(ACI Prensa/InfoCatólica) Bee Sostad anuncíó el primer día de este año, Solemnidad de María Madre de Dios, su decisión de dejar atrás «el trabajo sexual. Arrepentirme de mis innumerables pecados. Abandonar mi vida de pecado, riqueza, vicio y vana obsesión por mí misma».
La joven, que se presenta actualmente como «una pecadora arrepentida que se convirtió a Cristo; exactriz y productora porno», compartió con sus seguidores en X que esa decisión se dio tras un viaje a Roma y Asís, en Italia, donde experimentó «lo que solamente puede describirse como una conversión que cambia la vida».
«Es una experiencia humillante y sé que muchos se burlarán de ella o la cuestionarán. Estoy renunciando a todos mis ingresos y entregando mi vida a Cristo. Dejo atrás mi vida de pecado desenfrenado, vicio, orgullo, libertinaje, vanidad y mentiras para –con la gracia de Dios– vivir una vida de verdad, belleza, obediencia a la voluntad divina de Dios, virtud y humildad», escribió en X.
Solstad, quien tenía una cuenta en diversas plataformas de contenido pornográfico, comentó que desde hacía algunos veces ya estaba preparándose en el Rito de Iniciación Cristiana para Adultos (RICA), y que tenía previsto confirmarse y recibir la Primera Comunión. El Miércoles Santo fue su primera confesión.
«Gracias, Jesús, por no abandonar a una pecadora tan miserable. Gracias Santa María, Madre de Dios, por tu inmenso amor y consuelo», escribió.
La joven conversa señaló además que «el perdón y la misericordia de Dios son reales. Si alguien tan quebrada y pecadora como yo puede ser redimida y convertida, no hay duda de que cualquiera que lea esto también puede ser salvado por Su Divina Misericordia».
Bautizada de pequeña como luterana, se alejó de Dios en la universidad, donde vivía en medio «de la embriaguez, la droga y la promiscuidad». Una posterior tragedia la hizo alejarse aún más.
En 2023 viajó a Italia, y en las iglesias veía siempre el crucifijo. Pero en Sorrento comenzó a ver la imagen de la Virgen en todos lados: «sentía que María me estaba llamando de una forma muy particular. Cada vez que entraba a una iglesia la buscaba, podía sentir realmente su presencia. Quería saludarla y pedirle ayuda para superar la tragedia que sufrí».
En Asís, «me impresionó San Francisco pero Santa Clara me conmovió hasta las lágrimas. Me arrodillé ante su tumba y le pedí ayuda. La sentí presente y sentí que me decía que iba a tomar todo mi dolor y ansiedad para dárselos a Dios», narró a ACI Prensa.
Tras esa experiencia y al volver a casa «me di cuenta que ya no quería esa vida. Odié mi trabajo. Me sentí desagradable y culpable por el trabajo que hice durante una década. No podía dejar de pensar en todas las cosas que había hecho y en todas las vidas que había afectado negativamente con la pornografía y con la vida lasciva que había estado viviendo».
Al poco tiempo buscó a un sacerdote y habló con él y su secretaria. Esos encuentros, en los que le dijeron que «Dios me ama», fueron como «una cascada de luz» y la hicieron anhelar «ser alguien mejor. Quería estar limpia, quería ser feliz y un gran ejemplo del amor de Dios».
«Honestamente me he enamorado de la Iglesia Católica. Hay tal riqueza en la fe. La Santísima Trinidad, el Padre, Jesús, el Espíritu Santo, María Madre de Dios, todos los santos inspiradores, heroicos y hermosos, los sacramentos, la historia, la tradición, ¡todo! Pero lo que más me ha tocado es la Eucaristía (… ) algo tan sorprendente para mí con Jesús presente físicamente».
These 5 seconds will forever be emblazoned in my heart, mind & soul.
— Miss B Converted (@TheMistressB) April 3, 2024
This is the best moment of my life.
My life has changed for the better so much during these past several months, but it pales in comparison to how much this moment of receiving my first Eucharist permanently… pic.twitter.com/CHXWzCA71G
Actualmente Bree sólo recibe ingresos ahora de su tienda de artículos religiosos.