(ACN/InfoCatólica) Los Estados que han «participado o tolerado violaciones particularmente graves de la libertad religiosa» son Arabia Saudí, Corea del Norte, Irán, Myanmar, Pakistán, Tayikistán y Turkmenistán. En cambio, en el apartado de «observación» se encuentran Argelia, las Comoras, República Centroafricana y Vietnam, y este 2024 han incluido a Azerbaiyán. Por otro lado, también han designado de gran preocupación entidades como Boko Haram, el ISIS-África Occidental o los talibanes, entre otros.
Los desafíos a la libertad religiosa
Para la política exterior de los Estados Unidos ha sido un objetivo fundamental promover la libertad de religión o de creencias desde que el Congreso aprobó y promulgó la Ley de Libertad Religiosa Internacional en 1998.
El comunicado del Departamento de Estado afirma que «los desafíos a la libertad religiosa en todo el mundo son estructurales, sistémicos y profundamente arraigados». Por eso, pide que «los gobiernos deben poner fin a abusos como los ataques contra miembros de comunidades religiosas minoritarias y sus lugares de culto, la violencia comunitaria y los prolongados encarcelamientos por expresión pacífica, la represión transnacional y los llamados a la violencia contra las comunidades religiosas, entre otras violaciones que ocurren en demasiados lugares del mundo».
Futuro en Nicaragua
Según el Informe Libertad Religiosa en el Mundo (ILR) 2023, de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), «la crisis política de este último país se ha agravado, al igual que el acoso del Gobierno a cualquier voz de protesta, incluida la de la Iglesia católica. El presidente Ortega se ha referido a los obispos y al Papa en duros términos y los ha acusado de liderar un golpe de Estado encubierto».
Por otra parte, se explica que «es evidente que la persecución del régimen a la Iglesia católica tiene una motivación política y no religiosa. Desde 2018, la Iglesia ha criticado abiertamente cualquier represión de las libertades civiles y la violación de los derechos humanos en el país».
Junto con todos los demás derechos fundamentales, la libertad religiosa en Nicaragua ha empeorado visiblemente, como han señalado muchos medios de comunicación, ONG y personalidades nacionales e internacionales; las perspectivas para los derechos humanos, incluida la libertad religiosa, son profundamente preocupantes y negativas.