(FranceInfo/InfoCatólica) En declaraciones a France Info, el obispo reconoce que «el texto de la Santa Sede de antes de Navidad sobre el matrimonio y las bendiciones ha suscitado interrogantes, incluso malestar, y nos lo tomamos en serio. Recordamos, como hizo la Santa Sede, que, en fidelidad a la Biblia y al Evangelio, sólo podemos casarnos con un hombre y una mujer que deseen comprometerse libremente en la fidelidad y en la apertura a los hijos. Por otra parte, tenemos que mostrar el amor de Dios por todos y cada uno de nosotros, y eso significa rezar con y por las personas».
En su comunicado de prensa, hablan de bendecir a las personas que acuden a ustedes, no a las parejas. ¿Cómo explica esta diferencia?
La bendición se dirige a las personas. Es importante entender la palabra bendición. Como obispo, paso mi tiempo recibiendo a personas que me dicen, sea cual sea su situación en la vida: «Obispo, bendígame. Mi hija está enferma, mi madre ha muerto». ¿Qué les digo a estas personas? Que el Señor te ayude, te acompañe. Esa es la bendición. Bendecir, en el sentido que utiliza la Santa Sede de un modo que quizá no siempre es muy claro, significa rezar con y por las personas. Yo me paso la vida rezando con personas en todo tipo de situaciones para decirles que el Señor está con ellos, les está ayudando. Pero lo importante para nosotros hoy es decir muy claramente que el matrimonio es para el hombre y la mujer, por una parte, y que la bendición es para las personas, por otra, sea cual sea su situación, para mostrar que todos están llamados a dejarse tocar y transformar por el amor de Cristo.
¿Qué está diciendo a las parejas católicas del mismo sexo?
Estamos mostrando que el Señor sale al encuentro de las personas, y en cualquier caso, sea cual sea la historia espiritual de cada persona, sea cual sea el estado de vida de cada persona, la relación con Dios es siempre una relación personal. Es siempre un encuentro personal con Jesucristo. Hay que recordar a las personas que, en fidelidad al Evangelio, el matrimonio es entre un hombre y una mujer, y al mismo tiempo manifestarles que el amor de Dios puede llegar a todos si abren sus corazones a la luz del Evangelio.
Los testimonios de fieles homosexuales afirman a france.info que, dentro de diez años, la bendición de las parejas homosexuales no será un problema. ¿Qué le parece?
Tenemos que ser fieles a Jesucristo, al amor insuperable que ofrece al mundo y que trasciende lo que ocurre en la historia tal como es. Y además, prestar atención a cada persona. Me parece que esta unidad de amor y de verdad que intentamos realizar será el camino duradero de la Iglesia.
¿Aunque eso signifique ser incomprendido por sus seguidores?
El Jesús a quien seguimos fue tan incomprendido que murió en la cruz. Los discípulos de Jesús corren el riesgo de ser incomprendidos.