(UCANews/InfoCatólica) La información acerca de la vida de San Valentín es limitada, pero la tradición indica que desafiaba el peligro al celebrar matrimonios cristianos durante un período de persecución contra los seguidores de esta fe. Su martirio tuvo lugar aproximadamente en el año 269.
En la actualidad, la celebración de San Valentín en Roma se entrelaza con el ámbito secular como el «día de los enamorados», una ocasión en la que las parejas expresan su amor a través de gestos y obsequios.
En contraste, el Miércoles de Ceniza se presenta como un día de ayuno y abstinencia destinado a los católicos. Este día marca el comienzo de un periodo de 40 días, durante el cual la Iglesia insta a los fieles a comprometerse con la conversión y a prepararse adecuadamente para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo durante la Semana Santa.
Según las reflexiones del hermano Édgar Henríquez, seminarista chileno de los Legionarios de Cristo, los católicos tienen la capacidad de experimentar ambas celebraciones a través de la perspectiva del misterio de la Encarnación del Señor. Este misterio implica el compromiso divino al asumir la naturaleza humana y sufrir por los pecados de la humanidad. Henríquez compara esta entrega con la unidad de un matrimonio, donde ambos cónyuges se convierten en una sola carne y «aceptan su debilidad, su flaqueza y su pecado por amor».
El hno. Henríquez, quien será ordenado diácono transitorio próximamente, expresó durante una entrevista con ACI Prensa: «El compromiso de una pareja y de un matrimonio es un compromiso de amor, así como Dios también ha asumido un compromiso con nosotros».
Siguiendo esta perspectiva de entender el Día de San Valentín y el Miércoles de Ceniza, el seminarista chileno ofrece cinco consejos a las parejas católicas para vivir de la mejor manera posible el 14 de febrero:
1. Priorizar la comunicación verbal
Según el Hno. Henríquez, una recomendación clave para las parejas católicas es expresar afecto mediante la comunicación verbal, no solo en fechas especiales, sino a diario. Destaca que Jesucristo, el Verbo encarnado de Dios, también está presente en los matrimonios católicos, haciendo de la palabra una herramienta poderosa para fortalecer la conexión emocional y espiritual en la relación.
«Rezar juntos, es lo mínimo que podemos hacer con la persona con la que estamos comprometidos», explicó. Además, añade que esta fecha será una buena oportunidad «para ofrecer un día de oración por tu pareja, por su futuro juntos y por todo lo que están construyendo».
«Pareja que reza unida, permanece unida», añade.
2. Observar y valorar las pequeñas cosas
«Jesús es muy detallista. Él piensa en todo porque sabe que los detalles marcan la diferencia», resaltó como inicio del segundo consejo. Con el fin de mantener el tono penitencial del Miércoles de Ceniza, sugiere que los detalles pueden ser simples y sobrios, pero cuando provienen sinceramente del corazón, logran expresar el afecto de manera significativa. «Una carta, una canción o algo muy pequeño» son gestos que, a pesar de su simplicidad, transmiten con eficacia el cariño hacia la otra persona.
3. Pasar tiempo juntos
En este contexto, el Hno. Henríquez sugirió que las parejas católicas, ya sean novios o matrimonios, «pueden dejar un poco de lado la lógica del mundo», que fomenta el consumismo y el materialismo durante el Día de los Enamorados, y «adentrarse en la lógica de Dios, para ofrecerse entre sí lo más valioso que tienen, que es su propio tiempo».
Asimismo, señaló que esto refleja la acción de Jesucristo con sus apóstoles y es lo que la Iglesia nos insta a hacer durante la Cuaresma: dedicar más tiempo a Jesús y acercarnos a Él para acompañarlo en su Pasión, Muerte y Resurrección. Destacó que «es una manifestación de amor el pasar tiempo con el otro».
4. Proyectarse en el futuro
De la misma manera en que el Miércoles de Ceniza nos llama a prepararnos para los 40 días de conversión y penitencia que conducen al Triduo Sacro, el seminarista de los Legionarios de Cristo sugiere que una pareja católica puede utilizar este día para «renovar la promesa mutua que se hicieron, para mirar hacia lo que vendrá y lo que van a construir juntos».
5. Hacer algo juntos por los demás
Finalmente, el Hno. Henríquez subrayó que «el amor se trata de dar», y no hay mejor manera de iniciar la Cuaresma que con una obra de caridad, especialmente si se realiza en pareja. Propuso acciones como asistir juntos a la Misa y dedicarla a quienes lo necesitan, rezar el Rosario con una intención específica, donar el dinero destinado a comprar un regalo para adquirir alimentos básicos para familias necesitadas.
Destacó que estas acciones dejan una huella significativa, especialmente en el noviazgo, y representan el verdadero espíritu de la Cuaresma. Además, concluyó recordando la importancia de también recordar y rezar por los sacerdotes, religiosos y religiosas que, de alguna manera, celebran ambas festividades al dedicar sus vidas al servicio del Señor por amor.