(Vatican.news/InfoCatólica) Las palabras de Mons. Staglianó llegan días después del encuentro entre destacados masones y figuras importantes de la Iglesia como él mismo, el arzobispo de Milán, Mons Mario Delpini y el cardenal Francesco Coccopalmerio, presidente emérito del Dicasterio para los Textos Legislativos. Dicho encuentro fue calificado como cordial por la prensa italiana, dando a entender que las relaciones entre la masonería y la Iglesia han mejorado.
La masonería es una herejía
«La masonería es una herejía que se alinea fundamentalmente con la herejía arriana». El presidente de la Pontificia Academia de Teología vuelve a explicar claramente a los medios vaticanos el carácter incompatible entre la Iglesia católica y la masonería. «Al fin y al cabo –afirma monseñor Antonio Staglianò– fue precisamente Arrio quien imaginó que Jesús era un Gran Arquitecto del Universo (como la masonería considera al Ser Supremo, ndr.) negando la divinidad de Cristo. Por eso el Concilio de Nicea, del que pronto celebraremos los 1.700 años, afirma con fuerza la verdad sobre Jesús, que es engendrado y no creado, Dios de Dios, Luz de Luz, Dios Verdadero de Dios Verdadero».
Dios no es el gran «Relojero» o «Arquitecto del Universo»
Y es precisamente la idea del «Arquitecto del Universo» o del gran «Relojero», defendida por la masonería, la que es incompatible con la idea católica de Dios. «Porque –entra en la cuestión monseñor Staglianò– esta idea es fruto del razonamiento humano que trata de imaginar un dios, mientras que el Dios de los católicos es fruto de la misma Revelación de Dios en Cristo Jesús. En esencia, es fruto de un acontecimiento histórico en el que Dios se hizo carne, se acercó a los hombres, habló a todos los seres humanos y los destinó a su salvación».
Distancias siderales
Incluso el concepto de fraternidad expresado por la masonería está a años luz del concepto de fraternidad de la fe católica. Monseñor Staglianò sostiene que «nuestra fraternidad se establece sobre el sacramento del amor de Dios en Jesús, se establece sobre la Eucaristía, no sólo sobre la idea genérica de ser hermanos».
El mismo razonamiento –añade el prelado– se puede aplicar a la caridad cristiana que «no tiene nada que ver con la filantropía masónica. La caridad cristiana corresponde al acontecimiento histórico de un Dios que murió y resucitó por nosotros y pide a sus hijos que no sean meramente filantrópicos, sino que sean, finalmente, crucificados por amor».
El cristiano ama la Luz verdadera
El presidente de la Pontificia Academia de Teología subraya la total incompatibilidad entre ser católicos y adherirse a la masonería, señalando que «en el seno de la masonería se desarrollan tramas de poder oculto que están en contradicción con la acción cristiana. En definitiva, cuando hablamos de incompatibilidad nos referimos a profundas contradicciones. Ni siquiera podemos apelar a la oposición polar del teólogo Romano Guardini para decir que pueden estar juntos».
Misterio contra esoterismo
Otro punto de distancia importante es el esoterismo –compuesto por doctrinas espirituales a menudo secretas y reservadas a los iniciados– que impregna las enseñanzas masónicas. «También en el catolicismo –precisa monseñor Staglianò– se habla de Misterio. Pero los Evangelios nos dicen que el Misterio escondido a lo largo de los siglos no deja de ser Misterio, sino que deja de estar escondido. Porque el Misterio escondido a lo largo de los siglos ha sido revelado».
La condena constante de la Iglesia
Recorriendo la constante condena de la Iglesia contra la masonería a lo largo de los siglos, monseñor Staglianò recuerda la última respuesta a un obispo de Filipinas del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, fechada el 13 de noviembre del 2023 y aprobada por el Papa Francisco, en la que se reitera que la pertenencia activa sigue estando prohibida: «Los fieles –concluye– que se adhieren a logias se encuentran en estado de pecado grave y no pueden, en ningún caso, acceder a la Comunión».