(CNA/InfoCatólica) En vista de la escasez de sacerdotes, el obispo de Passau, Stefan Oster SDB, ha declarado: «De un pueblo creyente surge el número de sacerdotes que se necesita». El periódico Passauer Neue Presse publicó la entrevista con motivo del décimo aniversario de la ordenación de Oster durante el fin de semana.
«Sin embargo, si observamos nuestras estructuras actuales, tenemos, por supuesto, muy pocos sacerdotes», admitió Oster. «Tenemos esta Iglesia popular en declive, que todavía asume que todos los bautizados reciben un entierro eclesiástico y que cada niño católico recibe la Comunión en tercer curso. Es decir, todavía queremos y necesitamos atender a todo el mundo de manera generalizada, y para ello necesitamos personal».
«Si nos preguntamos quién se une hoy a la Iglesia y quién decide conscientemente formar parte de ella, entonces estamos hablando de otro modelo», enfatizó el obispo. «Se trata de introducir a las personas en una relación más profunda y personal con Cristo y con la comunidad. En la práctica, esto implica una diferenciación: ¿dónde y cómo podemos seguir proporcionando atención pastoral en el sentido tradicional y dónde debemos dejar de hacerlo porque nos damos cuenta de que, quizás, estamos montados en un caballo muerto? ¿Y dónde podemos explorar nuevos caminos?»
Oster añadió: «No creo que la mejor manera de enfrentar la tendencia a la secularización en la sociedad sea simplemente adoptar la liberalización. Esa no es la solución. Al contrario, creo que eso aceleraría nuestra disolución».
El Camino Sinodal alemán, en varias de sus sesiones, con una clara mayoría de obispos, se ha pronunciado a favor de liberalizaciones drásticas, lo que supone un cambio radical en la doctrina tradicional de la Iglesia. Esto incluye la admisión de mujeres al sacramento del orden o una nueva moral sexual en relación con la homosexualidad y otros temas de género. Oster ha sido uno de los pocos obispos que se ha opuesto firmemente a este enfoque.
La sinodalidad a nivel mundial, según Oster, es «muy diferente de lo que ha ocurrido en Frankfurt con el Camino Sinodal alemán. Este ha estado mucho más orientado políticamente y enfocado en imponer ciertas posiciones cuyo destino estaba decidido de antemano».
El obispo de Passau describió sus propias posturas con las siguientes palabras: «Intento, en primer lugar, ser fiel a lo que prometí en mi ordenación. Lo que la Iglesia dice en los puntos cruciales, trato de cumplirlo tanto en contenido como espiritualmente».