(ForumLibertas/InfoCatólica) En Canadá, la libertad religiosa enfrenta una amenaza inminente debido a un proyecto de ley que se está tramitando en la Cámara de los Comunes. La legislación propuesta, conocida como C-367, plantea la eliminación de exenciones religiosas en el Código Penal, lo que podría poner en riesgo a cristianos y otros creyentes al penalizar la expresión de sus creencias sobre matrimonio, sexualidad y otros temas.
En concreto, se pretende la supresión de los párrafos 319(3)(b) y 319(3.1)(b) del Código Penal, que prohiben cualquier condena por cargos de incitación al odio si «de buena fe, la persona expresó o intentó establecer mediante un argumento una opinión sobre un tema religioso o una opinión basada en una creencia en un texto religioso».
Este proyecto de ley podría convertir en discurso de odio las opiniones basadas en creencias o en la Biblia, lo que ha generado preocupación sobre el impacto en la libertad de expresión religiosa en el país.
En la práctica diaria, ¿cuáles serían las implicaciones de este proyecto?
El propósito de esta legislación es suprimir las salvaguardias legales vigentes para quienes expresan opiniones fundamentadas en creencias religiosas o textos sagrados. En caso de que se eliminen estas exenciones, cualquier objeción religiosa a la ideología de género o a la sexualización de los niños podría ser calificada como discurso de odio, con posibles implicaciones legales para quienes expresen dichas opiniones o tengan dichas objeciones fundadas en sus creencias.
A este respecto, David Cooke, director de campañas de la Campaign Life Coalition, destaca la preocupación de que legislación propuesta pueda restringir la libertad de los cristianos para expresarse en temas como el matrimonio o la sexualidad humana, incluso enfrentándose a cargos si se oponen públicamente a prácticas como los espectáculos de drag queens para niños o a los cambios de sexo en menores.
Asimismo, Jeff King, presidente de International Christian Concern, advierte sobre el grave riesgo que esta ley supondría, al incluir en el sistema jurídico la posibilidad de que los políticos persigan a los creyentes con todas sus consecuencias, criminalizando así la manifestación de creencias religiosas. King compara estas tácticas con las empleadas por dictadores en el extranjero para sofocar la libertad religiosa, subrayando que Canadá se encuentra ahora en una situación muy parecida.
A pesar de que la tramitación del proyecto de ley C-367, iniciada por Yves-François Blanchet, líder del Bloc Québécois, está apenas en su primera etapa, pues tan solo cuenta con una lectura en la Cámara de los Comunes, ya ha generado una gran incertidumbre en la comunidad religiosa del país por el gran impacto negativo que puede llegar a tener.