Doctrina de la Fe publica un documento sobre la dignidad humana y las violaciones contra la misma

Dignitas Infinita

Doctrina de la Fe publica un documento sobre la dignidad humana y las violaciones contra la misma

«Dignitas Infinita» es el título del documento magisterial del Dicasterio para la Doctrina de la Fe sobre la cuestión de la dignidad del ser humano y las ideologías y prácticas que atentan contra la misma, caso del aborto, la eutanasia, la ideología de género y otras. El texto hace un recorrido por las Escrituras, el desarrollo del pensamiento cristiano a través de los siglos y la enseñanza actual sobre la materia.

(InfoCatólica) El documento Dignitas Infinita señala que existe una «cuádruple distinción del concepto de dignidad: dignidad ontológicadignidad moraldignidad social y finalmente dignidad existencial».

«El sentido más importante permanece vinculado a la dignidad ontológica que corresponde a la persona como tal por el mero hecho de existir y haber sido querida, creada y amada por Dios. Esta dignidad no puede ser nunca eliminada y permanece válida más allá de toda circunstancia en la que pueden encontrarse los individuos».

Y:

«Cuando se habla de la dignidad moral se refiere, como se acaba de considerar, al ejercicio de la libertad por parte de la criatura humana. Esta última, aunque dotada de conciencia, permanece siempre abierta a la posibilidad de actuar contra ella. Al hacerlo, el ser humano se comporta de un modo que «no es digno» de su naturaleza de criatura amada por Dios y llamada a amar a los otros. Pero esta posibilidad existe».

Se recuerda que:

«La historia nos atestigua que el ejercicio de la libertad contra la ley del amor revelada por el Evangelio puede alcanzar cotas incalculables de mal infligido a los otros. Cuando esto sucede, nos encontramos ante personas que parecen haber perdido todo rastro de humanidad, todo rastro de dignidad».

En cuanto a la dignidad social:

«Cuando hablamos de dignidad social nos referimos a las condiciones en las que vive una persona. En la pobreza extrema, por ejemplo, cuando no se dan las condiciones mínimas para que una persona viva de acuerdo con su dignidad ontológica, se dice que la vida de esa persona pobre es una vida «indigna». Esta expresión no indica en modo alguno un juicio hacia la persona, al contrario, quiere destacar el hecho de que su dignidad inalienable se contradice por la situación en la que se ve obligada a vivir».

Y por último, la dignidad existencial:

«Hoy se habla cada vez con más frecuencia de una vida «digna» y de una vida «indigna». Y con esta expresión nos referimos a situaciones de tipo existencial: por ejemplo, al caso de una persona que, aun no faltándole, aparentemente, nada de esencial para vivir, por diversas razones, le resulta difícil vivir con paz, con alegría y con esperanza. En otras situaciones es la presencia de enfermedades graves, de contextos familiares violentos, de ciertas adicciones patológicas y de otros malestares los que llevan a alguien a experimentar su propia condición de vida como «indigna» frente a la percepción de aquella dignidad ontológica que nunca puede ser oscurecida».

El texto recalca «el valor inalienable de esa dignidad ontológica enraizada en el ser mismo de la persona humana y que subsiste más allá de toda circunstancia».

Dignitas hace un recorrido por los pasajes bíblicos que afirman la dignidad del ser humano y recuerda que «a lo largo de su ministerio, Jesús afirmó el valor y la dignidad de todos los que son portadores de la imagen de Dios, independientemente de su condición social y circunstancias externas».

A continuación se resume la evolución del pensamiento cristiano sobre esta materia, desde los Padres de la Iglesia hasta la actualidad, en la que el catolicismo ha influido en autores no cristianos y viceversa:

«Incluso en la visión de pensadores modernos, como Descartes y Kant, que cuestionaron algunos de los fundamentos de la antropología cristiana tradicional, se perciben con fuerza los ecos de la Revelación. A partir de algunas reflexiones filosóficas más recientes sobre el estatuto de la subjetividad teórica y práctica, la reflexión cristiana ha llegado después a acentuar aún más la profundidad del concepto de dignidad, alcanzando en el siglo XX una perspectiva original, como por ejemplo la del personalismo. Esta perspectiva no sólo retoma la cuestión de la subjetividad, sino que la profundiza en la dirección de la intersubjetividad y de las relaciones que unen a las personas humanas entre sí. La propuesta antropológica cristiana y contemporánea también se ha enriquecido con el pensamiento procedente de esta última visión».

El segundo capítulo del documento se titula «La Iglesia anuncia, promueve y se hace garante de la dignidad humana»:

«La Iglesia proclama la igual dignidad de todos los seres humanos, independientemente de su condición de vida o de su calidad. Este anuncio se apoya sobre una triple convicción que, a la luz de la fe cristiana, confiere un valor inconmensurable a la dignidad humana y refuerza sus exigencias intrínsecas».

Se asegura que la fe «contribuye decisivamente a ayudar a la razón en su percepción de la dignidad humana, y a acoger, consolidar y clarificar sus rasgos esenciales, como ha señalado Benedicto XVI: «sin la ayuda correctora de la religión, la razón puede ser también presa de distorsiones, como cuando es manipulada por las ideologías o se aplica de forma parcial en detrimento de la consideración plena de la dignidad de la persona humana. Después de todo, dicho abuso de la razón fue lo que provocó la trata de esclavos en primer lugar y otros muchos males sociales, en particular la difusión de las ideologías totalitarias del siglo XX».»

Y se apela al último concilio ecuménico:

«...el Concilio Vaticano II habla de la «excelsa dignidad de la persona humana, de su superioridad sobre las cosas y de sus derechos y deberes universales e inviolables». Como recuerda el incipit de la Declaración conciliar Dignitatis Humanae, «los hombres de nuestro tiempo se hacen cada vez más conscientes de la dignidad de la persona humana, y aumenta el número de aquellos que exigen que los hombres en su actuación gocen y usen del propio criterio y libertad responsables, guiados por la conciencia del deber y no movidos por la coacción». Esta libertad de pensamiento y de conciencia, tanto individual como comunitaria, está basada sobre el reconocimiento de la dignidad humana «tal como se la conoce por la palabra revelada de Dios y por la misma razón natural». El mismo magisterio eclesial ha madurado, cada vez con más plenitud, el significado de esta dignidad, junto con las exigencias e implicaciones relacionadas con ella, llegando a la comprensión de que la dignidad de todo ser humano es tal más allá de toda circunstancia».

Derechos humanos

Dignitas aborda la cuestión de los derechos humanos en la era actual:

«Como ya recordó el Papa Francisco, «en la cultura moderna, la referencia más cercana al principio de la dignidad inalienable de la persona es la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, que san Juan Pablo II definió «piedra miliar puesta en el largo y difícil camino del género humano”, y como “una de las más altas expresiones de la conciencia humana».»

Y apunta aquello que atenta contra dichos derechos:

«Queriendo señalar algunas de las muchas violaciones de la dignidad humana en nuestro mundo contemporáneo, podemos recordar lo que el Concilio Vaticano II enseñó a este respecto. Hay que reconocer que se opone a la dignidad humana «cuanto atenta contra la vida – homicidios de cualquier clase, genocidios, aborto, eutanasia y el mismo suicidio deliberado». Atenta además contra nuestra dignidad «cuanto viola la integridad de la persona humana, como, por ejemplo, las mutilaciones, las torturas morales o físicas, los conatos sistemáticos para dominar la mente ajena». Y finalmente «cuanto ofende a la dignidad humana, como son las condiciones infrahumanas de vida, las detenciones arbitrarias, las deportaciones, la esclavitud, la prostitución, la trata de blancas y de jóvenes; o las condiciones laborales degradantes, que reducen al operario al rango de mero instrumento de lucro, sin respeto a la libertad y a la responsabilidad de la persona humana». Será necesario también mencionar aquí el tema de la pena de muerte: también esta última viola la dignidad inalienable de toda persona humana más allá de cualquier circunstancia».

El documento señala, y explica, algunas violaciones graves de la dignidad humana que son de especial actualidad: el drama de la pobreza, la guerra, las condiciones del trabajo de los emigrantes, la trata de personas, los abusos sexuales, la violencia conra las mujeres, el aborto, la maternidad subrogada, la eutansia -y el suicidio asistido-, el descarte de las personas con discapacidad, la teoría de género, el cambio de sexo y la violencia digital.

Aborto

Sobre el aborto, el documento afirma:

La aceptación del aborto en la mentalidad, en las costumbres y en la misma ley es señal evidente de una peligrosísima crisis del sentido moral, que es cada vez más incapaz de distinguir entre el bien y el mal, incluso cuando está en juego el derecho fundamental a la vida. Ante una situación tan grave, se requiere más que nunca el valor de mirar de frente a la verdad y de llamar a las cosas por su nombre, sin ceder a compromisos de conveniencia o a la tentación de autoengaño. A este propósito resuena categórico el reproche del Profeta: «¡Ay, los que llaman al mal bien, y al bien mal!; que dan oscuridad por luz, y luz por oscuridad» (Is 5, 20).

Y advierte:

«...en el caso del aborto se percibe la difusión de una terminología ambigua, como la de “interrupción del embarazo”, que tiende a ocultar su verdadera naturaleza y a atenuar su gravedad en la opinión pública. Quizás este mismo fenómeno lingüístico sea síntoma de un malestar de las conciencias. Pero ninguna palabra puede cambiar la realidad de las cosas: el aborto procurado es la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de su existencia, que va de la concepción al nacimiento»

Vientres de alquiler

Respecto a la maternidad subrogada se afirma:

«La Iglesia, también, se posiciona en contra de la práctica de la maternidad subrogada, mediante la cual el niño, inmensamente digno, se convierte en un mero objeto.

Y:

«La práctica de la maternidad subrogada viola, ante todo, la dignidad del niño... el niño tiene derecho, en virtud de su dignidad inalienable, a tener un origen plenamente humano y no inducido artificialmente, y a recibir el don de una vida que manifieste, al mismo tiempo, la dignidad de quien la da y de quien la recibe».

Y además:

«La práctica de la maternidad subrogada viola, al mismo tiempo, la dignidad de la propia mujer que o se ve obligada a ello o decide libremente someterse. Con esta práctica, la mujer se desvincula del hijo que crece en ella y se convierte en un mero medio al servicio del beneficio o del deseo arbitrario de otros».

Eutanasia, suicidio asistido

La manera de abordar la crítica a la eutanasia del documento es igualmente contundente:

«Hay un caso particular de violación de la dignidad humana, más silencioso pero que está ganando mucho terreno. Tiene la peculiaridad de utilizar un concepto erróneo de la dignidad humana para volverla contra la vida misma. Esta confusión, muy común hoy en día, sale a la luz cuando se habla de eutanasia. Por ejemplo, las leyes que reconocen la posibilidad de la eutanasia o el suicidio asistido se denominan a veces «leyes de muerte digna». Está muy extendida la idea de que la eutanasia o el suicidio asistido son compatibles con el respeto a la dignidad de la persona humana. Frente a este hecho, hay que reafirmar con fuerza que el sufrimiento no hace perder al enfermo esa dignidad que le es intrínseca e inalienablemente propia, sino que puede convertirse en una oportunidad para reforzar los lazos de pertenencia mutua y tomar mayor conciencia de lo preciosa que es cada persona para el conjunto de la humanidad».

Ideología de género

La teoría o ideología de género recibe también una consideración muy negativa por parte del documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe:

«Con respecto a la teoría de género, sobre cuya consistencia científica se debate mucho en la comunidad de expertos, la Iglesia recuerda que la vida humana, en todos sus componentes, físicos y espirituales, es un don de Dios, que debe ser acogido con gratitud y puesto al servicio del bien. Querer disponer de sí mismo, como prescribe la teoría de género, sin tener en cuenta esta verdad fundamental de la vida humana como don, no significa otra cosa que ceder a la vieja tentación de que el ser humano se convierta en Dios y entre en competencia con el verdadero Dios del amor que nos revela el Evangelio».

Se constata que la ideología de género «pretende negar la mayor diferencia posible entre los seres vivos: la diferencia sexual. Esta diferencia constitutiva no sólo es la mayor imaginable, sino también la más bella y la más poderosa: logra, en la pareja varón-mujer, la reciprocidad más admirable y es, por tanto, la fuente de ese milagro que nunca deja de asombrarnos que es la llegada de nuevos seres humanos al mundo».

Transexualidad

Dignitas Infinita condena los procedimientos para el cambio de sexo:

«...toda operación de cambio de sexo, por regla general, corra el riesgo de atentar contra la dignidad única que la persona ha recibido desde el momento de la concepción. Esto no significa que se excluya la posibilidad que una persona afectada por anomalías genitales, que ya son evidentes al nacer o que se desarrollan posteriormente, pueda optar por recibir asistencia médica con el objetivo de resolver esas anomalías. En este caso, la operación no constituiría un cambio de sexo en el sentido que aquí se entiende».

Conclusión

El documento concluye haciendo un llamamiento a la defensa de la dignidad humana

Cada persona individual y, al mismo tiempo, cada comunidad humana tiene, por tanto, la tarea de la realización concreta y efectiva de la dignidad humana, mientras que corresponde a los Estados no sólo protegerla, sino también garantizar las condiciones necesarias para que florezca en la promoción integral de la persona humana: «en la actividad política hay que recordar que “más allá de toda apariencia, cada uno es inmensamente sagrado y merece nuestro cariño y nuestra entrega”».

Y:

«También hoy, ante tantas violaciones de la dignidad humana, que amenazan gravemente el futuro de la humanidad, la Iglesia no cesa de alentar la promoción de la dignidad de toda persona humana, cualesquiera que sean sus cualidades físicas, psíquicas, culturales, sociales y religiosas. Lo hace con esperanza, segura de la fuerza que brota de Cristo resucitado, que ha llevado ya a su plenitud definitiva la dignidad integral de todo varón y de toda mujer. Esta certeza se convierte en un llamamiento en las palabras del Papa Francisco a cada uno de nosotros: «a cada persona de este mundo le pido que no olvide esa dignidad suya que nadie tiene derecho a quitarle».»

Texto completo de Dignitas Infinita.

58 comentarios

Miryam
Y digo yo, como simple sugerencia , para que tantos escritos que nadie lee, ni siquiera quienes deben leerlos y hablan de estos temas en las homilias a propósito de la Palabra De Dios dominical ??.
No será más directo , pedagógico , catequetico y en resumen , efectivo .
Porque sabemos que hay “católicos “ favorables al aborto , eutanasia etc etc y por tanto la ideología de género y la agenda 20/30 .
Bueno lo que digo es llover sobre mojado , pero hay que insistir y eso hago . Saludos
8/04/24 1:57 PM
Teresa
A ojo ..parece que el dicasterio está muy lejos de la verdad no refleja la nueva humanidad por la Pascua de Cristo , en la biblia Dios nos pide ser dignos de Cristo tomando la cruz y siguiéndole.

La dignidad humana es Cristo- céntrica pero el dicasterio tiene una nebulosa idea ideológica en este documento , que trata por ejemplo ,de impedir que juzguemos públicamente por internet la blasfemia y herejía que está saliendo de nuestros jerarcas , así que este documento lo califica de" violencia digital" un nuevo pecado contra el sistema.


Benedicto xvi explica que es la "sublime dignidad humana" , en su encicla Caritas un Veritate, muchos documentos , aquí recojo una catequesis suya de navidad:

"el Concilio Vaticano II ha dicho, al respecto, que “con la encarnación el Hijo de Dios se ha unido en cierta forma a todo hombre” (Gaudium et spes, 22).
Esta unión ha venido a confirmar el diseño original de una humanidad creada a “imagen y semejanza” de Dios.
En realidad, el Verbo encarnado es la única imagen perfecta y consustancial del Dios invisible. Jesucristo es el hombre perfecto. “En Él -observa una vez más el Concilio – la naturaleza humana ha sido asumida…, por eso mismo ha sido también elevada en nosotros a una sublime dignidad” (ibid.).

Por esto la historia terrena de Jesús, culminada en el misterio pascual, es el inicio de un mundo nuevo, porque ha inaugurado realmente una nueva humanidad, capaz, siempre y solo con la gracia de Cri
8/04/24 2:05 PM
Augusto del Río
Pésimo lo de la pena de muerte. La Iglesia Católica parece haberse equivocado en un tema tan fundamental durante 2.000 años. No solo eso. Dios mismo parece haberse equivocado porque no solo no hay ningún texto en la Sagrada Escritura que condene la pena de muerte, sino que, al contrario, la ha admitido bajo determinadas condiciones y para penar delitos gravísimos. Ni en el Antiguo Testamento ni en el Nuevo.
8/04/24 2:21 PM
Teresa
En el infierno no se respeta la dignidad ,quizá es que hay un nivel de dignidad que se refiere a Cristo , a la cruz y a su seguimiento.

Uno puede perder la dignidad en ese sentido..Se dignos de Cristo requiere de un esfuerzo y una obediencia a Cristo y a su Evangelio.
8/04/24 2:22 PM
otro Pepe
Está bien el tratamiento del aborto, la maternidad subrogada, la eutanasia...
8/04/24 2:25 PM
Jerónimo
Dios mío, me persigné antes de empezar a leer, dije: "Dios mío, guarda mi fe".
Esto no está mal, gracias a Dios, no está nada mal.
"Dos pasos adelante y uno atrás", me dijo un sacerdote una vez, si acaso él tenía razón, éste debe ser el paso atrás, seguro
8/04/24 2:35 PM
Pia
Felicito la claridad del texto, la valentía ante temas que les van a implicar un castigo político y social.

Tal vez podrían haber sido más incisivos, al menos en lo que aquí se lee, con la protección y defensa a las victimas del abuso sexual y otras cuestiones.

Se percibe que hay otra pluma. Este no es el estilo de redacción y desarrollo de pensamiento de Tucho Fdz.
8/04/24 2:53 PM
Teresa de Jesus


Tampoco el documento del Dicasterio nos habla de divinidad original perdidas recuperada , la recuperación gloriosa tiene que ver con la Virgen y el docimento no menciona la fuente del conocimiento de esa dignidad ni de María que esta la Santa Escritura y la Tradición.

Benedicto xvi nos explica que el pecado original nos ha rodeado de mal en el mundo y está en nosotros mismos y no se puede saber la causa de ese terrible mal sino se conoce el Génesis.

Luego Benedicto xvi, nos va a llevar a la Virgen María como " DIGNA Morada del Hijo de Dios".

Así lo explica en un Ángelus:


"Así pues, desde el principio, el "eterno consejo" —como diría Dante— tiene un "término fijo" (Paraíso, XXXIII, 3):

la Mujer predestinada a ser madre del Redentor, madre de Aquel que se humilló hasta el extremo para devolvernos a nuestra dignidad original.


Esta Mujer, a los ojos de Dios, tiene desde siempre un rostro y un nombre:

"Llena de gracia" (Lc 1, 28), como la llamó el ángel al visitarla en Nazaret.

Es la nueva Eva, esposa del nuevo Adán, destinada a ser madre de todos los redimidos.

San Andrés de Creta escribió: "La Theotókos María, el refugio común de todos los cristianos, fue la primera en ser liberada de la primitiva caída de nuestros primeros padres" (Homilía IV sobre la Navidad, PG 97, 880 A).

Y la liturgia de hoy afirma que Dios "preparó una digna morada para su Hijo y, en previsión de su muerte,
8/04/24 3:00 PM
Alberto el retrógrado y rígido o quizá simple católico
La idea de la dignidad infinita, aunque sea ontológica, es extraña a la tradición católica. La misma noción de dignidad intrínseca es un concepto que no es central en la tradicion católica. Si lo es en cambio en la Masonería. El objetivo de la masoneria es justificar la autonomia del individuo más allá de la ley de Dios y por eso desde el Vat II han intentado inyectar con calzador la idea de dignidad intrínseca (ontologica) como el concepto a destacar de la teologia católica.

Una vez se establece una dignidad infinita, cualquier pecado de impureza que sea "consentido" pasa a dejar de ser pecado
8/04/24 3:56 PM
P. Juan J. Saliva
Como Jerónimo, me persigné antes. Si queremos algo corto...nos falta. Algo con más profundidad...muy largo y nadie lo leerá. Algo se dice, algo se hace. Mucho depende de nosotros y profundizar en el escrito, con pensamiento católico y la ayuda del Espíritu Santo. Creo que no se esperaba así el Documento, pero ahí está. El Señor Resucitó. ¡Aleluya, Aleluya!
8/04/24 4:09 PM
Crux ave, spes unica
Estimado Alberto retrógrado,



El concepto de dignidad infinita del ser humano está esbozado y desarrollado mucho antes del CVII. El desarrollo del vínculo entre
el alma humana y la imagen de la Trinidad, encontra en San Agustín y en Santo Tomás los máximos exponentes (entre otros).

San Agustín: Textos como De Genesi ad litteram IV 12 y De Trinitate desarrollan este aspecto.

Santo Tomás: En la Suma Teológica I muestra diversas nociones de imagen en la cuestión 93.


Las encíclicas de San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, así como las constituciones del concilio Vat II se basan en estos Padres de la Iglesia. ¿ también son masones para usted Sato Tomas y San Agustín ?



Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis

8/04/24 4:38 PM
Fernando Martín López Avalos
Un enfoque sociológico, cuando más el de una ética humanista, pero naturalista sin referencia a la Tradición de la Iglesia. ¡¡¡Pésimo!!!
8/04/24 4:58 PM
Percival
Para temas de tanto calado, muy pobres propuestas con una teología muy ambigua, desarticulada y superficial. Menos mal que no herética.
Y las citas del magisterio anterior son cosméticas, porque la masa global del documento está centrada en Francisco, como si con él comenzase la Iglesia católica.
De poco fuste, que ni quita ni pone.
8/04/24 5:02 PM
Adriel
En resumen: Fratelli Tutti Parte 2; autorreferencialidad constante del abajo firmante, que se cita a sí mismo; la carta de los derechos humanos de la ONU como guía para la fraternidad universal; el hombre (y su dignidad) en el centro, desplazando a Dios; esa ambigüedad que siempre usan los popesplainers para que el texto diga lo que no dice; muchas citas a JPII y Benedicto para cubrirse las espaldas; blanqueo obsceno al Tucho para que Fiducia parezca menos grave.

¿Seguirá alabando la carta de derechos humanos cuando esta incorpore el aborto como derecho fundamental?
8/04/24 5:56 PM
Alberto el retrógrado y rígido o quizá simple católico
Crux ave, spes unica hasta lo que yo se en ninguna de esas obras que usted cita ni en ninguna otra se habla de "dignidad infinita" Si no, eso hubiera sido citado en el texto. Pero no, Solo autocita a Francisco.
8/04/24 6:43 PM
pipo
Me pareció clave la conferencia de prensa de presentación porque hubo unas dos o tres preguntas sobre lo que de verdad quisieramos saber los católicos ignorantes. Por ejemplo, si la conferencia de prensa, inédita en el mandato Tucho, era una forma preventiva del prefecto por lo que generó Fiducia Supplicans. Luego está la pregunta esa sobre la ausencia de la mención a la cicatriz dejada por el pecado original. Y otra sobre el alcance de la declaración, porque en un par de años lo que dice allí ya podría no ser tan así, como pasó con la responsa ad dubium de 2021 sobre la bendición a parejas homosexuales cuya vigencia fue de apenas dos años porque cuando llegó Tucho nos dijeron otra cosa. Una preguntica que me queda por alli suelta; ¿cómo así que todo ser humano posee una dignidad infinita?, hasta donde yo me acuerdo Santo Tomás de Aquino rebatía esta posibilidad.
8/04/24 6:45 PM
Lucía Victoria
Yo he leído un documento muy bueno, muy equilibrado y perfectamente medido en contenido, estructura y lenguaje; para que pueda comprenderlo -y en su caso, acogerlo- cualquier tipo de público.
Casi cinco años de trabajo por parte del que imagino habrá sido un equipo multidisciplinar (y a la vista está que bien cohesionado): se utilizan con el mismo rigor los pasajes evangélicos que otros conceptos y categorías de la doctrina científica (mundo). No es nada fácil ir al meollo del asunto en tantas cuestiones nucleares y esenciales, respetando siempre el hilo conductor y logrando que sea perfectamente inteligible para todos, creyentes y no creyentes. Aunque dice que no es exhaustivo, creo que este documento ha abordado de una manera cuasi integral la transversalidad de un concepto tan prostituido por el mundo como es el de la "dignidad humana". Y de contornos cada vez más desdibujados, pues es cierto que cada día se va estrechando más hacia la noción "dignidad de la persona", mucho más reducida y más contingente (pues depende de la definición que de ella hagan las constituciones nacionales y no, como el documento recuerda, de algo que preexiste al hombre y que por tanto no depende de un eventual reconocimiento legal). Tiene frases para enmarcar (y considerar detenidamente).

Ya como particularidad, me ha llamado la atención que se trata de un documento -probablemente el único hoy con algún impacto internacional- que aborda la defensa integral de la dignidad huma
8/04/24 6:45 PM
Fernando Martín López Avalos
Un enfoque sociológico, cuando más el de una ética humanista, pero naturalista sin referencia a la Tradición de la Iglesia. ¡¡¡Pésimo!!!
8/04/24 6:47 PM
Alberto el retrógrado y rígido o quizá simple católico
La dignidad infinita es un concepto muy peligroso.

Ya sin el concepto de "indfinitud" el documento Dignitatis humanae del Vaticano II que va en contra de la tradición de la Iglesia y establece la libertad de conciencia que va en contra, nuevamente de la doctrina tradicional de la Iglesia hasta los años 60.

Ese documento del Varicano II ha sido esgrimido incluso por satanistas para justificar la práctica pública de su religión y en efecto, cuando se acepta la libertad de conciencia independientemente de la verdad y el bien objetivo, sobre los que solo la Iglesia puede iluminar, entonces cualquier aberración debe ser permitida. Y al que le moleste, lo siento mucho. Es así.

No quiero imaginar para qué la palanca de la dignidad "infinita" se va a utilizar, pero se va a utilizar.
8/04/24 6:54 PM
Lucía Victoria
(continúo aquí, que se me cortó)

Ya como particularidad, me ha llamado la atención que se trata de un documento -probablemente el único hoy con algún impacto internacional- que aborda la defensa integral de la dignidad humana (y desde el momento de la concepción). O lo que es lo mismo: de todos, todos, todos, y no sólo de los hijos de Dios, qué es sin duda la mayor dignidad que tenemos los católicos. De hecho, he buscado si aparece la expresión "hijo(s) de Dios" y ni rastro. Bien. No somos un lobby que sólo defendemos lo nuestro y a los nuestros, a costa de sacrificar a otros (o peor, de sacrificar la verdad): somos la Iglesia de Cristo, quien es el Camino, la Verdad y la Vida con mayúsculas. Y que ha muerto y resucitado para salvar al mundo de la esclavitud del pecado.

8/04/24 6:56 PM
Padre Miguel
Como es regla general en los documentos conciliares y postconciliares, este texto es una mezcla de verdades y errores que más bien oscurece lo que debería esclarecer.

Aunque es de Perogrullo, hay que decir que el hombre, ser finito, no puede tener una dignidad ontológica infinita. Dios sí y sólo Él. Yerra la declaración, entonces, en su premisa esencial y desde su mismo título.

La reiteradamente elogiada Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, nunca aceptada por Pío XII ni adoptada por el Vaticano; fue el fruto amargo de un largo trabajo de la Masonería y es hija de la infame Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, del fatídico año 1789.

La declaración intenta imponer una nueva y falsa definición del pecado, pasando éste de ser "un dicho, acto o deseo contra a la ley eterna" a ser "un dicho, acto o deseo contra a la dignidad humana".

En síntesis: la dignidad humana es la nueva base de toda la moral y el hombre es el nuevo dios.
8/04/24 7:14 PM
Lucía Victoria
Génesis 1, 26-28: "Dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza... Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y mujer los creó.".

¿La infinitud del Creador no es suficiente para considerar de una dignidad infinita a la obra cumbre su creación? Y aun cuando eso pudiese ser discutido, ¿acaso el valor infinito de la Sangre de Cristo no ha incrementado de forma exponencial nuestra dignidad?
8/04/24 7:16 PM
luis
Si la dignidad del hombre fuera infinita, nadie podría jamás ir al infierno.
8/04/24 7:50 PM
Cristián Yáñez Durán
Sostener que la dignidad humana es infinita no solo es absurdo, es luciferino.
8/04/24 8:13 PM
Mikel
Dignitas infinita es un documento valioso a la hora de enfrentar el embate globalista contra la humanidad. Teniendo en cuenta la situación en la que nos encontramos, creo que podemos darnos con un canto en los dientes.
Dios mediante, vendrá un tiempo en que el brillo del Magisterio de la Iglesia no sea atenuado sino más resplandeciente que nunca.
8/04/24 8:15 PM
Rodríguez
Esa manía de publicar textos para pasar a la historia como otros autorizan fuentes y glorietas para dejar la huella.

Hay multitud de documentos que lejos de clarificar los temas, los emborronan y lían. Este documento es superfluo y encima mezcla verdades con mentiras, ideologizando la moral.
Recibirá el aplauso de la masonería, otra vez.
8/04/24 8:43 PM
Lucía Victoria
Nº 388 del Documento Conclusivo de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (popularmente conocido como "Documento Aparecida") presentado al Santo Padre Benedicto XVI, en 2007:

"388. Proclamamos que todo ser humano existe pura y simplemente por el amor de Dios que lo creó, y por el amor de Dios que lo conserva en cada instante. La creación del varón y la mujer a su imagen y semejanza es un acontecimiento divino de vida, y su fuente es el amor fiel del Señor. Luego, sólo el Señor es el autor y el dueño de la vida, y el ser humano, su imagen viviente, es siempre sagrado, desde su concepción, en todas las etapas de la existencia, hasta su muerte natural y después de la muerte. La mirada cristiana sobre el ser humano permite percibir su valor que trasciende todo el universo: “Dios nos ha mostrado de modo insuperable cómo ama a cada hombre, y con ello le confiere una dignidad infinita”.

(Pueden encontrar el documento completo en catholic.net)
8/04/24 8:50 PM
Cos
No había oído hablar de la dignidad social. A mi me suena raro. La pobreza es un concepto relativo, diferente de la indigencia. Pero la indigencia no tiene porqué tener un condicionante social fuerte. En todo caso, entiendo que las atribuciones colectivas deben de tener como destinatario a los colectivos -sociedad, patria, familia, parroquia-, no a los individuos, que tienen las suyas propias.

"se dice que la vida de esa persona pobre es una vida «indigna»"

Ahí nos estaríamos refiriendo a otra acepción de la palabra dignidad totalmente distinta. Puede confundirse con la otra dignidad que llama existencial. No veo clara la diferencia.
8/04/24 9:02 PM
Lucía Victoria
Y así lo expresó también, según se lee en el Preámbulo de DI, san Juan Pablo II: "Esta dignidad de todos los seres humanos puede, de hecho, entenderse como “infinita” (dignitas infinita), como afirmó San Juan Pablo II en un encuentro con personas que sufrían ciertas limitaciones o discapacidades[1] " [Juan Pablo II, Ángelus con personas con discapacidad en la Iglesia Catedral de Osnabrück (16 noviembre 1980): Insegnamenti III/2 (1980), 1232.].
8/04/24 9:16 PM
martin
la Iglesia es y será perseguida por la infamia que habita en esta prueba, Bendita persecución por seguir a Dios Cristo

Protección a los débiles, aunque los supuestos "fuertes" se enfurezcan, esta emergiendo un nuevo Estado totalitario globalista, que persigue a los individuos y sus derechos como personas humanas
8/04/24 9:21 PM
Cos
El documento parece seguir las tesis progresistas de que hoy en día somos "mas conscientes" de la dignidad humana -luego hace todo un repaso de los males de nuestro tiempo, también insertos en buena parte de la Iglesia, que parece claramente contradecir esto, jeje. Y eso que solo se acuerda de unos pocos, aún hay mas-. No tengo claro si en este sentido hace distingos entre los distintos tipos de dignidad o se refiere a todos. Habiendo leído solo el artículo desconozco si después de precisar esos distintos tipos cada vez que se refiere a la dignidad asume estos distingos o resulta ambigua y confunde la ontológica con la moral, etc.
Apunta al personalismo, parece que sin precisar mucho. Reitera el pretendido cambio de doctrina sobre la pena de muerte, como si la Iglesia hubiese podido estar equivocada durante dos mil años. Mucha autorefencialidad.

Lo que si me gusta mucho es que no basa la denuncia de la "maternidad subrogada" en el mercantilismo del cuerpo de las mujeres pobres como hacen los politicuchos "conservadores" y el feminismo, sino en la violación de la dignidad del niño y de la mujer.
8/04/24 9:36 PM
África Marteache
No creo que haya respuesta alguna de los organismos de la ONU, la UE o cualquier otra organización que pudiera sentirse incluida en el club de los horrores. Es más, me apostaría un café con cualquiera a que no la va a haber. Teniendo en cuenta que el texto de la DI no afecta a particulares no nos sirve a la mayoría de los católicos, al único que podía afectarle es a Biden, que siendo católico promociona el aborto desde la Presidencia de los EE.UU, pero seguirá en lo mismo, no se dará por aludido y seguirá comulgando como hasta ahora. Tiempo al tiempo.
Porque este documento no es para uso de particulares sino de gobiernos y organizaciones ya que es un documento social.
8/04/24 10:34 PM
África Marteache
Lo que no deja claro este documento, que no va dirigido a católicos sino a todos, todos, todos, es si la dignidad humana, u ontológica si se quiere, es suficiente para salvarnos, que, en principio, sería la prioridad de la Iglesia. ¿O no?
8/04/24 10:53 PM
Cristián Yáñez Durán
La tesis que atribuye una dignidad infinita al hombre, salvo que sea en un sentido figurado o hiperbólico, no tiene asidero en la Tradición Católica. Es manifiestamente heterodoxa.
8/04/24 10:58 PM
Rexjhs
A ultima hora de esta mañana me leí el documento Dignidad infinita. El documento me parece muy peligroso, porque tiene apariencia de ortodoxia, pero está perfectamente calculado. La parte ortodoxa es la introducción, donde se habla del concepto de dignidad humana, y ahí se cita a JPII, BXVI o Pablo VI. Incluso a Santo Tomás de Aquino. Y también es ortodoxa la parte en que se condena el aborto y la eutanasia y los vientres de alquiler. Pero en todo lo demás, es decir, en la parte heterodoxa, son constantes las autocitas al propio "magisterio" de Bergoglio, como no podría ser de otra forma. De forma que cuela de rondón temas obsesivos en Bergoglio, que consagra, como el cambio climático, la inmigración masiva, la prohibición de la pena de muerte (que siempre ha sido permitida por la Iglesia desde el origen), etc. Lo peor de todo es que aparenta ir contra la ideología de género, y así se va a vender por la Iglesia, pero no es cierto: porque filtra también de pasada que existen personas con orientaciones sexuales distintas (algo que no concibe el magisterio de la Iglesia), dice que el sexo biológico se puede "distinguir" del sexo como orientación o gender, aunque no se puede "separar", dando a entender que acepta la homosexualidad o el lesbianismo (algo ya gravísimo, como se ha visto en Fiducia Supplicans), pero no la transexualidad. Pero, en relación con esto último, a la hora de condenar la transexualidad, en realidad lo hace con la boca pequeña, pues di
8/04/24 11:56 PM
Jorge Cantu
"1. (Dignitas infinita) Una dignidad infinita, que se fundamenta inalienablemente en su propio ser, le corresponde a cada persona humana, más allá de toda circunstancia y en cualquier estado o situación en que se encuentre".

De modo que, de acuerdo al documento, la dignidad humana no se fundamenta en Dios sino en el propio ser humano, es algo intrínseco. Dios no tiene ni mérito ni demérito en la dignidad humana.

El título efectista y rimbombante del documento suena a nombre de producción cinematográfica. Por mi parte, entiendo que la dignidad humana no puede ser de ninguna manera 'infinita' pues el ser humano es finito y dependiente del todo de su Creador y Redentor. El Único que goza de dignidad infinita es Dios, fuente de toda dignidad. Exaltar de manera exagerada la dignidad humana así sea para aparentar gran nobleza y compasión no hace honor a la verdad, siendo que el ser humano caído se dignifica realmente cuando ama, adora y obedece fielmente a su Dueño y Hacedor.
9/04/24 2:05 AM
Jorge Cantu
Lucía Victoria:

¿La infinitud del Creador no es suficiente para considerar de una dignidad infinita a la obra cumbre su creación? Y aun cuando eso pudiese ser discutido, ¿acaso el valor infinito de la Sangre de Cristo no ha incrementado de forma exponencial nuestra dignidad?

Depende de si se convierte, se bautiza y vive como verdadero hijo de Dios. "Los más pecadores son los que más merecen mi misericordia", dijo Cristo a Sor Faustina Kowalska. Sin embargo, si los pecadores no correspondemos al llamado, la oportunidad de conversión que nos ofrece Cristo, hacemos esa dignidad, esa herencia, estéril y nuestro destino será, en el mejor de los casos, el Purgatorio. Cómo dijo un comentarista anterior, no confundamos la dignidad humana natural recibida de Dios con la Salvación eterna automática.
9/04/24 2:22 AM
Taborino
Por desgracia estos documentos no se dan a conocer ni siquiera en las predicas de los sacerdotes. Pero los incautos multiplican los bulos dé WhatsApp
9/04/24 3:10 AM
Miguel
Queridos todos:

Desde el 11 de abril me iré a hacer la siesta. Que algún buen samaritano me despierte en el próximo pontificado... ;)

Saludo cordial
9/04/24 4:12 AM
Penc
Señor,no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. Parece que nuevamente estamos confundidos.
9/04/24 4:57 AM
Enrique McDougal
En verdad todo lo proveniente de Tucho es de poco fiar; así como del mismo Francisco. Lamentablemente se perece leer algún documento protestante: se requiere atención suma, pues de la manera más sutil filtran sus errores y contradicciones; al principio parece una verdad, más, cuando se destila, nada claro resulta.
9/04/24 5:04 AM
Tere
El documento no visualiza al hombre como lo hace San Pablo en la Carta a los Hebreos Cristocetricamente,

El documento describe a un Jesús revolucionario trabajador y humilde y omite su Señorio sobre la humanidad y toda la Creación fuente de la dignidad del hombre.

Dice Benedicto xvi en Caritas in Veritate:

"La segunda verdad es que el auténtico desarrollo del hombre concierne de manera unitaria a la totalidad de la persona en todas sus dimensiones[16].
Sin la perspectiva de una vida eterna, el progreso humano en este mundo se queda sin aliento. Encerrado dentro de la historia, queda expuesto al riesgo de reducirse sólo al incremento del tener; así, la humanidad pierde la valentía de estar disponible para los bienes más altos, para las iniciativas grandes y desinteresadas que la caridad universal exige.

El hombre no se desarrolla únicamente con sus propias fuerzas, así como no se le puede dar sin más el desarrollo desde fuera.

A lo largo de la historia, se ha creído con frecuencia que la creación de instituciones bastaba para garantizar a la humanidad el ejercicio del derecho al desarrollo. Desafortunadamente, se ha depositado una confianza excesiva en dichas instituciones, casi como si ellas pudieran conseguir el objetivo deseado de manera automática.
En realidad, las instituciones por sí solas no bastan, porque el desarrollo humano integral es ante todo vocación y, por tanto, comporta que se asuman libre y solidariamente responsabilidades por part
9/04/24 5:22 AM
Enrique, desde Sevilla
No será tan malo si no le ha gustado a los sinodales alemanes y tampoco a RD, que comenta la noticia mezclándola con alabanzas a Fiducia Supplicans.
9/04/24 8:32 AM
Mike
Este documento pretende dar carta de naturaleza al Magisterio pretérito juanpaulino y anterior porque, reconociéndolo, ya pueden validar el francisquista. Una tomadura de pelo que nadie se ha dado cuenta, por lo que debemos reconocer su éxito. Así, reconocen el matrimonio de varón y mujer para que, también, se pueda bendecir a varón con varón y a mujer con mujer, para no quitarles dignidad. Como tampoco se les puede quitar a varón con mujer en relación adúltera negándoles la Fiducia bendición.

Como desliza África Marteache, sustituyen la Santidad por una especie de dignidad, que incluye los derechos humanos (término que usan sin rubor, de influencia masónica) y es común a la Fratelli Tutti, a todos, todos, todos hermanos.

A las claras, podemos concluir que este elemento magisterial es herético por contradictorio con el Magisterio. Y quien lo ha sancionado, Francisco Papa, es un hereje. Metafísicamente no puede ser que el documento sea herético, pero no quien lo ha aprobado, Francisco Papa, como defienden erróneamente Luis Fernando, Bruno Moreno y otras comentaristas. También es verdad que se guardan las espaldas, Infocatólica ahora recibe publicidad de la X de la Iglesia, y es bueno que siga este medio y no sea cerrado, como la Sacristía de la Vandee. Al igual que, si bien Francisco se convirtió en hereje al firmar la Fiducia y otros documentos magisteriales que contienen herejía, para los sedevacantistas decimos que es un Papa válido.

Así que la Iglesia sigue como e
9/04/24 9:24 AM
Lucía Victoria
Jorge Cantu, precisamente por venir de quien viene, y por ser intrínseca al hombre, que no ha hecho nada para merecerla, es OBJETIVA. Luego, no, no depende de nada ni de nadie (persona, sistema político o gobierno, ni definición legal), más que de la voluntad libérrima de Dios, que nos ha pensando y creado desde toda la eternidad. Y que nos sostiene con la omnipotencia de su amor, en el cual vivimos, nos movemos y existimos. Nos preexiste y nos antecede porque hay Uno que nos amó primero.
Cuestión muy distinta es que nosotros mismos podamos actuar de forma indigna, o que -eficazmente dirigidos por el enemigo- desfiguremos nuestra dignidad, la violentemos, la ignoremos.,,, o, peor, que hagamos eso mismo con los demás.

El valor de la Sangre de Cristo es infinito. Nosotros valemos la sangre de Cristo. Luego, nuestro valor (dignidad) también es infinito.

Infinito no es un número; es un concepto para significar lo que no podemos expresar, contar, imaginar, abarcar en nuestra mente estrecha y miserable. Afirmar que nuestra dignidad es infinita en nada menoscaba ni palidece la infinita dignidad de Dios: hay infinitos más grandes que otros. Hay infinitos infinitamente más infinitos que otros.

En ningún momento he hablado de Salvación o condenación. No se me olvida eso tan bellamente expresado por s. Agustín: "Dios, que te creó sin ti, no te salvará sin ti": INFINITO+1= INFINITO
9/04/24 12:14 PM
Enrique McDougal
Indefendible: ¡Este es un "magisterio" fallido!
9/04/24 2:58 PM
Oscar Alejandro
Lucía Victoria:
Lo ha expresado maravillosamente!


"Cada hombre vale toda la Sangre de Cristo"
San José María Escrivá

Bendiciones!
9/04/24 2:59 PM
Cristián Yáñez Durán
No, Lucía Victoria. Usted está profundamente equivocada. No por el hecho de participar de la naturaleza divina, cuando estamos en gracia, tenemos una dignidad infinita.
Nuestra dignidad ontológica es limitada y aunque la gracia perfeccione nuestra naturaleza no la eleva a un grado infinito. Primero, porque la dignidad ontológica es un accidente propio que depende de nuestra esencia. Ésta es limitada y el accidente no puede ser mayor que la esencia en que inhiere. La dignidad sobrenatural es una perfección existenciante, que eleva infinitamente nuestra dignidad, pero respecto del orden natural no del sobrenatural. De hecho, la dignidad sobrenatural que sólo la tienen los católicos en gracia, es infinitamente inferior a la de Dios. Porque que Cristo haya asumido la naturaleza humana no implica que haya elevado a toda la naturaleza humana (idea herética y naturalista), sino que la naturaleza humana se vio elevada sólo en su Divina Persona.
9/04/24 3:49 PM
Lucía Victoria
Cristian, hablamos de la dignidad del hombre, no de su naturaleza, indiscutiblemente herida.

Yo identifico aquí "infinito" con inefable, inabarcable, incalculable, indeterminable e inenarrable, no con ilimitado (que no tiene fin); todas ellas, acepciones perfectamente válidas para referir lo "infinito".
Existe la posibilidad de que esté equivocada, por supuesto. Claro que juego con ventaja, porque no estoy diciendo nada que antes no haya dicho la Santa Madre IC. Y en todo caso, porque sé que el Señor siempre se complace en que subamos la apuesta por Él y por su increíble bondad.
Con todo, convendría ponerse serios en este tema, porque aquí hay mucha tela que cortar: no podemos comprar o rechazar el producto según me guste más o menos el fabricante. Negando la mayor (que la dignidad del hombre es infinita) entramos en el juego del enemigo, que es el padre de la mentira, un trilero cuyo pico y pala silencioso trabaja desde que nacemos para hacernos creer a cada uno de nosotros que no valemos nada (casi siempre, mostrándonos lo mucho que valen los demás...a los que engaña con idéntica mentira). Y así de espeluznante está el panorama: hasta los gobiernos aparentemente mas respetuosos han manoseado, devaluado y pisoteado el concepto de dignidad de tal modo, que ya es imposible encontrar uno cuya legislación no la constriña de alguna forma, con los más lacrimógenos argumentos de salud ("la ecografía muestra pliegue nucal peligroso"), o sufrimiento (
9/04/24 8:55 PM
Padre Miguel
Cristián Yáñez:
Muy bien dicho.
Todos los teólogos aprobados concuerdan en que "la ofensa infinita a Dios contenida en el pecado mortal solamente se puede reparar perfectamente por medio de un acto infinito de expiación. Y semejante acto sólo lo puede realizar una persona divina", persona de dignidad infinita (cita del célebre manual de teología dogmática de Ludwig Ott).
La "ofensa a Dios es infinita y exige, por tanto, una satisfacción infinita que, como tal, sólo es capaz de darla una persona divina", porque sólo una Persona divina tiene dignidad infinita (idem).
Jamás en toda la historia de la Iglesia previa al Vaticano II, algún teólogo autorizado o algún Pastor en comunión con Roma, se atrevió a decir que los hombres tenemos una dignidad infinita. Jamás.
9/04/24 8:58 PM
Mª Pilar
Comparto lo dicho por otros comentarios sobre la Infinitud de la dignidad humana. Tal vez para muchas personas "infinitud" quiere decir: "muchísimo", "una inmensidad".... Pero si se quería referir a ello, hubiera sido mas preciso e inequívoco utilizar estas palabras o alguna palabra similar, en vez de la el calificativo de "infinito". La palabra "Infinito" tiene otro significado que no veo atribuible a una criatura, si no solamente a Dios.
9/04/24 11:15 PM
Lucía Victoria
....es imposible encontrar un país, digo, cuya legislación no constriña la dignidad de alguna forma, con los más lacrimógenos argumentos de amor ("qué hay de malo si se quieren"), o salud ("la ecografía muestra pliegue nucal peligroso"), o sufrimiento ("es inhumano que padezca tanto dolor"), o libertad ("puedo elegir ser hombre o mujer"), o utilidad ("mejor quitarme de enmedio"), o interés público (...) o... Es la cultura del descarte.

Sentidiño.
10/04/24 12:44 AM
Lucía Victoria
Mateo 13, 45-46.
10/04/24 12:47 AM
Cristián Yáñez Durán
Lucía Victoria.

No es necesario fingir que el hombre es tan digno como Dios para evitar aberraciones como el aborto, eutanasia, ideología de género, etc.
La sentencia "la dignidad del hombre es infinita" no sólo es poco seria, es falsa. Por consiguiente, como es irracional es contraria a la Fe Católica.
Falsedades como la "dignidad infinita del hombre" son el presupuesto necesario de la "soberanía popular" que decide voluntaristamente qué es el bien y qué el mal, sustituyendo la verdad por la autoridad
La blasfemia de la "dignidad del hombre es infinita", equivale a sostener que el hombre es dios.
10/04/24 3:44 AM
Luis Fernando
¿Dignidad Infinita?:

"El hombre, al pecar, se separa del orden de la razón, y por ello decae en su dignidad, es decir, en cuanto que el hombre es naturalmente libre y existente por sí mismo; y húndese, en cierto modo, en la esclavitud de las bestias"

Santo Tomás de Aquino. Suma Teológica II-II. q. 64. art. 2
10/04/24 10:00 AM
Lucía Victoria
Infinito - 1 = Infinito
Infinito - 984.297.231 = Infinito

Las matemáticas de Dios son perfectas.
10/04/24 2:35 PM
L.C.
" Valen más que todos los pajaritos "
10/04/24 5:52 PM
Jorge Cantu
Lucía Victoria:

"Cristian, hablamos de la dignidad del hombre, no de su naturaleza, indiscutiblemente herida".

La dignidad del hombre es inherente a su naturaleza: sin naturaleza humana creada y dignificada por Dios, no hay dignidad en juego. Sin embargo, reitero que no hay que confundir la dignidad recibida de Dios que un presunto derecho de pase automático a la Salvación. La Salvación en Cristo es la 'redignificación' de la naturaleza caída, el 'rescate' de la humanidad en conjunto pero que individualmente debe ser refrendado con el Sí de la adhesión de la voluntad y la conducta al Señor.

"Yo identifico aquí "infinito" con inefable, inabarcable, incalculable, indeterminable e inenarrable, no con ilimitado (que no tiene fin); todas ellas, acepciones perfectamente válidas para referir lo "infinito".

Hubiera bastado que dijeras "inmensa" o "inconmensurable" para entenderte mejor.

"Negando la mayor (que la dignidad del hombre es infinita) entramos en el juego del enemigo, que es el padre de la mentira, un trilero cuyo pico y pala silencioso trabaja desde que nacemos para hacernos creer a cada uno de nosotros que no valemos nada (casi siempre, mostrándonos lo mucho que valen los demás...a los que engaña con idéntica mentira)".

Creo que por defender la dignidad humana (en lo cual concuerdo contigo, aclarando que es dada por Dios y no procedente del mismo ser humano como afirma clara y erróneamen
10/04/24 10:08 PM

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