(LNBQ/InfoCatólica) La World Professional Association for Transgender Health (Wpath) es considerada la principal autoridad científica en lo que respecta a la medicina de género, es decir, la transexualidad y el denominado «cambio» de sexo. En las últimas décadas, sus estándares de atención han inspirado las pautas de gobiernos, sistemas de salud nacionales, asociaciones médicas, clínicas públicas y privadas.
El portal Environmental Progress ha publicado una serie de archivos internos de Wpath bastante comprometedores. Entre ellos se encuentran algunos capturas de pantalla de mensajes del foro interno de Wpath que datan del período de 2021 a 2024 y un video de una discusión interna.
De estos archivos se desprende, por ejemplo, que los médicos de Wpath a menudo improvisaban conscientemente tratamientos médicos en los pacientes, sin saber bien cuáles serían sus efectos en el futuro. También eran conscientes de que los niños y adolescentes en los que intervenían eran incapaces de dar un consentimiento informado realmente válido, ya que los pacientes pequeños difícilmente pueden comprender cuáles son los verdaderos efectos de tales intervenciones para toda la vida; lo mismo ocurre con los padres debido al frecuente analfabetismo médico. En relación con el consentimiento informado, los archivos demuestran que algunos pacientes padecían esquizofrenia y trastorno de identidad disociativo, mientras que otros estaban en situaciones desesperadas, como las personas sin hogar. Las preocupaciones expresadas en algunas discusiones sobre estas categorías de personas eran consideradas «superfluas».
Además, los médicos mostraron indiferencia hacia los riesgos a largo plazo de sus tratamientos, a pesar de conocer los efectos, a veces fatales como la aparición de tumores, de los tratamientos con hormonas cruzadas: infertilidad, disfunciones sexuales, incapacidad para alcanzar el orgasmo, por mencionar algunos.
Además, los experimentos no son aleatorios, a doble ciego (*) o controlados, que aportan un estándar mínimo para cualquier experimento que pretenda ser llamado científico. Finalmente, de los archivos se desprende que los cirujanos debaten sobre la posibilidad de crear «géneros» que no existen naturalmente, insinuando tentaciones prometeicas. En resumen, en Wpath se experimentaba con seres humanos en la locura de género de crear un nuevo hombre.
Dada la autoridad de Wpath, la publicación de los archivos ha causado un terremoto en todo el ámbito médico estadounidense. Falta ver cómo reacciona Wpath a las críticas.
Las mentiras, los riesgos clínicos, la indiferencia hacia la salud de los pacientes son el precio necesario que la ideología LGBT debe pagar para lograr sus resultados. Ya era evidente desde hace tiempo que las intervenciones para el «cambio» de sexo eran perjudiciales para el cuerpo y la psique (ver aquí, aquí y aquí), y los profesionales de la salud de Wpath lo sabían: por lo tanto, actuaron con dolo. Pero la batalla ideológica debe continuar, con la conciencia de que en cualquier guerra hay víctimas: en este caso, niños, enfermos mentales y la verdad misma.
(*) Doble ciego se refiere a un método experimental en el que tanto los participantes del estudio como los investigadores encargados de administrar el tratamiento o evaluar los resultados desconocen la naturaleza del tratamiento asignado. Este enfoque se utiliza para reducir posibles sesgos y prejuicios que podrían influir en los resultados de un experimento.