(NCRegister/InfoCatólica) El informe de 10 páginas del Inspector General Michael Horowitz no encontró evidencia de que alguien ordenara a los dos analistas del FBI autores del memorando, encontrar una conexión entre extremistas violentos motivados racial o étnicamente (RMVEs) y miembros de alguna religión o afiliación política. El informe concluyó que no había una «dirección de política subyacente» que indicara una conexión.
El memorando retirado, con fecha del 23 de enero de 2023, provenía de la oficina del FBI en Richmond, Virginia. Afirmaba que los extremistas violentos motivados racial o étnicamente probablemente se interesarían más en la «ideología católica radical-tradicionalista» en los próximos 12 a 24 meses «en la antesala del próximo ciclo electoral general».
Los obispos de EE. UU. y destacadas personalidades católicas, condenaron el memorando después de que se filtrara a la prensa. Algunos senadores y congresistas acusaron al FBI de apuntar a católicos tradicionalistas y exigieron respuestas al Departamento de Justicia sobre cómo, por qué y a través de quién se creó el documento.
El senador republicano de Iowa, Chuck Grassley, dijo a CNA el viernes que apreciaba el trabajo del inspector general pero afirmó que «el informe deja sin respuesta preguntas que yo y muchos de mis colegas hemos estado planteando al FBI durante más de un año. La parte más importante de este informe es lo que no está en él, más que lo que está». Y añadió:
«El director [del FBI] [Christopher] Wray no ha explicado suficientemente por qué describió el memorando al Congreso como un 'producto único' cuando había dos: uno interno en Richmond y otro que el FBI planeaba elevar a toda la oficina a nivel nacional. El FBI tampoco ha explicado por qué ordenó la eliminación permanente de archivos relacionados con el memorando o por qué sigue utilizando fuentes parciales como el Southern Poverty Law Center. El FBI le debe al Senado muchas más respuestas sobre este atroz caso».