(InfoCatólica) Bartolomé advierte que «la paz no puede darse por sentada; no es algo evidente. Es un deber, un logro, exige una lucha incesante para preservarla».
En referencia a la guerra que tiene lugar en Tierra Santa, el Patriarca señala que «en aquel pesebre, en aquella cueva donde hace más de dos mil años nació un niño y se dio una luz, todo parece perdido. Hoy no se ve ninguna luz en la ciudad de Belén; los hombres hemos vuelto a convertir el pesebre claramente iluminado en una cueva oscura y desolada, tal como era antes del nacimiento de nuestro Salvador».
El patriarca ecuménico de Constantinopla señala que
«la falta de un lugar apropiado y adecuado para el nacimiento de Cristo no detiene el plan divino. Simplemente toma un pesebre improvisado en una cueva y lo transforma en el lugar donde se manifiesta la gloria de Dios. Tal vez la oscuridad de la cueva es lo que se necesitaba para reconocer esa luz que entra en el mundo. Tal vez el contraste sea necesario; no se reconoce la singularidad de los rayos individuales del sol al ser engullidos por el brillo de la masa de luz. Si ese contraste se ve en ese momento único, en la encarnación de la segunda persona de la Santísima Trinidad, el Verbo hecho Carne, entonces ¿qué debemos buscar en la oscuridad actual en la que se encuentra Belén?».
Tras apuntar al mito de la caverna de Platón, Bartolomé muestra la diferencia con lo ocurrido con Cristo: «mientras que el pueblo atado de Platón sólo ve sombras, con pocas esperanzas de que unos pocos escapen, en Belén el Sol entró en la caverna, el Sol apareció ante el pueblo encadenado; nació un niño –nuestro Mesías– que nos conduce a nuestra liberación».
Y concluye:
Durante los siglos que han transcurrido entre entonces y ahora, una cosa ha quedado asegurada: «Porque estoy persuadido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo futuro, ni las potestades, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, en Cristo Jesús, Señor nuestro».
Texto completo del artículo del Patriarca de Constantinopla.