(InfoCatólica) El malestar y escándalo ocasionado por la Declaración Fiducia Supplicans, del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que permite las bendiciones a parejas llamadas irregulares, esto es, que no pueden contraer matrimonio ya que su convivencia supone el pecado de adulterio o el de convivencia entre homosexuales, ha dado lugar a una extraordinaria e incesante exposición pública de críticas y pedidos de explicación de cardenales, obispos, sacerdotes y fieles en la numerosos países del mundo.
La reacción de la Iglesia en África ha sido inesperada, especialmente porque rompe con la narrativa de que la oposición a cierta agenda provenía principalmente de parte del episcopado estadounidense. Ha resultado que el país que actualmente tiene el mayor porcentaje de fieles que asisten a Misa en todo el mundo y el que más mártires está dando a la Iglesia, también es uno de los primeros que se opusieron a las ambigüedades de Fiducia Supplicans. como puso de manifiesto el arzobispo de Oviedo, Mons. Sanz Montes:
En Nigeria, donde la conferencia episcopal prohibe la aplicación de Fiducia supplicans, viven su fe como los primeros cristianos: como auténticos mártires. 140 cristianos asesinados en Nochebuena y Navidad por grupos islamistas. Serán semilla de nuevos cristianos dando la vida
— jesus sanz montes (@jsmofm) December 27, 2023
La «reacción africana» que ha llegado a contagiar de su valentía martirial a algunos obispos y Conferencias occidentales tuvo uno de los puntos álgidos cuando el Presidente de la SECAM (la CELAM africana), el Cardenal Ambongo que además forma parte del Grupo de Cardenales que asesora a Francisco, pidió a todas las conferencias episcopales de África que enviasen sus «aclaraciones».
La ambigüedad de esta declaración, que se presta a muchas interpretaciones y manipulaciones, causa mucha perplejidad entre los fieles y creo que, como pastores de la Iglesia en África, debemos pronunciarnos claramente sobre esta cuestión para dar orientaciones claras a nuestros cristianos.
Y deslizaba la queja de por qué no se había consultado a los obispos, pese a que la Iglesia lleva varios años inmersa en el –más bien autorreferencial– Sínodo de la Sinodalidad. Para muchos africanos el procedimiento seguido por Doctrina de la Fe para cambiar de la respuesta dada en el año 2021 a la de 2023 en el asunto de las bendiciones a parejas homosexuales o irregulares ha sido una muestra de que la llamada a "caminar unidos en permanente sinodalidad" puede no ser más que palabras vacías para imponer o ser cauce para la imposición de una agenda contraria a la doctrina de Cristo y la Iglesia.
El Cardenal Ambongo respondió a unas preguntas de la sección francesa de Radio Vaticana (pero publicada en la versión alemana):
«En cuanto se publicó el documento, se produjo una reacción airada y decepcionada por parte de nuestros fieles. Yo mismo recibí muchos mensajes de nuestros fieles preguntando si era realmente cierto que este documento estaba firmado por Su Santidad, etc. Hubo mucho, mucho enfado. Hubo mucho, mucho enfado. Y yo, como presidente del Consejo Episcopal Africano, Secam, me di cuenta inmediatamente de que algunas conferencias episcopales ya estaban empezando a emitir declaraciones. Así que todo iba en la misma dirección: rechazar el documento. Por eso intervine y dije: expresaos y enviádmelo todo, porque todos estamos igualmente afectados por la situación, así podremos presentar nuestra posición de forma unificada y someterla a la Santa Sede de forma organizada».
Y continuó:
«El documento, tal como se presenta (aunque no haya nada que objetar desde el punto de vista teológico), da lugar a muchos malentendidos, a incomprensión, a choque entre los fieles desde el punto de vista pastoral. Así pues, en el punto en el que me encuentro hoy como Presidente de la Secam -¡también soy miembro del Consejo de los Nueve Cardenales y consejero del Papa!- Espero poder viajar a Roma lo antes posible para reunirme con las personas competentes de allí para algunas aclaraciones».
Recientemente el Cardenal Victor Manuel «Tucho» Fernández, en «entrevista» escrita a The Pillar, sin posibilidad de repregunta, volvió a despreciar a los africanos, reduciendo su perplejidad con la Declaración a factores socieconómicos y culturales. Al fin y al cabo la Declaración termina con la sorprendente declaración de que todo lo que allí se dice es absolutamente suficiente y no habrá más (n 41). Aunque hizo excepción de los alemanes.
Sin referirse a ese episodio concreto, pero que forma parte del argumentario de quienes defienden FS como documento sin ambigüedades, Mons. Munilla afeaba el «supremacismo cultural» de quien hace esas referencias:
Creo que todas esas conferencias episcopales han respondido desde el evangelio, desde su convicción evangélica.