(Asia News/InfoCatólica) Saim había salido de casa para ir a la peluquería cuando un guardia de seguridad musulmán, que se percató de la cruz que el niño llevaba al cuello, lo detuvo. El guardia, identificado como Qadar Khan, le arrancó el colgante e intentó forzar a Saim a recitar una oración islámica. Ante la negativa del niño, quien reafirmó su fe cristiana, el hombre le hizo ingerir una sustancia tóxica con la intención de envenenarlo.
Varias horas después de su desaparición, los padres de Saim encontraron a su hijo inconsciente. Su padre, Liyaqat Randhava, acudió a la policía, donde recibió un trato injusto. Los agentes solo registraron la denuncia tras múltiples insistencias y no entregaron una copia del documento a la familia. Además, varios detalles importantes del incidente fueron omitidos en dicha denuncia, conocida también como primer reporte informativo o FIR.
Joseph Johnson, presidente de Voice for Justice, expresó su profunda preocupación por la creciente frecuencia de conversiones religiosas forzosas en Pakistán y condenó el ataque sufrido por Saim, criticando la gran negligencia policial en el manejo del caso. «Al omitir detalles cruciales en el FIR, la policía está exponiendo a Saim y a su familia a más abusos», declaró Johnson, instando al gobierno a intervenir y llevar a cabo una investigación exhaustiva.