(AsiaNews) Como es una diócesis con una larga historia, en la zona de Baoding vive un gran número de católicos. Por eso este año la policía adoptó medidas excepcionales de seguridad en el centro de la ciudad la noche de Navidad. Las autoridades anunciaron también controles de tráfico en el centro histórico de Yuhua Road, donde se encuentra la Catedral de los Santos Pedro y Pablo, sede de la diócesis de Baoding. Se prohibió a todos los vehículos entrar al centro histórico después de las 4:00 p. m. y ordenaron desviar los autobuses que pasaban por esta zona Además, ordenaron cerrar todos los negocios ubicados cerca de la iglesia y no se permitieron ventas ni promociones navideñas.
Una fuente que vive en Baoding confirmó la información y dijo a AsiaNews que alrededor de la iglesia estaba lleno de agentes de policía. Había vehículos policiales estacionados cerca de la catedral y agentes con equipo antidisturbios. La fuente dijo que la policía impidió a los padres con niños ingresar al templo. La policía dijo a los padres que abandonaran la iglesia porque «no era seguro para los niños ya que había demasiada gente dentro». La policía estaba por todas partes dentro de la iglesia, creando un ambiente pesado, en abierto contraste con el espíritu de la celebración.
El ambiente también era tenso en Donglu, cuya iglesia es destino de peregrinaciones. Según nuestra fuente, la policía estaba apostada en el pueblo desde una semana antes de Navidad. Donglu está a 20 kilómetros de Baoding y es famosa por su Virgen de China. En 1900 los católicos buscaron refugio en este pueblo durante la Rebelión de los Bóxers, la ola de violencia contra los extranjeros y el cristianismo apoyado por la dinastía Qing. Pero en Donglu el grupo Boxer que intentó atacar la iglesia fue derrotado.
Los alumnos de las escuelas y universidades locales también recibieron un aviso que les obligaba a permanecer en el campus en Nochebuena, para evitar las celebraciones, y que estaban prohibidos todos los objetos con significado navideño en los dormitorios.
La situación de Baoding es un reflejo del endurecimiento de los controles sobre la religión impuestos en toda la República Popular China en los últimos años. Están circulando avisos del gobierno, de las escuelas y de las empresas sobre cómo «boicotear las fiestas extranjeras» y «prohibir la promoción comercial de la Navidad». Mientras tanto, algunas cuentas de las redes sociales controladas por el gobierno conmemoran el aniversario de la batalla del lago Changjin en Corea del Norte, en la que el ejército chino obligó a las tropas de la ONU a retirarse hacia el sur en 1950, y afirman que fue el ejército, no Papá Noel, quien trajo la paz al pueblo chino.
Por su parte, las autoridades chinas enviaron felicitaciones navideñas a la Asociación Patriótica de Católicos Chinos y al Consejo Cristiano Chino, órganos «oficiales» de católicos y protestantes. En la carta difundida por la Administración Nacional de Asuntos Religiosos, se elogia a ambas asociaciones por seguir la guía del pensamiento de Xi Jinping y el espíritu del XX Congreso del Partido Comunista Chino. El deseo navideño del gobierno de Beijing es, por tanto, que sigan adhiriendo al camino marcado por Xi y la sinización, y que «gestionen rigurosamente los asuntos religiosos».
La asociación protestante oficial acaba de elegir a sus nuevos dirigentes en la XI Conferencia que se llevó a cabo la semana pasada. Wang Huning, asesor político y responsable de la ideología de Xi Jinping, exhortó a los delegados a «adherirse a la dirección de la sinización», a los valores fundamentales del socialismo y a la cultura tradicional china. Wang pidió a los dirigentes de las asociaciones cristianas que «adquirieran una comprensión profunda de las teorías y políticas del Partido sobre la religión». «Ustedes están llamados a gestionar estrictamente los asuntos religiosos», reiteró Wang, confirmando la orientación señalada por Xi.