(Katolisch/Corriere/InfoCatólica) En los Museos Vaticanos trabajan alrededor de 700 personas, muchas de ellas como guardias de museo. Casi todos son ciudadanos italianos. Con cifras diarias de visitantes entre 20.000 y 30.000 personas y un precio de entrada regular de 20 euros, los museos ingresan anualmente alrededor de 100 millones de euros, siendo así la principal fuente de ingresos del Estado del Vaticano.
Sin sindicato y sin tribunal laboral
Los empleados se quejan, entre otras cosas, de la falta de medidas de seguridad adecuadas en los museos y de una protección insuficiente de la salud para los trabajadores. Además, se aborda el tema del pago de horas extras, que desde un decreto papal en 2015 se pagan peor que las horas de trabajo regulares. Otro punto de disputa es la exigencia del Estado del Vaticano de contar las horas de trabajo no realizadas obligatoriamente durante la pandemia de coronavirus.
No está claro el procedimiento legal para la demanda colectiva. Los demandantes están representados por la abogada italiana Laura Sgro. En el Vaticano no existen sindicatos ni un tribunal laboral (ndr:tribunal de lo social en España). El empleador es, en representación del Papa, el prefecto del gobierno de la ciudad vaticana (el «Governatorato»), el cardenal español Fernando Vergez Alzaga.