(ACN/InfoCatólica) Millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a la Palabra de Dios. En muchos lugares donde las guerras han marcado la vida a la población, el único camino para la paz interior es la reconciliación a través del perdón. La Iglesia es en muchos casos la que promueve esta reconciliación. Para ello, la lectura espiritual es un medio fundamental. En muchas escuelas de países necesitados, como Eritrea, la Biblia del Niño es a veces el único libro de lectura para los más pequeños.
La fundación pontificia también apoya la edición de otros libros y materiales catequéticos, como YouCat, catecismos y libros litúrgicos y de oración. Sumando todos estos materiales, ACN financió en 2022 más de 1,3 millones de publicaciones.
La Biblia del Niño por todo el mundo
ACN presentó la Biblia del Niño en la Conferencia de los obispos de Latinoamérica celebrada en la ciudad mexicana de Puebla a finales de enero de 1979, en la que también participó el papa Juan Pablo II durante su primer viaje fuera de Italia. El éxito fue impresionante: los obispos encargaron directamente 1,2 millones de ejemplares en español. De esto se enteraron misioneros, obispos y catequistas de otros países, lo que hizo necesario traducirla a otros idiomas. Hoy en día existen versiones en 189 lenguas: que van de la A de afar, el idioma que hablan aproximadamente medio millón de personas en zonas de Etiopía, Eritrea y Yibuti, hasta la Z de zulú, un idioma de los bantúes, en África meridional. Periódicamente se añaden nuevas traducciones en África, por ejemplo, se hablan más de 2.000 idiomas. Allí la Biblia del Niño presta una importante contribución a la alfabetización.
Desde el principio, ACN distribuye la Biblia infantil gratuitamente en países necesitados, mientras que en los de mayor poder adquisitivo, su precio cubre los gastos de producción. Entre los ejemplares más difundidos se cuentan las versiones en español (unos 14 millones), portugués (10,3 millones), inglés (2,5 millones), francés (1,2 millones) y suajili, del este de África (950.000). Tras el hundimiento de la Unión Soviética, una emisora cristiana de radio dio a conocer la Biblia infantil en ruso, y en breve la fundación recibió medio millón de pedidos.
También los Papas aprecian enormemente la Biblia del Niño. Por ejemplo, Benedicto XVI distribuyó en su viaje pastoral a Brasil en mayo de 2007, el ejemplar número 10 millones de la Biblia del Niño durante su visita a Fazenda de la Esperanza.