(Ecclesia/InfoCatólica) El portavoz de Misiones Salesianas, Alberto López, ha explicado en 'Ecclesia al día' que la mayor parte de estos menores trabajan para contribuir a las economías familiares dada la tasa de desigualdad y pobreza que existe en sus países de origen:
«Luego están los vacíos legales que tienen muchos países, que hace que los explotadores tengan un buen negocio para aprovecharse de los pequeños porque se quejan menos, cobran menos, y sobre todo que con sus pequeñas manos pueden manipular piezas que los mayores no pueden».
La mitad de los menores que trabajan se dedican a la venta ambulante o transportando mercancías, mientras otro porcentaje elevado realizan actividades perjudiciales para su salud en fábricas o agricultura, cargando grandes pesos o con malas posturas: «Lo peor es que diez millones de menores son los que sufren la mayor explotación y esclavitud con la servidumbre, el tráfico, la explotación sexual, el matrimonio temprano y el reclutamiento forzoso», ha indicado Alberto López.
Una problemática que Misiones Salesianas ya expuso en el documental 'Canillitas' en República Dominicana,que recibe este título porque así son conocidos en América los menores que se buscan la vida moviendo sus canillas (piernas): «Con el documental queríamos denunciar estas cifras de más de 160 millones de menores en las calles», ha precisado el portavoz.
Misiones Salesianas se encuentra presente en más de setenta países para luchar contra la esclavitud infantil. Una labor que realizan desde la confianza: «Salimos a buscar a los menores en situación de de explotación infantil y luego se les ofrece ir a un lugar de ocio, de juego, nos interesamos por su vida, si van a la escuela o al médico y con esa confianza de verse rodeado con otros menores se divierte van descubriendo sus talentos», ha comentado.
Hernán Cordero, minisionero en Benín: «Muchos niños están sometidos a la violencia»
Uno de los proyectos de Misiones Salesianas se encuentra en Benín, país del África Occidental donde uno de cada cinco menores sufren explotación laboral: «Es un país donde la pobreza es generalizada, con inestabilidad económica y política, y a la que se suma la amenaza del terrorismo, ha comentado el misionero salesiano Hernán Cordero.
Cordero ha lamentado que la sociedad ha aceptado esta triste realidad, en la que los niños acceden a empleos de albañilería, mecánica o venta ambulante, muchas veces «sometidos a violencia verbal, incluso física», mientras que las niñas ocupan tareas domésticas con mejores condiciones, pero tampoco se libran de la violencia o el abuso sexual.
En este contexto, el misionero salesiano ha explicado que cuentan con centros para acoger a menores que habitan en la calle, así como colegios para la formación técnica y profesional de estos menores.
A lo largo de estos años, el proyecto de Misiones Salesianas en Benín ha permitido reintegrar a miles de niños. Cada uno tiene su historia, como el de un menor que Hernán Cordero conoció en 2011 tras quedarse huérfano de padre y su madre, con siete hijos, se vio obligada a cuidar a cinco, dejando a dos viviendo en la calle.
«Los dos varones mayores trabajaban en la venta ambulante y, uno de ellos, conoció el centro de actividades extraescolares de Don Bosco, y le convencimos de que no podía estar así siempre, que tenía que formarse en la escuela. Terminó la escuela y su formación profesional. Se interesó por el deporte, en 2019 se hizo profesional como jugador de baloncesto y fue fichado por un equipo del sur. Además terminó sus estudios universitarios como administración de empresas. Es un caso especial», ha explicado en 'Ecclesia al día' el misionero salesiano.