(Aica/InfoCatólica) La Virgen del Valle tiene desde este viernes el nuevo manto que lucirá durante el septenario en su honor, que se inició con la bajada solemne de la imagen desde el Camarín hasta el Presbiterio. La ceremonia fue presidida por el rector de la catedral basílica y santuario de la Virgen, el padre Gustavo Flores, quien bendijo el manto pidiendo por las personas que lo realizaron, por los servidores, los peregrinos y devotos que peregrinarán hasta el santuario para honrar a la Madre Morena. Luego rezó el Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Este hermoso manto ha sido confeccionado por Ramona del Valle Gerez, una feligresa nacida en la ciudad de Buenos Aires que nos dice que es «un honor realizar esta tarea». Explicó que «el vestido blanco tiene bordado en el centro la imagen de la Eucaristía realizada con piedras, hilos dorados y perlas. En los bordes del vestido están bordadas rosas blancas, que significan la pureza de María, hechas con hilos blancos y piedras».
«El manto es de color celeste cielo, bordado con hilos de oro y piedras. Sus símbolos son: un corazón en llamas, coronado de espinas, con una herida abierta de donde brota sangre, y en la que nace una Cruz. Esto significa, que Dios nos ama con un infinito amor, para que entendamos que É| es el centro de nuestras vidas porque Él es la Luz, como el sol que siempre está presente».
«Lleva la letra “M” y la Cruz, que simboliza a la Madre Misericordiosa, Ella es la puerta para llegar al Hijo».
Expresó su alegría por dicha tarea: «Desde el primer día que empecé a confeccionar este manto, lo hice en todo momento con el rezo del Rosario en cada puntada, y siempre le pedía a la Virgencita que guiara mis manos».
Ramona también contó cómo la Virgen fue su protectora desde que nació.
«Soy muy devota de la Virgencita del Valle, ya consagrada hace dos años. Desde muy joven tuve un gran sueño, que fue realizar un vestido para la Morenita, por mi gran amor a Ella, porque siempre está conmigo. Me cuidó desde que nací, pesé un kilo y medio, y mi abuelo le hizo una promesa. Por eso llevo su nombre, y me siento bendecida por este gran sueño que se cumplió».
«Mi hija Bárbara visitó un día el Museo de la Virgen del Valle, y fue la que me hizo contacto con las personas que me ayudaron a que se haga posible realizar este manto. Les doy gracias a mi familia, al padre Gustavo Flores, Lucía, Valeria que trabajan en la catedral y santuario de Nuestra Señora del Valle».
Este año es el aniversario número 133 de la coronación de la Virgen del Valle en la localidad y el lema de esta semana de celebraciones es «Junto a María permanezcamos en la oración».