(LifeSiteNews/InfoCatólica) El ex prefecto de la más alta oficina de doctrina del Vaticano, el cardenal Gerhard Müller, condenó el apoyo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al aborto, diciendo que es un «infanticidio» y que los que promueven el infanticidio deberían ser «excomulgados».
«La palabra “aborto” es demasiado blanda. La realidad es matar, asesinar a una persona viva. No hay derecho a matar a otra persona. Va absolutamente en contra del Quinto Mandamiento».
El cardenal hizo sus comentarios condenando al presidente Joe Biden durante una extensa entrevista con Life Site News en Roma. Su crítica directa a la muy pública y consistente postura pro-aborto de Biden se produjo poco después de que el presidente utilizara su Discurso sobre el Estado de la Unión de 2024 para prometer «restaurar Roe v. Wade como la ley de la tierra de nuevo».
El cardenal Müller comparó el asesinato de los no nacidos y de los ancianos con los tiempos «nazis», diciendo que «es absolutamente inaceptable que puedas decir que eres católico y promover y justificar el asesinato de personas humanas, seres humanos [desde] el comienzo en el vientre de la madre, hasta la última respiración con la eutanasia... El asesinato de personas enfermas, como en los tiempos nazis, es eutanasia».
Biden habla de forma pública sobre su autoproclamada fe católica, pero el cardenal Müller sugirió que, aunque Biden es «nominalmente católico, en realidad es un nihilista. Es cinismo y cinismo absoluto».
El prelado contrapuso a Biden con los católicos y otros cristianos de toda América que «conocen y aceptan como todo el mundo también, a los no creyentes, con su mera razón, pueden entender que no es posible que un ser humano tenga derecho a matar a otro».
Basándose en el ejemplo de San Ambrosio de Milán y su excomunión del emperador Teodosio, el cardenal Müller comentó cómo «en otros tiempos se excomulgaba a personas como ésta. En otros tiempos los Papas y los obispos no tenían miedo de excomulgar, como San Ambrosio de Milán. Él se levantó y también nosotros deberíamos levantarnos y sin mirar las consecuencias para nosotros tenemos que levantarnos y abrir la boca por los inocentes y proteger su vida».
«San Juan Bautista le dijo a Herodes: "No te está permitido tomar la mujer de tu hermano para ser tu propia mujer". No te está permitido matar personas o justificar esto, abrir la legislación como si fuera legal o legítima. Matar a las personas no es una forma de regulación del nacimiento y demás, sino que es absolutamente inmoral matar a otras personas.
Y hoy todo el mundo occidental, los líderes occidentales, la gran mayoría de los líderes occidentales también en Alemania y Francia, como hicieron el derecho de matar a su pueblo, perdieron su credibilidad. No pueden, por un lado, protestar contra la matanza de inocentes en Ucrania, mientras que por otro lado permiten la matanza de sus propios hijos.
Reiterando la verdad de que Dios es "creador de todo cuerpo y los humanos sólo somos administradores de la buena voluntad de Dios", el cardenal Müller observó que la humanidad estaba llamada a cuidar de sus semejantes, ya que "no podemos distinguir o separar el amor de Dios por nosotros y nuestro amor por Dios, del amor de nosotros a nuestro prójimo y el amor de nuestro prójimo por nosotros"».
Tras el discurso de Biden sobre el Estado de la Unión, Life Site ha lanzado un llamamiento de acción pública para que los obispos estadounidenses excomulguen al presidente proabortista. Interrogado directamente por este reportero sobre el empeño, el cardenal Müller declaró que «el primer paso debe ser que debemos hacer que la conferencia episcopal unánime de Estados Unidos, probablemente junto con otros religiosos cristianos, otros líderes religiosos, [den] una declaración absoluta, clara y fuerte de que esto [el aborto] va en contra de todas las normas y principios de la humanidad. Que dijeran con absoluta claridad que todo aquel con responsabilidad pública que, como católico, esté promoviendo este infanticidio, que quede excomulgado».
La Iglesia Católica enseña que el aborto es siempre malo, porque mata a un ser humano inocente, violando así la prohibición de la Iglesia sobre el asesinato. (CIC 2270-2272.) El memorándum de 2004 de la CDF afirma que un político que «constantemente hace campaña y vota a favor de leyes permisivas del aborto y la eutanasia" manifiesta "cooperación formal" con el pecado grave, y se le debe "negar" la Eucaristía. Además, el canon 915 del Código de Derecho Canónico católico dice que quienes perseveran "obstinadamente" "en pecado grave manifiesto no deben ser admitidos a la Sagrada Comunión».
El Código de Derecho Canónico 915 también prohíbe explícitamente comulgar a los que están en pecado mortal: «No deben ser admitidos a la Sagrada Comunión los que hayan sido excomulgados o interdictos después de la imposición o declaración de la pena y los demás que perseveren obstinadamente en pecado grave manifiesto».
Ampliando el tema de un político pro-aborto, el Cardenal Müller señaló además que incluso si no hay un proceso formal de excomunión, una persona no debe ser excusada de la gravedad de sus acciones al apoyar el aborto.
Además de sus comentarios sobre la naturaleza intrínsecamente perversa del aborto, el cardenal Müller señaló las «ideas estrechas de miras» del movimiento proaborto que están provocando la destrucción de la humanidad.
La mentalidad pro-aborto, dijo, sostiene que «sólo mi felicidad es importante, que es un criterio último de definición de la felicidad y el placer, de mi sentido de mi vida».
Por el contrario, el cardenal Müller señaló que «nosotros, como seres humanos individuales, tenemos que entendernos a nosotros mismos en el contexto de nuestra familia, de nuestro grupo de amigos, de nuestros compañeros de clase, de nuestra cultura, de nuestra nación y de la humanidad».
Señalando la naturaleza intergeneracional de la enseñanza de la fe católica, el cardenal alemán destacó que la mentalidad pro-aborto de la felicidad individual es fundamentalmente contraria a la religión.
Para concluir, el cardenal Müller elogió y apoyó la novena de nueve meses recientemente lanzada por el cardenal Raymond Burke, que está dirigida a Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de las Américas y de los no nacidos.
El cardenal Müller opinó que tal empeño serviría también para fortalecer una «conciencia y un movimiento mundial católico, ya que los opositores a la Iglesia tienen todo el poder de los medios de comunicación y detrás de ellos están las organizaciones internacionales», como las grandes tecnológicas y el mundo financiero.
Pueden ver la entrevista completa aquí.
