(LifeNews/InfoCatólica) Estados Unidos está abortando su futuro. No hay ejemplo más flagrante de ello que el hecho de que la fecundidad en Estados Unidos haya alcanzado un mínimo histórico.
Según datos publicados recientemente por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la tasa total de fecundidad descendió a 1,62 nacimientos por mujer el año pasado, un 2% menos que el año anterior. Esta cifra está por debajo de la tasa de reemplazo, lo que significa que los estadounidenses no tienen suficientes hijos para reemplazar a las personas que mueren. Los países con tasas inferiores a la de reemplazo acaban experimentando graves problemas sociales y económicos que van desde la incapacidad de mantener a los ancianos hasta la escasez de trabajadores, pasando por el aumento de las tasas de prostitución y tráfico sexual.
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La tasa total de fertilidad registrada por los CDC es la más baja desde que el gobierno de EE.UU. comenzó a hacer un seguimiento de la misma hace casi un siglo. Refleja una tendencia visible en todo el mundo desarrollado en el que las mujeres están menos inclinadas a tener hijos debido a un mayor énfasis en el éxito profesional y el acceso a la tecnología reproductiva en las sociedades predominantemente seculares.
El año pasado se produjeron 3.591.328 nacimientos en Estados Unidos, la cifra más baja registrada desde 1979.
Desde 2007, la tasa total de fecundidad en EE.UU. ha estado constantemente por debajo del nivel de reemplazo, señalaron los CDC. Las cifras récord de inmigración ilegal permitidas por la administración Biden han ayudado a compensar el descenso de la población estadounidense.
Las tasas de natalidad disminuyeron en las mujeres y niñas de 15-19 a 35-39 años, y se mantuvieron sin cambios en las mujeres mayores de 40-44 y 45-49 años. El embarazo adolescente ha disminuido significativamente de 2007 a 2023 en mujeres y niñas de 15 a 19 años, y el año pasado ese grupo de edad experimentó un descenso del 3% en la tasa de natalidad, marcando un nuevo mínimo histórico. Desde su máximo en 1991, el embarazo adolescente ha descendido un 79%, y ha bajado un 68% desde 2007, según registraron los CDC.
Las adolescentes de 15 a 17 años han experimentado un descenso anual del 8% y las de 18 a 19 años del 6%, incluido un descenso del 3% en la tasa de natalidad el año pasado, culminando en un nuevo mínimo histórico.
Mientras tanto, el negocio del aborto de Planned Parenthood está matando más bebés que nunca en Estados Unidos.
Planned Parenthood acaba de publicar su informe anual, con sus propias cifras del año anterior. Y cuando se trata de abortos, el nuevo informe muestra que el negocio del aborto mató a 392.715 bebés en abortos practicados el año pasado. Eso supone un aumento del 5% respecto a las cifras de 2021-2022.
Eso es más de 1.075 bebés muertos en abortos cada día del año o 44 bebés muertos cada hora. Es una cifra demencial para una empresa que afirma que su principal objetivo es la atención sanitaria de la mujer.
Es una cifra espeluznante, casi incomprensible, que supera con creces cualquier genocidio de la historia de la humanidad.
La cifra también es superior a la de su anterior informe anual, en el que indicaba que había matado a 374.155 bebés en abortos. En 2019, el gigante del aborto mató a 354.871 bebés en abortos, lo que demuestra que Planned Parenthood sigue matando a más y más bebés, incluso cuando hace cada vez menos atención médica legítima.
