecuadamente en un nivel inferior debe llevarse a un nivel superior». Algunos diálogos aplican este principio para definir un modelo aceptable de «unidad en la diversidad» con la Iglesia católica, argumentando que «el poder del Obispo de Roma no debe exceder lo necesario para el ejercicio de su ministerio de unidad a nivel universal y sugieren una limitación voluntaria en el ejercicio de su poder al tiempo que reconocen que necesitará un grado suficiente de autoridad para hacer frente a los numerosos desafíos y complejas obligaciones de su ministerio».

Sugerencias prácticas de trabajo

Una primera propuesta es la de una nueva interpretación por parte de la Iglesia católica de las enseñanzas del Vaticano I con «nuevas expresiones y vocabulario fieles a la intención original, pero integrados en una eclesiología de comunión y adaptados al contexto cultural y ecuménico actual». También se propone una distinción más clara entre las distintas responsabilidades del Obispo de Roma, «en particular entre su ministerio patriarcal en la Iglesia occidental y su ministerio primacial de unidad en la comunión de las Iglesias». Además se pide un mayor énfasis en el ejercicio del ministerio del Papa en su Iglesia particular, la diócesis de Roma.

La tercera recomendación se refiere al desarrollo de la sinodalidad dentro de la Iglesia católica. En particular, se sugiere «una mayor reflexión sobre la autoridad de las conferencias episcopales católicas nacionales y regionales, su relación con el Sínodo de los Obispos y la Curia romana». A nivel universal, subrayan la necesidad de una mejor implicación de todo el pueblo de Dios en los procesos sinodales». Finalmente, una última propuesta se refiere a la «promoción de la «comunión conciliar» a través de encuentros regulares entre los líderes de la Iglesia en todo el mundo», y la promoción de la sinodalidad entre las Iglesias con consultas regulares y acciones y testimonios conjuntos entre obispos y primados.

Entrevista al cardenal Koch

«El primado debe ejercerse de forma sinodal, y la sinodalidad requiere el primado». Así resume el cardenal Kurt Koch, prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, uno de los puntos clave del documento ecuménico titulado «El Obispo de Roma», publicado el jueves 13 de junio. Un texto que resume la evolución del diálogo ecuménico sobre el tema del primado y de la sinodalidad.

Eminencia, ¿podría explicar en primer lugar qué es este documento, cómo surgió y cuál es su finalidad?

Este documento, titulado El Obispo de Roma, es un texto de estudio que ofrece una síntesis de los recientes desarrollos ecuménicos sobre el tema de la primacía y la sinodalidad. Su génesis se remonta a la invitación dirigida a todos los cristianos por San Juan Pablo II en Ut unum sint a encontrar, «evidentemente juntos», las formas en las que el ministerio del Obispo de Roma «pueda realizar un servicio de amor reconocido por unos y otros». Esta invitación ha sido reiterada en varias ocasiones por el Papa Benedicto XVI y el Papa Francisco. El documento resume una treintena de respuestas a esta invitación y una cincuentena de textos de diálogos ecuménicos sobre el tema. En 2020, el Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos consideró el 25 aniversario de la encíclica Ut unum sint como una oportunidad para hacer un balance del tema. La convocatoria de un Sínodo sobre la sinodalidad confirmó la relevancia de este proyecto como contribución a la dimensión ecuménica del proceso sinodal.

¿Qué metodología se ha utilizado para elaborar este documento?

El documento es el resultado de un verdadero trabajo ecuménico y sinodal. En su realización participaron no sólo los funcionarios, sino también los miembros y consultores del Dicasterio, que lo discutieron en dos asambleas plenarias. Se consultó a numerosos expertos católicos y estudiosos de diversas tradiciones cristianas, orientales y occidentales, en colaboración con el Instituto de Estudios Ecuménicos del Angelicum. Por último, el texto fue enviado a diversos dicasterios de la Curia romana y a la Secretaría General del Sínodo. En total, se tuvieron en cuenta más de cincuenta opiniones y aportaciones. Nuestro documento también tiene en cuenta las últimas intervenciones en el proceso sinodal.

En la encíclica Ut Unum sint (1995) Juan Pablo II se dijo dispuesto a discutir las formas de ejercicio del primado del Obispo de Roma. ¿Qué camino se ha recorrido en estas tres décadas?

La cuestión del primado se ha debatido intensamente en casi todos los contextos ecuménicos en las últimas décadas. Nuestro documento expone los progresos realizados y destaca el hecho de que los diálogos teológicos y las respuestas a la encíclica dan testimonio de un nuevo y positivo espíritu ecuménico en la discusión. Este nuevo clima es indicativo de las buenas relaciones establecidas entre las comuniones cristianas, de esa «fraternidad redescubierta» de la que habla Ut unum sint. Puede decirse que los diálogos ecuménicos han demostrado ser el contexto apropiado para debatir este tema sensible. En una época en la que los resultados del compromiso ecuménico se consideran a menudo escasos o insignificantes, los resultados de los diálogos teológicos demuestran el valor de su metodología, es decir, de la reflexión hecha «evidentemente juntos».

Leyendo el documento, sorprende en primer lugar el creciente consenso registrado en los diversos diálogos ecuménicos sobre la necesidad del primado. ¿Esto significa que, para las demás Iglesias cristianas, el papel del obispo de Roma ya no se percibe solamente como un obstáculo para la unidad?

En 1967, Pablo VI afirmaba que «el Papa [...] es sin duda el más grave obstáculo en el camino hacia el ecumenismo». Sin embargo, cincuenta años después, la lectura de los documentos de diálogo y de las respuestas a la Ut unum sint atestigua que la cuestión del primado para toda la Iglesia, y en particular del ministerio del obispo de Roma, ya no se percibe sólo como un problema, sino más bien como una oportunidad para una reflexión común sobre la naturaleza de la Iglesia y de su misión en el mundo. Además, en nuestro mundo globalizado, es indudable que crece el sentimiento de la necesidad de un ministerio de unidad a nivel universal. La cuestión que se plantea es ponerse de acuerdo sobre la manera de ejercer este ministerio, definido por Juan Pablo II como un «servicio de amor».

En los dos milenios de historia de la Iglesia, ¿cómo ha cambiado el modo de ejercer el primado? ¿Y qué desarrollo podría haber para que este ejercicio sea aceptable también para otras Iglesias que hoy no están en plena comunión con Roma?

Ciertamente, el modo de ejercer el ministerio petrino ha evolucionado a lo largo del tiempo, en función de las circunstancias históricas y de los nuevos desafíos. Sin embargo, para muchos diálogos teológicos, los principios y modelos de comunión honrados en el primer milenio siguen siendo paradigmáticos para una futura restauración de la plena comunión. Algunos criterios del primer milenio han sido identificados como puntos de referencia y fuentes de inspiración para el ejercicio de un ministerio de unidad universalmente reconocido. Aunque el primer milenio es decisivo, muchos diálogos reconocen que no debe ser idealizado ni simplemente recreado, porque los desarrollos del segundo milenio no pueden ser ignorados y también porque un primado a nivel universal debe responder a los desafíos contemporáneos. En cualquier caso, un renovado ejercicio del primado debe ser modelado en definitiva sobre el servicio, sobre la diakonía. Autoridad y servicio están estrechamente relacionados.

¿Es posible hipotetizar para el futuro una forma compartida de ejercicio del primado petrino sobre toda la cristiandad, separada de la jurisdicción del Papa sobre la Iglesia latina?

En efecto, algunos diálogos ecuménicos sugieren una distinción más clara entre las diferentes responsabilidades del Obispo de Roma, en particular entre lo que podría llamarse el ministerio patriarcal del Papa dentro de la Iglesia occidental o latina, y su servicio primacial de unidad en la comunión de todas las Iglesias, tanto de Occidente como de Oriente. Además, destacan la necesidad de distinguir el papel patriarcal y primacial del Obispo de Roma de su función como Jefe de Estado. El énfasis en el ejercicio del ministerio del Papa en su Iglesia particular, la diócesis de Roma, que el Papa Francisco ha subrayado particularmente, contribuye a evidenciar su ministerio episcopal que comparte con sus hermanos obispos.

Este documento se publica mientras la Iglesia católica está viviendo un camino sinodal centrado precisamente en el tema de la sinodalidad. ¿Qué relación hay entre sinodalidad y primado?

La mayoría de las respuestas y documentos de diálogo coinciden claramente en la recíproca interdependencia entre primado y sinodalidad en todos los niveles de la Iglesia: local, regional e incluso a nivel universal. En consecuencia, el primado debe ejercerse de manera sinodal, y la sinodalidad requiere el primado. Sobre todos estos aspectos, nuestro Dicasterio ha organizado también conferencias tituladas Listening to the East e Listening to the West, (Escuchar a Oriente y Escuchar a Occidente), poniéndonos a la escucha las diferentes tradiciones cristianas con respecto a la sinodalidad y al primado, como contribución al proceso sinodal.

Un paso decisivo en relación con el primado fue la dogmatización de la infalibilidad del Obispo de Roma cuando habla ex cathedra y su poder jurisdiccional sobre la Iglesia. ¿Puede decirnos si, y cómo, es posible una nueva lectura y comprensión del Concilio Vaticano I a la luz del Vaticano II y de los pasos dados en el camino ecuménico?

Ciertamente, algunos diálogos se han esforzado por interpretar el Concilio Vaticano I a la luz de su contexto histórico, de su objetivo y de su recepción. Dado que sus definiciones dogmáticas estaban profundamente condicionadas por las circunstancias históricas, sugieren que la Iglesia católica busque nuevas expresiones y vocabulario fieles a la intención original, integrándolos en una eclesiología de comunión y adaptándolos al contexto cultural y ecuménico actual. Se habla, pues, de una «re-recepción», o incluso de una «reformulación», de las enseñanzas del Vaticano I.

¿Cuáles son los próximos pasos para continuar la reflexión común de las Iglesias sobre el primado?

Este estudio concluye con una breve propuesta de la Asamblea Plenaria del dicasterio, titulada «Hacia un ejercicio del primado en el siglo XXI», que identifica las sugerencias más significativas propuestas por las diversas respuestas y diálogos para un renovado ejercicio del ministerio de unidad del Obispo de Roma. Nuestro dicasterio desea compartir esta propuesta, junto con el documento de estudio, con las diversas comuniones cristianas, solicitando sus reflexiones al respecto. Esperamos así proseguir la discusión «evidentemente juntos», para un ejercicio del ministerio de la unidad del Obispo de Roma «reconocido por unos y otros».

Texto del documento en inglés 

 

38 comentarios

Urbel
La clave de este nuevo "desarrollo pastoral", de esta nueva "hermenéutica de la reforma en la continuidad", ahora a propósito del primado del Romano Pontífice, se encuentra en esta pregunta y su respuesta por el cardenal Koch:

"¿Puede decirnos si, y cómo, es posible una nueva lectura y comprensión del Concilio Vaticano I a la luz del Vaticano II y de los pasos dados en el camino ecuménico?

Ciertamente, algunos diálogos se han esforzado por interpretar el Concilio Vaticano I a la luz de su contexto histórico, de su objetivo y de su recepción.

Dado que sus definiciones dogmáticas estaban profundamente condicionadas por las circunstancias históricas, sugieren que la Iglesia católica busque nuevas expresiones y vocabulario fieles a la intención original, integrándolos en una eclesiología de comunión y adaptándolos al contexto cultural y ecuménico actual."

Esto es, las enseñanzas dogmáticas del Vaticano I estuvieron profundamente condicionadas por el contexto histórico del siglo XIX. Por ello deben interpretarse a la luz de las enseñanzas pastorales del Vaticano II.

Cuando lo católico sería precisamente lo contrario: interpretar las enseñanzas meramente pastorales del Vaticano II a la luz de las enseñanzas dogmáticas del Vaticano I, de Trento y de los demás concilios ecuménicos que, a diferencia del Vaticano II, hicieron uso de la autoridad infalible del irreformable magisterio solemne.

Por este camino nefasto se avanza sin parar en la
13/06/24 3:30 PM
Urbel
No cabe "reinterpretar" las enseñanzas dogmáticas del Vaticano I ni a la luz del Vaticano II ni a la luz de ningún cambio de circunstancias históricas.

Únicamente cabe el progreso homogéneo, orgánico y accidental en el conocimiento y exposición del depósito de la fe, "solamente en su propio género, es decir, en el mismo dogma, en el mismo sentido, en la misma sentencia" (Commonitorium de San Vicente de Lerins, citado por el Concilio Vaticano I en la constitución Dei Filius -1870- y por San Pío X en el Juramento contra los errores del modernismo -1910).

No cabe, por lo tanto, negar lo que antes se afirmó ni afirmar lo que antes se negó. Únicamente progresar en el sentido de mayor claridad y precisión: de lo implícito a lo explícito, de la potencia al acto.

Siempre "en el mismo dogma, en el mismo sentido, en la misma sentencia".
13/06/24 3:36 PM
Jordi
Cuando se envían temas de discusión solo para distraer la atención del público de los temas verdaderamente importantes, se está utilizando una estrategia conocida como "cortina de humo" o "distracción política".

Es una táctica utilizada por los grupos para desviar la atención del público y de los medios de comunicación de temas polémicos o desfavorables mediante la introducción de otros asuntos que captan la atención.

Utilizan eventos, anuncios o controversias fabricadas para cambiar el enfoque del debate público.

Consecuencias: erosiona la confianza pública en las instituciones y en la capacidad de los ciudadanos para participar en un debate democrático o eclesial informado.

Se combate con:

Educación y alfabetización mediática
Transparencia y acceso a la Información
Participación eclesial del Pueblo de Dios
Vigilancia y análisis crítico

Conclusión:

1. No hacer caso a esta línea de discusión emprendida por esta oficina. Ya tenemos toda una doctrina bimilenaria, con papas y otros fieles mártires por defenderla, suficientemente asentada sólidamente. El papado tiene ya una estructura tradicional y escriturística y magisterial totalmente coherente.

2. Las comunidades apostáticas, heréticas y cismáticas tienen el deber de convertirse a la verdadera Fé Católica, esencia del Ecumenismo: la conversión del heresiarca y cismático histórico a la Iglesia Católica, en todos su dogmas y doctrinas.
13/06/24 3:54 PM
Caballero Jorge
Sí pero con una mano pretenden acercar a los ortodoxos, y con la otra mano los espantan sin remedio.
13/06/24 3:55 PM
Luis López
"Esto incluye una reflexión sobre cómo la infalibilidad y la primacía del Papa pueden ser ejercidas en un espíritu de servicio y comunión, más que de dominio".

Para ello sólo hay un camino, mirar a Nuestro Señor Jesucristo, quien "teniendo toda la autoridad en el cielo y en la tierra" (Mt. 28,18) "no vino a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate de muchos". (Mc. 10,45).





13/06/24 3:59 PM
Boris Nájera Velázquez
Estamos en la edad de la relecturas (que van seguidas de la correción adecuada al hoy y no al espíritu inicial y veridico de lo releido). Esperemos que el deseo sincero de san Juan Pablo de buscar un "munus petrinum" adecuado para un real ecumenismo y que contribuya a que las denominaciones cismáticas vuelvan a la unidad eclesial y se confirme su fe desde la Doctrina sana y eterna. Ojalá no se corra a redefinir dogmas por opiniones del episcopado (y otros líderes cristianos no católicos ni cristianos), sobre todo fuera del ambiente conciliar donde fueron emitidos. Además dependiendo de lo que suceda, ya no habrá "ex catedra" que evite el error. Oremos por el Papa (que siga diciendo verdades como últimamente le están saliendo com flores), siervo de los siervos de Dios.
13/06/24 4:11 PM
Pedro de Madrid
Hay que rezar mucho por el que lleva el timón de la barca de Pedro
13/06/24 5:16 PM
Curro Estévez
Esto ya viene de antiguo: No soportan la doctrina católica, pero ya no les basta con silenciar las verdades de la fe más incómodas para sus oídos, como han hecho durante tantos años en nombre de la "pastoralidad"; ahora que ya el pueblo cristiano carece de defensas porque ha olvidado lo que era la Iglesia antes del Concilio Vaticano II, y se ha tragado que los adúlteros pueden comulgar, que la homosexualidad puede ser bendecida, y que tenemos una liturgia nueva porque surgió una nueva la lex credendi en los años 60 del pasado siglo, se encuentran con el camino allanado para meter el bisturí a documentos dogmáticos.
13/06/24 6:12 PM
EL MUDO
Orden + Contraorden = Desorden
13/06/24 6:45 PM
Fernando Martín López Avalos
No encuentro palabras para expresar mi indignación por lo que hace el Papa, empeñado por hundir la Barca a él confiada.
13/06/24 6:55 PM
Fernando Martín López Avalos
En Roma hay una desenfrenada carrera para ver quien redacta el documento más contradictorio y anticatólico que se pueda concebir.
13/06/24 7:11 PM
Jordi
Boris Nájera Velázquez

Esperemos que el deseo sincero de san Juan Pablo de buscar un "munus petrinum" adecuado para un real ecumenismo y que contribuya a que las denominaciones cismáticas vuelvan a la unidad eclesial y se confirme su fe desde la Doctrina sana y eterna.

...

Fue un deseo utópico de Juan Pablo II, un largo papado que duró de 1978 al 2005, anterior al giro a la ideología de género y cultura de la muerte más la ordenación de las mujeres, que muchas comunidades protestantes dieron aproximadamente por los 1990-2000, una vez caído el muro de Berlín y caída la URSS (1989-1991).

Hoy este deseo de Juan Pablo II es de imposible cumplimiento.

Las comunidades protestantes no solamente han de huir de la ideología de género y de la cultura de la muerte, también del sacerdocio de mujeres divorciadas en matrimonio homosexual y otros muchos disparates...

Además han de admitir todos dogmas que siempre combatieron desde 1517: la transustanciación, todos los dogmas marianos, la existencia de los santos, todos los sacramentos, el purgatorio, las indulgencias, la predestinación, la sola fides, verdades litúrgicas y eclesiológicas la oración, el Credo, la mística y ascética, la Tradición y el Magisterio...

Es un trabajo enorme que se volvió más imposible aún cuando se dio aquel giro demoníaco de los protestantes hacia el género y la muerte (homosexualidad, transgénero, eutanasia, aborto)...

Muchos protestantes estaban más cerca del catolicismo durante
13/06/24 7:21 PM
Federico
Por verlo con algo de humor, si esto ocurre tendríamos al primer peronista de la historia que renuncia voluntariamente a parte de su poder. Para llamar a Iker Jiménez
13/06/24 7:31 PM
Adriel
Como define Ana Catalina Emmerick en sus visiones sobre los últimos tiempos, son los demoledores de la Iglesia.
13/06/24 7:34 PM
penc
Nunca imaginé que se podría caer en herejia formal con tanta facilidad, no solo el concilio vaticano I habla del papado y recuerdo que en cualquier concilio cuando se anatemiza se define dogma, doctrina que forma parte del deposito de la verdadera Iglesia de Cristo que es y será solo una.

Se quieren revisar dogmas? luego vendrá el dogma de la inmaculada? que curioso cuando llegue la victoria del Inmaculado Corazón de María estos personajes puede que hayan derogado ese dogma.

La Iglesia permanecerá hasta el fin.

P.S.: Bendecir parejas homosexuales no es dogma de fé, lo pueden revisar para ayer que luego es tarde. Todavía están a tiempo de arrepentirse y ahorrarse su justo castigo.
13/06/24 7:54 PM
Teofano el Recluso
Y seguimos avanzando hacia la gran iglesia Sorora, con características de una ONG mundial, que responda a los ODS de la agenda 2030, en pocas palabras el triunfo del NOM.

Ya Nuestra Señora del Buen Suceso lo anticipó: “Tiempos funestos sobrevendrán, en los cuales… aquellos que deberían defender en justicia los derechos de la Iglesia, sin temor servil ni respeto humano, darán la mano a los enemigos de la Iglesia para hacer lo que éstos quieran” ....
13/06/24 7:58 PM
maru
Ya no digo nada, para qué?
13/06/24 8:16 PM
Fernando Martín López Avalos
En Roma hay una desenfrenada carrera para ver quien redacta el documento más contradictorio y anticatólico que se pueda concebir.
13/06/24 8:26 PM
Maximiliano
Y la ¡¡ EVANGELIZACIÓN ¡¡¡, que pasa queda para despues de los Sinodos...pues apañados vamos. Y eso que creía que habia un mandato espiritual para los pastores " confirmarnos en la FE ".

Y un mandato de DIOS:

Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
(Mateo 28:19-20)
Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar.
(2 Timoteo 4:2)
13/06/24 10:10 PM
Marta V
El Cardenal Koch es un hombre muy solvente que me merece mucha confianza. Muy cercano a Benedicto XVI forma parte del comité científico de la Fundación Joseph Ratzinger. Lleva muchos trabajando en asuntos de ecumenismo. También es un cardenal valiente que ha alzado la voz contra desastres como Fiducia Supplicans. He leído varias entrevistas con él a lo largo del tiempo y me parece una persona muy fiable y seria. Este trabajo, aún no concluido lleva en estudio varias décadas y fue impulsado por el propio Juan Pablo II. Yo me fío de Kurt Koch.
13/06/24 10:43 PM
AJ
Pues yo siento ser la voz discordante.

A mí me parece así, superficialmente, un documento interesante a diferencia de muchos de este pontificado. Lo cierto es que la Iglesia vivió durante 1000 años con un minimalismo papal y no pasó nada. Es más, creo que el maximalismo papal actual no es nada bueno. Yo ya lo dije en más de un comentario: estamos sufriendo el espíritu del Vaticano I con el del Vaticano II a la vez.

Si empezamos a no tratar a los obispos como empleados, respetamos sus decisiones, descentralizamos y dejamos al Papa en una posición minimalista con potestas universal, si, pero que en la práctica no actúe demasiado y con la santa sede como un tribunal de apelación con definición ex-cathedra incluida, a mí no me parecería nada mal. Y tampoco contradice pastor aeternus.

El problema, es que creo que esto se quedará en papel mojado
14/06/24 12:41 AM
Pampeano
Si se puede releer el CVI a la luz de los contextos históricos y de la enseñanza del CV II se puede hacer lo propio con cualquier concilio, empezando por el más antiguo, el de Jerusalén. Vamos señores, Uds pueden, no se amilanen, no se dejen ni uno en el tintero.
14/06/24 2:25 AM
Fernando Martín López Avalos
Precisamente, estoy trabajando en mi nuevo libro sobre la manera en cómo la posmodernidad ha impactado en la Iglesia y, como corolario, la forma en que ésta se ha dejado subyugar por el mundo. Cito:
"En la posmodernidad somos testigos de una grave crisis del lenguaje: hoy todo se quiere reinterpretar a la luz de los nuevos criterios, con el fin de satisfacer las exigencias ideológicas; de esta manera, el contenido se subordina a intereses y no a la verdad. Ésta última queda subordinada a las concepciones que, como veremos, siempre se sitúan en el marco de lo subjetivo. Hoy se mantiene una determinada postura, mañana se sostendrá otra conforme las modas del momento. Las interpretaciones clásicas se desechan sin más, como si fuesen formulaciones arcaicas, que es preciso abandonar porque ya no satisfacen las nuevas exigencias. Un claro ejemplo de ello lo tenemos en las nuevas corrientes en boga en la Iglesia: la sinodalidad y el ecumenismo; pareciera como si toda la Revelación y la Tradición gravitasen en torno a ellas. Se trata de las famosas palabras con ese aire talismánico, que seducen a las multitudes; fuera de ellas, todo resulta obsoleto, caduco. Esto supone, para la Iglesia, la pérdida del sentido de su misión, la adulteración de su naturaleza."
14/06/24 2:32 AM
Fernando Martín López Avalos
Para ello, quienes propugnan esta reinterpretación, el papel del Romano Pontífice debe reinterpretarse a la luz de las nuevas situaciones, como si el Vaticano I no hubiese clarificado suficientemente el Primado petrino. Si se sigue por este derrotero dialéctico e historicista, el día de mañana los dogmas también habrán de ser redefinidos, los sacramentos, la Santa Misa, etc. Preguntamos entonces: ¿en qué podemos realmente creer? ¿Es la fe inmutable o está condicionada por el espíritu de los tiempos? }No se convierte el aggiornamiento en una trampa para la fe?
14/06/24 2:33 AM
El Explorador
Sigue la destrucción de la Iglesia. Pero dentro de la Iglesia están: los bárbaros-destructores que están haciendo fiesta; los que cierran los ojos y defienden a capa y espada a Pedro porque, según ellos no tienen todos los elementos de juicio y al Santo Padre no se le puede criticar, pero en el fondo tienen intereses creados; y finalmente quienes están despertando de su letargo y quieren salvar la Iglesia, DENUNCIANDO lo que pasa.
14/06/24 3:09 AM
Jorge Cantu
"¡Anda hombre, que genial idea se me ha ocurrido, mejor que la del "Sínodo sobre la sinodalidad"!: Así demostraremos nuestra gran voluntad ecuménica y humildad pastoral. Invitemos a nuestros enemigos para que ellos nos digan qué corregir, ellos que nos odian tanto y desde hace tanto tiempo conocen mejor nuestros defectos...!"

"Sí, Santo Padre, pero hay un 'pequeño' problema: ellos no quieren ayudarnos, quieren acabar con nosotros y que nosotros cumplamos su sueño de hacernos trizas".
14/06/24 7:24 AM
SS
Los puentes con los ortodoxos, pero con los farsantes, que atacan la Eucaristía, la Virgen Santísima, el domingo, el celibato, el sacerdocio ,,,,

Es que nadie quiere ver, los pájaros que no creen.
14/06/24 8:05 AM
Argia
No se puede contradecir al evangelio, el primado del Papa también tiene que tener sus limites, y sus obligaciones, no para contentar a las otras Iglesias, sino por ser lo más parecido a Cristo.
El fué radical : " el que no esta conmigo esta contra mi, y el que no recoge conmigo, desparrama" Mt 12 30.
Ningún hombre en la tierra tiene que tener poder absoluto, ni siquiera el vicario de Cristo. " sobre esta piedra edificare mi iglesia", es Cristo quien edifica la Iglesia, por eso el Papa debe serle fiel en todo lo que sean sus enseñanzas para que se cumpla este mandato.
14/06/24 8:42 AM
Ana Catalina
Últimamente los títulos de los documentos Vaticanos son lo contrario de lo que contienen, ...la Neolengua, la mentira es verdad, ...
Pero sabemos que los que promulgan , apoyan y no desmienten herejias no estan/ son la Iglesia, ...

Las mejores palabras para estos tiempos, la oracion del Padre Nuestro:

..." Venga a nosotros tu reino,
hágase Tu Voluntad, ...
no nos dejes caer en la tentacion
y ibranos del mal(igno)"
14/06/24 11:07 AM
Rexjhs
El primado de Pedro es una institución divina, no humana. Y ello implica una potestad de gobierno universal sobre todos los obispos y Confrerencias episcopales. Por tanto, una visión de la primacía como un servicio de amor y unidad, en lugar de un mero ejercicio de poder sería contraria a los dogmas de la primacía y de la infabilidad papal.

No cabe subvertir, por la vía de la hermenéutica, ningún dogma de la Iglesia.

Hay que ponerle coto ya de una vez a esta masonería eclesiástica, infiltrada desde la cima de la Iglesia. La Iglesia debe ser consciente de la situación extrema que estamos viviendo, y no mirar para otro lado como si nada estuviera ocurriendo.
14/06/24 11:55 AM
Una
Volvemos al problema del Cisma de Oriente del primus interpares de la Iglesia ortodoxa.
Eliminar la figura de Pedro y hacer una primacía entre obispos.
Todo lo de la sinodalidad, la iglesia sinodal y que cada conferencia elija qué sí y cómo es más de lo mismo.
Francisco salió al valcón diciendo soy "el obispo de Roma", esto está organizado desde el principio.
14/06/24 12:53 PM
Martín Bilotta
Ese documento me tiene sin cuidado. Desde el momento en que cuestiona la infalibilidad, no pretende hablar ex cathedra y ser infalible, y por lo tanto no lo es...
14/06/24 2:12 PM
Chico
Pongamos al cura que va a predicar a la gente: ? Le sirve de algo todo esto ? . Esto es materia de un sermón? . Esto anima a rezar rosarios a confesarse a vivir en gracia etc?. Todo esto se me cae de las manos
14/06/24 2:43 PM
Rodrigo
Pasan las décadas. Los textos y el diálogo no avanzan. Cuando lo hacen, siempre hacen concesiones o matices que solo benefician las otras partes las cuales no retroceden un milímetro. Excepto los anglicanos que les da igual cualquier cosa. Recuerdo el documento de la justificación entre católicos y luteranos. Quedó más luterano que una síntesis. Con Fiducccia, había protestas ortodoxas. Dónde andan ahora con este documento sobre el Obispo de Roma? Ahora les conviene. No sé como se quiere tener al Vaticano I como referência, si hubo el segundo y si la sinodalidad no pasaba por las mentes conciliares decimonónicas. La sinodalidad que Francisco pregonaba en el inicio de su papado se volvió la espina dorsal y una ensalada de frutas. Hasta las conferencias episcopales nacidas en pleno siglo 20 entran a bailar. En esta colcha de retazos el modelo eclesiológico de Bergoglio es el mismo que andava en su mente desde Bns Aires: un cristianismo polifacético como los ojos de una mosca. Democrático y igualitário. No me sorprendería ver la nueva mirada sobre el papado pedida por Juan Pablo II a la ex CDF como una reducción impensada por el polaco. Caminamos hacia un papado mundial e aparentemente inócuo con una sinodalidad "dogmática" y regida honoríficamente por el Patriarca de Occidente (sic). Y puede que demore décadas porque otros pontífices vendrán, no sabemos qué pasará y andamos acostumbrados a estas hablas "copiar y pegar" usada año trás año. Cómo aburre todo esto.
14/06/24 2:57 PM
Nèstor
¿Ha sido publicado el documento? ¿Alguien sabe dónde está?



Saludos cordiales.
---

LF:
http://www.christianunity.va/content/dam/unitacristiani/Collezione_Ut_unum_sint/The_Bishop_of_Rome/The%20Bishop%20of%20Rome.pdf
14/06/24 2:59 PM
Nèstor
"la primacía tanto de derecho divino como humano"

Frase sin sentido. Una institución o es divina o no lo es. Si es divina, ahí se queda.

"Se hace una distinción entre las intenciones originales del Concilio al definir estos dogmas y la forma en que estas intenciones han sido interpretadas y aplicadas posteriormente."

Lo que importa son las palabras mismas de las definiciones dogmáticas, que para eso son definiciones.

"Se ha desarrollado una hermenéutica de los dogmas,"

Los dogmas son precisamente la hermenéutica definitiva, porque infalible, sobre un tema determinado.

"Esto incluye una reflexión sobre cómo la infalibilidad y la primacía del Papa pueden ser ejercidas en un espíritu de servicio y comunión, más que de dominio."

O se es infalible o no se lo es, o se tiene el Primado o no se lo tiene, el "dominio" no tiene nada que ver con eso.

"Estos diálogos buscan encontrar formas de reconciliar estas diferencias."

Si uno dice que el Papa en determinadas circunstancias es infalible, y el otro que no lo es, la única reconciliación posible es que uno de los dos cambie de creencia.

Saludos cordiales.
14/06/24 3:07 PM
Nèstor
Gracias. No es un documento magisterial , es un "documento de estudio". El Card. Koch es el mismo que dice, más o menos, que los judíos no necesitan convertirse a Jesucristo. También de ahí vino, si recuerdo bien, la declaración conjunta católica luterana que recibió serias observaciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Los del "ecumenismo" se dedican a ese tipo de cosas, por lo visto.

Saludos cordiales.
14/06/24 6:01 PM
Ricardo Luis Luciani
Llegamos a los tiempos en , como dijo Jesús a Margarita en Libro : Almas pequeñas. "... llegará un momento (de tanto mutilar la doctrina) en que no me tolerarán siquiera".
18/06/24 2:32 AM

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