(InfoCatólica) El 12 de mayo, 11 personas fueron brutalmente asesinadas en la comunidad de Nueva Morelia, Chiapas, incluidos miembros de una familia que fueron quemados en su hogar.
La diócesis señala la continua falta de actuación del Estado frente a este tipo crímenes, lo que permite que los grupos criminales desestabilicen la vida de los pueblos. El comunicado denuncia:
- Los asesinatos que han quedado en completa impunidad.
- Los cientos de desaparecidos que se suman a la lista larga de los invisibilizados.
- La omisión del Estado de frente a los grupos criminales que han desestabilizado la vida de los pueblos.
- El despojo de bienes materiales y naturales del que están siendo víctimas nuestras comunidades y pueblos.
- El secuestro de comunidades y pueblos por los grupos delincuenciales, obligándolos a sumarse a sus filas y condicionándolos para permanecer en sus casas.
- Las amenazas, hostigamiento, intimidación, persecución a la sociedad civil.
- La presión y control social de los grupos criminales.
- El cobro de derecho de piso y de paso.
- La presencia de personas armadas en nuestras comunidades.
- El control del territorio.
- El saqueo y explotación minera que ha llevado al asesinato de personas inocentes que cuidan y defienden la madre tierra.
- El proceso electoral manipulado por el crimen organizado.
- El hostigamiento, amenazas e intimidación por nuestra labor pastoral en la construcción de la paz y la exigencia de justicia ante tanta abominación.
Y exige:
- Justicia para los 11 asesinados en el ejido Nueva Morelia, Chicomuselo el 12 de mayo 2024, dos asesinatos de civiles el 4 de enero de 2024 en la misma comunidad de Nueva Morelia y 2 asesinados más el 16 de enero 2024 en la franja de la presa.
- El retorno seguro, libre y sin condicionamientos de las comunidades desplazadas.
- El desarme inmediato de estos grupos criminales.
- La recuperación del territorio para que nuestros pueblos sean sujetos de su historia.
- La atención urgente a las demandas de paz de nuestros pueblos.
- Restablecimiento del orden social sin poner en riesgo a la sociedad civil en resistencia a estos grupos criminales.
- Respeto a nuestros derechos humanos y colectivos.
- La expedición de declaratoria oficial contra la explotación minera y demás bienes naturales.
- Restablecimiento de los servicios básicos: educación, salud, trabajo y libre tránsito.
- Se haga valer el estado de derecho para nuestros pueblos.
- Respeto a la labor pastoral en la búsqueda y construcción de la paz con justicia y dignidad para todas y todos.
La Iglesia en Chiapas hace un llamado a la sociedad civil a mantenerse unida y a resistir pacíficamente, sin caer en la dinámica del individualismo, egoísmo y odio. Invita a la solidaridad y a cuidarse mutuamente para construir caminos de paz y justicia. El comunicado, firmado por Mons. Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de San Cristóbal y Mons. Luis Manuel López Alfaro, obispo auxiliar, finaliza con una firme declaración de no tomar las armas contra los propios hermanos, abogando por la paz y rechazando que los pueblos se conviertan en campos de batalla.