(TIC/InfoCatolica) El anuncio pone fin a la práctica de proporcionar medicamentos para el cambio de sexo y tratamientos hormonales a niños en Escocia, apenas un mes después de que Inglaterra instaurase la misma prohibición.
Según la nueva política, pacientes con disforia de género en Escocia deberán esperar hasta cumplir los 18 años para acceder a esos medicamentos o tratamientos hormonales. De hecho, los pacientes menores de 18 años que ya hayan comenzado dichos tratamientos para facilitar una transición de género tendrán que interrumpirlos.
«Estamos comprometidos a proporcionar la mejor atención clínica posible para los jóvenes... y [entendemos] la angustia que puede causar la incongruencia de género», se lee en el anuncio del Servicio de Salud Sexual Sandyford de Glasgow.
Apoyo psicológico
«Mientras esta pausa esté en vigor, seguiremos ofreciendo el apoyo psicológico necesario a cualquier persona que sea derivada al Servicio de Género para Jóvenes mientras revisamos las vías de acuerdo con los hallazgos», agregó el anuncio.
El Servicio Nacional de Salud de Greater Glasgow y Clyde (NHSGGC), que es el sistema de atención sanitaria financiado públicamente que está al caro de la clínica, notificó formalmente a sus pacientes sobre la pausa el jueves 18 de abril.
Según una declaración de NHSGGC, estos tratamientos se pausaron debido a los hallazgos en el Informe Cass (*): un informe exhaustivo sobre tratamientos de transición de género para menores que fue encargado por el gobierno inglés.
El informe, dirigido por la Dra. Hilary Cass, encontró que la justificación utilizada para aprobar los medicamentos para el cambio de sexo y las alteraciones hormonales para facilitar los cambios de sexo en niños se basa en evidencia débil y que los riesgos para la salud que plantea a los niños no están claros.
«Los hallazgos que informaron el Informe Cass son importantes, y hemos revisado el impacto en nuestras vías clínicas», dijo Emilia Crighton, directora de Salud Pública de NHSGGC en un comunicado.
«El próximo paso es trabajar con el gobierno escocés y socios académicos para generar evidencia que nos permita ofrecer una atención segura a nuestros pacientes», agregó.
La Dra. Crighton también dijo que la «toxicidad en torno al debate público» sobre los tratamientos para niños con disforia de género «está impactando la vida de los jóvenes que buscan la atención de nuestro servicio y no beneficia a los equipos que trabajan arduamente para cuidarlos y apoyarlos».
Tracey Gillies, directora médica ejecutiva del NHS Lothian, enfatizó la importancia de priorizar la seguridad del paciente ante todo.
«El Informe Cass es un trabajo significativo sobre cómo el NHS puede apoyar mejor a los niños y jóvenes que presentan disforia de género», dijo la Dra. Gillies en un comunicado. «La seguridad del paciente siempre debe ser nuestra prioridad, y es correcto que pausemos este tratamiento para permitir que se realice más investigación».
Investigadores en Estados Unidos también han estado estudiando el potencial de que los bloqueadores de la pubertad puedan causar efectos negativos irreversibles en niños. Un estudio publicado por la Clínica Mayo en marzo encontró que los niños que toman bloqueadores de la pubertad podrían sufrir daños «irreversibles» basados en los efectos que los medicamentos tienen en las células testiculares.
(*) El reciente Informe Cass, dirigido por la Dra. Hilary Cass en el Reino Unido, se enfoca en los tratamientos proporcionados a menores con disforia de género. Este informe fue comisionado en respuesta a preocupaciones crecientes sobre la adecuación y seguridad de los tratamientos actuales, especialmente en el contexto del Servicio Nacional de Salud (NHS) y su única clínica especializada, el Servicio de Desarrollo de la Identidad de Género (GIDS) en el Tavistock and Portman NHS Foundation Trust.
Publicado inicialmente como un informe intermedio en 2021, el Informe Cass advierte sobre la falta de evidencia sólida que respalde las intervenciones médicas actuales, como las terapias hormonales, y señala la necesidad de un enfoque más robusto y basado en la evidencia para tratar a los jóvenes con disforia de género. Algunos de los puntos clave del informe incluyen:
1. Mejorar la comprensión: El informe pide una mejor comprensión de las necesidades de los jóvenes trans y de género diverso, incluyendo una evaluación más integral que aborde aspectos psicológicos, médicos y sociales.
2. Investigación adicional: Destaca la necesidad de investigación adicional para entender los resultados a largo plazo de las intervenciones médicas, considerando que los tratamientos actuales se basan en un nivel de evidencia relativamente bajo.
3. Modelo de cuidado descentralizado: Sugiere la descentralización de los servicios para que el cuidado sea más accesible a nivel regional, en lugar de depender de un solo proveedor nacional.
4. Apoyo psicológico: Enfatiza la importancia del apoyo psicológico continuo para los jóvenes y sus familias como parte integral del proceso de tratamiento.