(Fides/InfoCatólica) El P. Miraglio asegura que «la gravedad de la situación es tal que es necesario que la comunidad internacional tome las riendas de la situación e intervenga seriamente en esta crisis que dura desde hace tanto tiempo pero que en esta última semana se ha hecho enorme y es causa de sufrimiento y muerte para miles de centenares de personas».
«Hacemos un firme llamamiento a la comunidad internacional para que intervenga y ponga fin a este horrible estado de violencia», insiste el misionero. «Nuestro llamamiento se dirige también al Santo Padre Francisco, que tanto ama a Haití, y a toda la diplomacia vaticana para que presionen a la comunidad internacional para que intervenga en Haití lo antes posible».
«Desde la semana pasada, por desgracia, la situación en Haití ha empeorado - explica el padre Maximus-. Han aumentado los enfrentamientos violentos entre bandas, así como los ataques contra instituciones y lugares estratégicos. En particular, las bandas atacaron dos prisiones de las que fueron liberados unos 4.000 presos, delincuentes que ahora están libres en la capital y que sin duda aumentarán el número de los soldados de las bandas. Varias comisarías de policía fueron atacadas, incendiadas y vandalizadas en la provincia, así como en la salida norte de Puerto Príncipe. En particular en la comisaría de Bon Repos, en la zona de la Plain donde se encuentra nuestro hospital Camiliano, un puesto muy importante para el hospital ya que lo protegía, cinco policías fueron asesinados».
El misionero, que trabaja en la isla caribeña desde hace casi veinte años, destaca la gran precariedad que aflige a la población, atrapada en enfrentamientos y violencias cotidianas. «El hospital estatal de Puerto Príncipe ha cedido y lleva tiempo cerrado», prosigue el camilo. «El hospital de la diócesis de Puerto Príncipe está situado en el centro de la ciudad, en un lugar muy difícil, una zona disputada por las bandas. Ha sido completamente reformado recientemente y está bien equipado. Nuestro Foyer Saint-Camille, según las últimas noticias, está en serias dificultades pero está abierto».
«El aeropuerto internacional Toussaint Louverture se encuentra cerrado en estos momentos por motivos de seguridad, después de que tanto el edificio como algunos aviones aparcados sufrieran graves daños. El gobierno ha decretado el estado de emergencia, pero aún no se sabe por cuánto tiempo, aunque este estado de emergencia no se corresponde con la capacidad del poder político para tomar la situación bajo control. Desgraciadamente, se trata de algo ficticio, de imagen, que en realidad no indica la voluntad del gobierno de salir de estas situaciones y afrontarlas seriamente. Todas las embajadas, especialmente las de Canadá y Estados Unidos, han pedido a sus expatriados que abandonen el país inmediatamente. El Ministerio de Comunicación ha sido objeto de actos de vandalismo, al igual que las facultades de Agronomía y Veterinaria, así como el Centro Nacional de Seguros».
«En esta situación de caos total en Puerto Príncipe tenemos barrios enteros que se están vaciando, gente que huye de varios distritos sin saber adónde ir, varias personas heridas durante los enfrentamientos«, concluye el padre Miraglio. En el sur de la provincia, en Jérémie, a pesar de que todas las conexiones están completamente cortadas, la situación es bastante tranquila, pero sin duda también allí se producirán momentos de conflicto. También se registran enfrentamientos sobre todo en el norte, en Cabo Haitiano, la segunda ciudad del país».
Ante el deterioro de la situación de seguridad, especialmente en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, el Primer Ministro interino, Patrick Michel Boivert, ha emitido en los últimos días un comunicado relativo al decreto lanzado por el gobierno el 3 de marzo en el que se declara el estado de emergencia «en todo el Departamento del Oeste por un periodo renovable de setenta y dos horas, y con el fin de restablecer el orden y tomar las medidas adecuadas para recuperar el control de la situación». «El decreto sanciona un toque de queda en todo este territorio entre las seis de la tarde y las cinco de la mañana del lunes 4, el martes 5 y el miércoles 6. Esta medida -continúa el comunicado- no se aplica a los agentes de las fuerzas del orden en servicio, los bomberos, los conductores de ambulancias, el personal médico y los periodistas debidamente identificados. En consecuencia, se ha ordenado a la policía que utilice todos los medios legales a su alcance para hacer cumplir el toque de queda y detener a todos los infractores».
La decisión del toque de queda ha sido adoptada en un intento de proteger a la población de los actos delictivos cada vez más violentos, perpetrados por bandas armadas, que provocan desplazamientos masivos de la población y consisten, en particular, en secuestros y asesinatos de ciudadanos pacíficos, violencia contra mujeres y niños, saqueos y robos de bienes públicos y privados. Boivert también se ha referido a los ataques perpetrados la noche del 2 de marzo de 2024 por bandas armadas contra las dos mayores prisiones del país, en La Capitale y Croix des Bouquets, que causaron muertos y heridos entre la policía y el personal penitenciario, la fuga de presos peligrosos y la vandalización de estas instalaciones.